El ambiente de aquella mesa era tenso, tanto que las demás no dejaban de mirar cada diez segundos, es como si en cualquier momento se fueran a atacar, el mínimo movimiento o incluso una pequeña mosca pasando por allí haría que la batalla se desatará.
–Entonces...– habló Bankotsu moviendo la pajilla de su trago lentamente, miraba a Sesshomaru sin alguna expresión clara, su rostro se podría decir que estaba sereno, aun cuando por dentro estallaba en emociones– según oí bien, invitaste a uno más para estar con Kagome, y no conforme con eso...casi la cagas marcandola.
–Pero no sucedió– se defendió inmediatamente– lo de Inuyasha fue solo por que se estaba dando cuenta.
–¿Es eso verdad?– preguntó esta vez Koga a Inuyasha, a quien habían invitado de último momento– ¿como pasó?
–El aroma– respondió el hanyo bebiendo su bebida fría– Quizá engañaron a Naraku, pero recuerden que él se volvió hanyo solo por dar su cuerpo a demonios– dijo dejando el vaso en la mesa y cruzando sus brazos– yo en cambio soy hijo de un youkai sangre pura y una humana, mis sentidos desde pequeño han sido buenos.
–Pues eso no es escusa para que te hayas acostado con Kagome– exclamó enojado Bankotsu y golpeó la mesa, las personas de su alrededor los miraron y los camareros dieron un salto en su lugar– y lo que más nos molesta, ¡es que casi la marcas como tuya!
–¡Como demonios iba a saber que me induciria a un celo!– gruñó molesto ya de la actitud del ojiazul– si pudiera controlar eso, no hubiera ido.
–¿Quieren dejar de pelear?– dijo Koga masajeando el puente de su nariz– no la marcó, ella aún está en esa casa lejos de Naraku y seguirá siendo para nosotros.
Sesshomaru chasqueo la lengua, Yako gruñia en su interior con ira, ya que el ojidorado había interrumpido su intento por marcarla, logró sacar un poco de sangre, solo unos centímetros más y hubiera perforado lo suficiente para darle su veneno y dejar una luna en su lugar.
•••
Era un nuevo día, Sesshomaru se preparaba para ir a su empresa, vestía un exquisito traje de tres piezas en tono azul eléctrico, su camisa bien planchada y zapatos brillantes daban la imagen perfecta a los ojos curiosos, casi ni podrían pensar que por las noches, el contrabando era su mejor momento para alzar las ventas de su empresa.
En la cocina, su ama de llaves le tenía preparado su habitual café, pan tostado y un par de pastillas para el dolor de cabeza, agradeció con un simple movimiento de cabeza y salió de su hogar, caminaba hasta su auto cuando notó una figura posada allí.
La mujer vestía un pantalón de tela negro, blusa roja de seda, abierta en los primeros botones, tacones aguja negro y para la hora del día, ya tenía lentes puestos. Sus labios pintados de un rojo intenso le sonrieron, pero no le agradó para nada.
–Kagura– dijo casi en un gruñido de desaprobación– ¿que haces en mi casa?
–También me da gusto verte– se quitó los lentes y sus preciosos ojos rojos quedaron a la vista– vine, por que encontré algo muy interesante.
Su mano sostenía una carpeta, que levantó con orgullo mientras se separaba del auto, Sesshomaru trató de buscar rastros de mentira, podía ser alguna conspiración hecha con Naraku, para que de una vez supiera donde estaba Kagome, pero jamás lo diría.
–¡Oh vamos! No estarás pensando que estoy trabajando con Naraku– habló irritada acercándose y golpeando su pecho, ella sin duda sería la única en hacer eso y no resultar herida– esto más bien, es para deshacerte de él sin problemas.
El peliplata ya estaba irritado, así que la tomó del brazo y la hizo subir a su auto, condujo rápido hasta un café situado en el centro de la ciudad, tomaron asiento en las mesas más apartadas, Kagura pidió un café americano y Sesshomaru solo bebió el que ya tenía.
–Habla– su voz salió grave, estaba enojado y ella solo deseaba burlarse– y más te vale que sea realmente importante.
La sonrisa que ella tenía en un principio desapareció, entonces supo, que esto era grave y requería su total concentración.
•••
Bankotsu y Koga tomaban un café cargado para reponer energías, el mercenario era quien más lo necesitaba, al ser humano su energía era menor, en cambio el youkai lobo simplemente lo bebía por gusto, podía incluso estar un mes sin dormir y estaría bien.
–No vuelvo a beber a la par de ustedes– mencionaba con una horrible jaqueca Bankotsu, guardaba sus armas, en especial una alabarda, tu mayor tesoro, regalo de un difunto emperador que vio en él más que simplemente una máquina de asesinar– como demonios pueden vivir así.
–Solo hablas por que tu tolerancia es menor– responde Koga con media sonrisa– algún día, en tu larga vida podrás beber como nosotros, y verás que el alcohol no se transforma más que en agua y el sabor es insípido.
Bankotsu había pedido a su amigo llevarlo hasta el aeropuerto, tenia un nuevo contrato, tenia seis meses para llevarlo a cabo, pero claro era que no pretendía estar todo ese tiempo fuera de Tokio, necesitaba estar cerca de Kagome, sentirla antes que alguno de sus desquiciados amigos youkai quisiera marcarla.
–Bueno, te prometo que haré todo lo posible para que Sesshomaru no marque a Kagome– se despedía Koga con una sonrisa burlona– en cuanto a mi, prometo no follarla tan duro, le dejaré energías para que llegues tu.
–Idiota– susurró sabiendo bien que lo oiría, Koga reía más fuerte– ahora adiós.
Bankotsu se alejó entrando al aeropuerto, Koga se quedó unos minutos más, respondía algunos mensajes hasta que le entró una llamada de Sesshomaru, se quedó mirando la pantalla un par de minutos, era muy extraño recibir una llamada del peliplata, como si el presidente se dignara a recordar a sus plebeyos.
Soltó una carcajada por la comparación antes de responder.
–¿Se puede saber que es tan urgente para que tu me llames?– preguntó subiendo al auto y echando a andar– ¿necesitas que vaya? Por que estoy en el aeropuerto.
–Kagome no está en la casa– dijo simplemente Sesshomaru y Koga se quedó callado– trae tu puto trasero acá.
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La Dulce Fruta Para Tres
Conto•Los personajes no me pertenecen, son de la gran Rumiko Takahashi •Esta historia contiene Sesshome, BanKag y KogaKag •Si alguno de los shipp no es de su agrado no lea, los malos comentarios no son leídos y se borraran