Después de tantas horas de viaje, Bill estaba feliz, había soportado todo ese viaje y no fue en vano. El hotel donde se hospedaban era genial y lujoso, la gran vista al mar y a ese lugar tan tropical le encantaba sin duda.
El viaje había sido divertido y excitante, al parecer una de las azafatas se había dado cuenta de que algo especial sucedió, pues al bajar del avión le sonrió juguetonamente, haciendo que Bill bajara la cabeza por vergüenza, si tan solo ambos se hubieran aguantado hasta la llegada.
—¡Bill! ¡Ven a ducharte que luego no podrás! —grito Georg, sacando a Bill de su trance. —¡David ha dicho que nos darán un tour por el lugar!
—¡No vamos a follar de nuevo, Georg! —soltó Bill, conociendo las intenciones de su novio.
—¡No creo que quieras caminar oliendo a semen! —hablo como si no oyera lo anterior. —¡¿O crees que es cómodo?! —comenzaba a molestarlo.
—¡Yo no huelo a sem!... —se detuvo, recordó esa gran vaciada que Georg le había dado en el avión, y eso sin contar su orgasmo. —Cabronazo… —susurro quitándose parte de la ropa. Caminó molesto hasta la ducha y se puso frente esta. —¿vas a tardar mucho?
—Si…muchísimo —mintió mientras sonreía.
Bill bufó, abrió la puerta de vidrio que “protegía” la ducha, pero sin siquiera meter una mano, Georg lo jalo a el, cerro la puerta dejando los rostros de estos casi pegados. —¡Todavía tengo el boxer, idiota! —grito mientras lo veía con el seño fruncido.
Georg tomo las orillas de tal prenda, y de un tirón las bajo hasta los talones de Bill. —¿ves? muy facil, cariño.
—Eres un cabron… —sonrió y lo beso, dejándose llevar por el momento.
(…)
(Gustav y Tom)
—No es tan difícil, Tom —Gustav intentaba hacer que Tom dejará de pensar en Dan, por unos minutos. —Yo te paso la pelota, me la pasas nuevamente y así por varías horas hasta que Georg y Bill se dignen a bajar.
—Es que no puedo, en mi mente solo quiero estar con Dan, si David nos hubiera contado de este viaje-vacaciones, yo hubiera tenido la posibilidad de traer a mi mujer. —hablo triste, mientras escribía “Dan te amo” en el suelo con una piedra.
—Mi querido amigo, estás perdido por esa mujer… te tiene bajo sus pies —Gustav sonrió y dejo algunas palmadas sobre el hombro de Tom.
—Oh Gustav, claro que estoy perdido. Ella es tan… tan increíble, tan guapa, tan sexy, tan el amor de mi vida. No me importaría sentir sus pisadas sobre mi cabeza.
—Oh mierda, este amor no es bueno. ¡He perdido a mi Tom! ¡El que se follaba a todas y no se enrollaba! —imito un lloriqueo. —¿Dónde lo guardas? ¡Quiero verlo!
—Lo haz perdido desde que conocí a esa mujer, Gustav. Ella es tan increíble que no hay modo de que ese Tom vuelva, ella es todo para mi —hablo admirando el cielo, como si este le recordará a su amada. —Cuando veo sus ojos, siento que soy otro… ella me transmite algo nuevo, algo dulce y precioso, como si fuera un amor puro. —Tom comenzaba a vagar en sus pensamientos, en los cuales el único rostro que aparecía era el de Dan.
—Oh… veo que si, ella es a la mujer que amas de verdad, la que robo todos tus sentimientos rápidamente —sonrió, y tomo asiento junto a Tom. —Ella es la elegida ¿no?
—Claro que lo es mi querido Gustav, ella es la elegida —volvió a sonreír mientras miraba el bello cielo. —Ella es todo lo bueno para mi…
(…)
Después de medía hora en la ducha, los novios se dignaron a bajar junto a Tom y Gustav.
—Se tardaron una puta hora, ¿qué coño hicieron? —Gustav estaba molesto. —Déjenme adivinar…
—¡No, no!... mejor cállate Gustav, no quiero imaginarme nada sexual. —Tom hablo entre risas.
—¿perdón? ¡Pero si no hemos hecho nada sexual, cabrones! —Bill se defendió mintiendo, claramente.
Georg lo miro con las cejas alzadas, claramente riéndose por tal mentira. —Ujum… Bill tiene razón, no hemos hecho nada malo… —rio, mirando a Bill con complicidad.
Todos comenzaron a reírse, Bill y Georg no sabían mentir definitivamente.
Justo en ese momento, el móvil de Tom sonó, al cogerlo era David.
—¡David, hombre! ¿qué paso? —Tom sonreía.
—Los quiero a todos en mi habitación, ahora. —David sonaba molesto. —No quiero preguntas Tom Kaulitz, espero y en menos de cinco minutos estén aquí. —colgó sin más, dejando a Tom con la palabra en la boca.
—Jo… creo que a David le ha llegado la regla —rio. —Quiere que estemos todos en su cuarto, ahora.
—¿Y eso? —pregunto Gustav.
—Te lo digo como me lo dijo el —tomo un bocado de aire y lo exhaló. —Ni quiri priguintas tim kaulitz. —comenzó a imitar a David.
Todos comenzaron a descojonarse ahí mismo, era chistoso.
—¡Que te sale igual hombre! —Georg hablo entre risas.
—Lo sé, David es fácil de imitar —sonrió. —Ahora, vamos a su habitación que luego nos comemos sus sermones. —hablo Tom, caminando hacía el gran hotel.
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—¡¿CÓMO COÑO SE HAN ESTERADO DAVID?! —Tom comenzó a gritar mientras tiraba algunas cosas a su paso. No podía creer lo que sucedía.
—¡No lo sé Tom! ¡Pero deja de tirar todo joder!
—¡¿Cómo me pides que me tranquilice?! ¡Estaban espiando a Bill y Georg!
—¡No arreglas nada tirando todo, Tom! —Bill grito, lágrimas caían por su mejilla, se encontraba nervioso y con miedo, estaba en una situación comprometida. —Solo… esperemos a que pase lo que tenga que pasar —hablo sentándose débilmente.
—Bill… ¿quieres qué me quede con los brazos cruzados en esta situación?
—No… bueno, no lo sé, solo… mierda necesito a Dan junto a mí —Bill comenzó a llorar desconsoladamente, la preocupación lo tomaba por completo.
Bill estaba sintiéndose destrozado por esos momentos, por su mente solo pasaba el hecho de perder a Georg, tener que separarse de el para que no hubieran problemas, alejarse del amor de su vida no iba a ser bueno para el, iba a ser la peor mierda de todas. Sería como un alma en pena, alma que vagaría por los sitios hasta encontrar la luz, luz que si se iba, dejaría a un alma desconsolada y pérdida.
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holiii, hoy hay un nuevo capp kshdksj espero y les guste bebés.
(me esta empezando a gustar mucho la trama de muñeco, y como pudieron ver en algunos capítulos di algunas referencias a muñeco jeje, solo espero que eso no les moleste...)
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