No soy ella [XAVIKER]

Cap 10- Es por ti

16/07/1999

Casillas vio desde la orilla de la piscina como Xavi flotaba por el agua, a él no le fascinaba la idea del chapuzón, pero la orilla con los pies en remojo, por la zona menos profunda y mientras la vida le regalaba a su amigo nadando era suficiente para sacarle una sonrisa enamorada.

— Vinga Íker, no me seas gato. — Tal vez llevaba demasiado tiempo divagando, Xavi frente a él todo su torso sobresaliendo del agua y cogiéndole la mano.

— Está muy fría. — Respondió sin mucho misterio.

— Que no, que está buenísima. — Xavi se apoyó en el bordillo, cara a cara y a centímetros de distancia, se le erizó la piel.

— No quiero, se está muy bien aquí. —

— Venga, un poco y ya vuelves a freírte al sol. — El Íker era débil cuando se trataba del catalán, así que asumió que le tocaba baño.

— Vaale, ahora me meto. — Y un beso en la mejilla prácticamente le obligó a sumergirse al instante para no ahogarse del calor que le invadió, ¿¡En qué estaba pensando este tío!?

No supo decir cuánto tiempo estuvo flotando mientras rondaba al catalán, delineando su pálido cuerpo perlado, y admirando como su cabello cubría parte de su cara.

Le siguió un par de juegos, le abrazó y se dejó llevar a la parte más profunda, donde tuvo que admitir sus prácticamente nulas habilidades en la natación.

Sus cuerpos gravitaban sin quererlo, sus manos rozaban sin intención, sus ojos se buscaban sin querer.

Y de un momento a otro la piscina estaba vacía y ellos a centímetros de distancia, Íker teniendo el mayor debate interno de toda la existencia humana, no podía solo él notar esa tensión, se estaba volviendo loco, Xavi hacía cosas muy raras.

Su burbuja se vio rota al oír un grupo de canis chillar, un tipo de adolescentes que a él personalmente le daban mucho miedo, así que aprovechando lo nervioso que parecía también el catalán, lo sacó del agua y recogió todavía con una sensación extraña en el cuerpo.

Íker siguió feliz a Xavi, quien, presumiendo que ya sabía llegar, casi se metió en la zona más chunga del barrio, y aun así se dejó guiar, sabiendo que por mucho que se quejase, su corazón explotaba de felicidad y frustración al, con esa misma felicidad recordar que nunca sería correspondido.

Salió de sus pensamientos al ver a Xavi plantarse ante un edificio que había visto dos veces en su vida.

— Ya hemos llegado. — Xavi habló orgulloso.

— No sé cómo decírtelo, pero es la segunda vez en mi vida que veo este sitio. — Íker contestó aguantándose la risa, allí vivía una compañera de la primaria, ¿Cómo habían terminado allí? No lo sabía, y, si se era sincero, si era con Xavi, le daba igual.

— ¿Pero tú sabes volver, no? —- Íker asintió ante la pregunta, claro que conocía su ciudad. — Entonces llévame. — Xavi le pidió en aquel tono que tanto le gustaba, como si ya diese por sentado que él estaría allí.

— Pues claro, anda, vamos, no te me vayas a perder. — Íker le agarró inconscientemente del brazo, notando su mano arder ante el tacto, soltándolo al instante, no era momento de ponerse nervioso.

— Este sitio es muy diferente a Barcelona... — Xavi habló embobado mirando a su alrededor, eran bloques de pisos, ¿Eso era igual en todas partes no?

— Supongo. — Íker contestó sin querer, tenía razón, Móstoles era distinto a Barcelona, probablemente porque la suya era una ciudad normal y no estaba expuesta a todas las paranoias artísticas de la capital catalana.

Al final llegaron a casa, esta vacía, e Íker supuso que habrían salido a dar una vuelta o alguna de esas cosas que hacían las familias felices.

Se cambió de ropa, la enjuagó y la tendió junto a Xavi, querían aprovechar que aquella tensión de sentirse observados había desaparecido, como si estuviesen haciendo algo malo, algo prohibido.

Como si en el fondo ambos supiesen que tal vez, y solo tal vez, sus acciones podrían confundirse estrepitosamente por románticas, cuando obviamente eran puramente amistosas.

Cenaron con su familia, no le molestaba del todo, pero todo parecía cambiar cuando les tenía cerca, no se atrevía a hacer cosas, era raro, y lo fue hasta que se metieron a la cama, ya ni disimulaban, Íker se tumbaba al lado del mayor y se dejaba abrazar directamente.

— Íker, Íker, Casillas. — Xavi susurró, acariciando el pelo con cuidado, serían sobre las doce, pero no podía dormir.

— Qué pasa. — Íker contestó medio despierto, medio intentando dormir.

— ¿Estás despierto? — Volvió a susurrarle.

— Tú que crees. — Contestó, no lograba conciliar el sueño, le era imposible.

— ¿Y no tienes sueño?—

— Quieres hacer algo, ¿no? — Íker se giró al hablar, sin esperarse prácticamente rozar la nariz catalana, un escalofrío le atravesó de la nariz a los pies.

— Puede. — Xavi escondió la cabeza en su cuello, algún día de estos lo mataría.

— Es tarde, cierra los ojos anda. — susurró acariciándole el pelo, cuando no estaba lleno de gomina era supersuave y le encantaba, casi tanto como abrazarle como lo estaba haciendo.

— No puedo dormir. — Susurró para sin poder evitarlo bostezar, los brazos de Íker eran demasiado cómodos de repente.

— Pues no pareces muy nervioso eh. — Contestó como pudo, no podía dejar de acariciarle y no tenía muy claro hasta qué punto eso lo hacía un amigo.

— Eres relajante. — Un susurro escapó de los labios catalanes, quien, ya con los ojos cerrados no tenía consciencia de sus palabras.

Íker se quedó sin palabras y sintió como su cara ardía, no soportaba el sofocante ambiente ni sus ganas de besarle, no podía solo notarlo él ¿Se lo estaba imaginando todo? Imposible, ¿O sí? Joder que Xavi tenía novia, que no podía estar preguntando si había rollo en medio de la noche por un abrazo, en qué cojones estaba pensando.

Aun así, la negación le duró nada y menos, su piel picaba al tacto y sentía hormigas recorrerle todo el cuello al compás de la respiración ajena, era demasiado para su pobre corazón.

Creyéndole durmiendo besó sus labios, apenas un roce, una curiosidad, algo malo que moría por hacer con su amigo despierto y pidiéndole permiso, un contacto eléctrico que viajó por todo su sistema.

Estaba jodido.

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Lolamento 😔

Empiezo a tener inspiración llamad a un medico que I feel like maratón

Yo me despido misamores