𝐆𝐄𝐓 𝐈𝐍𝐓𝐎 𝐈𝐓 [𝐒𝐎𝐎𝐊𝐀𝐈]

♡BACKSTABBER♡

BACKSTABBER!

INFIDELIDAD
IMÁGENES "EXPLÍCITAS"
MALTRATO
BOY PU×SY

SOOBIN BOTTOM!

ੈ✩‧₊˚

No había forma de describir mil emociones con una sola palabra...

¿o si?

Para yeonjun si había una, una palabra perfecta que describía de la mejor manera lo que sentía por hueningkai cada vez que respiraba, hablaba o simplemente estaba existiendo en la faz de la tierra.

Odio.

Lo odiaba como nunca había odiado a otro ser vivo antes, cada maldita vez que debía verle la cara y soportar estar junto a él era una tortura interminable, desde que su madre decidió dejar a su padre por un extranjero de lindo rostro, toda su vida se había ido abajo.

Y ¿por qué?

Porque Kai Kamal Huening era el ser humano más molesto, irritante y egocéntrico del mundo entero.

No le bastaba solo con ser "perfecto" en todo lo que hacía, debía ser el mejor estudiante, el más popular, el mejor en cada deporte y el rostro más "bello" que había en la universidad.
Admirado y amado por todos, rodeado de atención, cariño y miles de buenos tratos solo por ser la imagen de chico maravilla que no rompía ni un plato y aún así lograba agradarle hasta a los matones.

Él lo era todo, y claro, se llevaba todo lo bueno que pudiera existir en la vida de yeonjun de la forma más descarada posible.

Sus amigos, su puesto como CoreBack en el equipo de fútbol de la escuela, su título como mejor estudiante e incluso los elogios y amor de su propia madre.

Todo fue arrebatado por un mal nacido de mejillas bonitas con complejo de niño bueno.

Aún con todo esto, choi tenía lo único que jamás pudo quitarle kai, solo que claro, estaba siendo un imbécil, desaprovechadolo y maltratandolo.

Sin si quiera darse cuenta.

ੈ✩‧₊˚

—junnie... ¿No saldremos hoy? —el joven abrazo tímidamente el brazo del mayor recargando su mejilla en su hombro.

—no lo creo, ni siquiera tenemos una razón. —respondió sin darle mucha importancia mirando al campo repleto de gente.

Su molesto hermanastro estaba ahí, jugando un partido amistoso con los de otra escuela mientras todas las familias y alumnos lo miraban desde las gradas con emoción.

—¿n-no? —su voz se vuelve débil al instante, ahora era fácil darse cuenta que yeonjun ni siquiera se estaba molestando en prestarle una pizca de atención a su conversación.