𝐆𝐄𝐓 𝐈𝐍𝐓𝐎 𝐈𝐓 [𝐒𝐎𝐎𝐊𝐀𝐈]

♡SO BITTER♡

SO BITTER!

D☆GGING
EXHIBICIONISMO
BOY PUS×Y
ACTITUDES TÓXICAS
MANIPULACIÓN
ACTITUDES CUESTIONABLES

HUENINGKAI SUMISO BOTTOM!

ੈ✩‧₊˚

¿Quién no amaba los paseos nocturnos?

Caminar entre las solitarias y frías calles de la ciudad, respirando el aire limpio ligeramente húmedo, admirando las luces de los negocios ahora cerrados o de los espectaculares a lado de la carretera, la maravillosa falta de ruido y ese delicioso aroma a tierra mojada después de una llovizna que dejó el pavimento lo suficientemente mojado como para reflejar las luces, dándole un toque artístico a todo el entorno.

Algo que tanto soobin como kai adoraban, caminar tomados de la mano hasta llegar de vuelta al centro de la ciudad, pasando entre algunos charcos de agua y gotas frías que caían de los techos directamente en sus cuellos o cabelleras ahora un poco despeinadas por el aire.

Claro, sin perder totalmente la forma de lo que en algún momento fue un peinado.

Esa madrugada la pareja de chicos se encontraban volviendo a la ciudad luego de haber pasado toda la noche en una fiesta ubicada en un pueblo vecino, teniendo también la mala suerte de que justo el auto de soobin estuviera siendo ocupado por su hermano mayor y la novia de este, luego de que el choi menor perdiera una estúpida apuesta sin sentido.

Obligandolos a ellos a caminar por veinte minutos de ida y vuelta, entre las aterradoras y oscuras calles, únicamente portando dos teléfonos casi sin batería, una cajetilla de cigarros sabor menta y un bálsamo labial de cereza, además de aquel olor a alcohol impregnado en sus ropas.

Toda la situación parecía estar en su contra, y ni aún con todo eso podían evitar sentirse cómodos.

༉‧₊˚.

Kai tosió inevitablemente al respirar el humo del cigarrillo de novio, cubriéndose la nariz con la palma de su mano en un intento torpe por hacerle ver que nuevamente sus acciones estaban incomodandolo un poco.

Nunca había sido fan de ese olor tan amargo, en especial cuando no podía besar a soobin sin que su boca, cabello y manos tuvieran ese gusto tan fuerte a cigarro, como si no fuera ya suficiente castigo el daño a su organismo, el tabaco tenía un olor estúpidamente feo.

Lo extraño era que por más que el coreano oliera a una mezcla entre cigarrillo y colonia, realmente no terminaba de ser desagradable, quizás por su bonito cuerpo delgado o esas ojeras de bajo de sus oscuros e inexpresivos ojos redondos.

Fuera lo que fuera, huening Kai podía con ello...

O al menos la mayoría de las veces.

—soob ¿podrías apagarlo?—su voz dulce interrumpió el silencio que había en toda la calle, pues justo ahora se encontraban caminando por el puente que cruzaba al centro de la ciudad, su destino.