No soy ella [XAVIKER]

Cap 9- The King

16/07/1999, 2:25 a.m.

Xavi se levantó sediento, notando los fuertes brazos madrileños arroparlo "Sí que le hace bien ser portero, sí" pensó, se separó como pudo, necesitaba un vaso de agua urgentemente.

Como pudo tanteó a oscuras el pasillo de la casa, lo último que quería era despertar a alguien por el camino hasta que llegó a la cocina y entonces si abrió la luz.

Y fue en la cocina, ya con el vaso lleno que apareció una figura adormilada por la puerta, un niño que de ser un poco más alto le habría dado el susto de su vida, pero no era un ladrón, era Unai, con cara de todavía dormir y el pelo en punta. "¿Qué hace despierto? Ay, no, lo he despertado, me van a echar" comenzó a pensar, hasta que algo le interrumpió.

— ¿Me das uno? — El niño habló con voz de no haber bebido en siglos.

— Toma, aún no he bebido. — Le tendió el suyo, sin querer había cogido el que tenía el escudo del Barça grabado en el fondo.

— Gracias. — Le agradeció, culminando con el mayor bostezo jamás realizado por una persona de metro cincuenta y cinco.

— Res, res. — Devolvió para coger otro, no tenía tanta sed como para beber directamente del grifo.

— ¿Qué le ves a mi hermano? — Unai pareció desvariar, pero le escuchó perfectamente.

— ¿Cómo? — Casi se atragantó con el agua al penar en la pregunta, ¿QUÉ?

— Porque querrías voluntariamente verle la cara cada día. — El pequeño explicó como si fuese lo más obvio del mundo.

— No lo sé, es muy bueno siempre, y muy sincero, es un superportero y siempre te sientes seguro con él, siempre intenta que sonría, es muy atento y siempre sabe qué decir, es como, como. — No sabía como terminar la frase, no le salían las palabras, pensar en él a esas horas era peligroso.

— ¿Cómo si fuese tu media naranja? — Unai divagó, recordando aquel monólogo sobre el amor de su madre. —, eso dice siempre mamá. —

¿¡Este niño tiene diez años o veinte?! Pensó Xavi al escucharle completar lo que quería expresar con toda la claridad del mundo.

— Sí, es como mi amigo perfecto, entonces quiero tenerlo siempre cerca. — Terminó su vaso de un trago. — Bueno, a la cama que a las tres es la hora del diablo. — Terminó rápido esa conversación, no pensaba ponerse más nervioso con dos preguntas.

16/07/1999, 12:00

Íker despertó abrazado por la cintura, y supo que sería un buen día, solo verle la sonrisa al despertar, le relajó y despertó a partes iguales, a su lado se sentía volar.

— Hola. —

— Hola. — Y su sonrisa se ensanchó, contagiada por la sonrisa catalana, podía despertar cada día de aquella forma.

No sabría decir si estuvo minutos, horas o milésimas de segundo, pero sus ojos le tenían hipnotizado.

Al final se levantaron, talvez al momento, tal vez a las horas, no les importaba, ese día sus padres tenía vacaciones, no les tocaba cocinar.

Se enzarzaron en una partida ensañada al juego ese de Unai hasta la hora de comer, estaba claro que el que más disfrutaba era el más pequeño, pero ambos le estaban pillando el gusto al fifa ese o como se llamase, siempre consiguen pasarlo bien juntos.

No fue una comida tan distendida como otros días, y los tres habituales de aquella mesa lo notaron, estaban cohibidos, no era lo mismo, ahora les podían juzgar, e Íker no dejaba de estar en el punto de mira, por mucho que se hubieran relajado.