23/07/1999
La tarde cayó como un ladrillo, espesa y reticente a avanzar los minutos sobre aquel claro en la colina donde el sol brillaba en lo alto y dos chicos fingían no querer pegarse el uno al otro, amparados por el calor, aunque allí, en la sombra, la estrella solo brindaba luz.
En un principio habían estado hablando de la forma de las nubes y reído con referencias, pero ahora se sumían en un silencio lleno de tensión.
Y a Íker ese silencio le había llevado a pensar en aquel consejo que él catalogaba como "De mierda" pero que le llenaba de curiosidad, "Bésalo" se repetía en su mente.
Y al final se rindió ante aquellas ganas que nacían en su mente y se acumulaban en su pecho.
Era el momento perfecto, una tarde de verano, con Madrid a sus pies en aquella colina, tumbados admirando las nubes, aunque hacía un rato que Íker notaba unos ojos sobre su perfil y más bien miraba nervioso hacia arriba.
En algún punto bajó la mirada, topándose con esos ojos marrones que le quitaban el aliento, y todo pareció parar. El mundo en silencio, solo ellos mirándose a los ojos, solo ellos a centímetros de distancia, solo ellos acariciándose las mejillas, solo ellos en un mundo que parecía hermoso.
Xavi se sentía volar, sentía el calor que emanaba el cuerpo ajeno acercarse lentamente, nublando su mente y embriagando sus sentidos, tanto que no podía pensar con claridad. No era consciente del inminente suceso, o quizás sí, pero parecía tan perfecto que estaba de acuerdo.
Un fino hilo que separaba dos personas, completamente tenso y listo para ser roto, apenas un par de intimidantes milímetros que marcaban algo mucho más importante que una sencilla caricia.
Una tensión que les mantenía quietos, mirándose a los ojos y aguantando la respiración.
E Íker se dejó mandarlo todo a la mierda cuando Xavi suspiró tras contener la respiración, demasiado tiempo aguantando sus deseos, demasiado tiempo intentando que lo notase sin éxito alguno.
Con clara inexperiencia y los nervios a flor de piel, colocó su mano en la nuca ajena, tragando seco al notarse inminente el contacto y ver como no había el mínimo rechazo.
Sus narices rozaron, ambos sonriendo por lo agradable que se sentía notar al contrario en su piel.
Y casillas cortó el espacio que les separaba, un beso tímido naciendo, el primero de Íker, el primero que logró mover el mundo de Xavier.
Apenas duró unos segundos, una caricia efímera que para nada correspondía a lo que habían sentido, pero que puso a sus sistemas nerviosos patas arriba.
Y cuando se separaron, Íker admiró el sonrojo en la cara catalana, su propio rostro ardiendo y sonriente, un primer beso bien usado, definitivamente.
Casillas no supo qué decir, el cosquilleo que le recorría le impedía hablar, quedando con una sonrisa boba enfrente de la cara barcelonista. ¿Qué se dice después de un beso?
Xavi, en cambio, no podía borrar la cara de merluzo que se le había quedado, no era capaz de asimilar lo que le había hecho el beso a su cuerpo, mucho menos quién había sido el principal culpable o cómo quería repetirlo.
Hasta la fecha los besos que había dado habían estado llenos de decepción, no asimilaba lo que le acababa de pasar.
Se quedó mudo, notando su cara arder y su respiración pesada chocando contra la cara madridista, quería repetirlo, urgentemente, sin pensar en nada, sin ser plenamente consciente de lo que comportaba aquello.
Pero él no pudo hacer nada, la caricia en su mejilla acaparando toda su atención, acababa de morir y aquello era el cielo, no había otra explicación, todo parecía irreal, surrealistamente perfecto, con una leve excepción, los dedos que le acariciaban no eran finos ni femeninos, eran gruesos y ásperos, eran de hombre, cosa que lo hacía todo todavía más extraño.
Y para rematar su incertidumbre, Íker le volvió a mirar de aquella manera que le arrebataba el aire, como si viese a través de su alma, con una intensidad y deseo a los que no sabía reaccionar, así que se dejó hacer cuando volvió a acercarse y las mariposas volvieron a aparecer en su estómago.
— ¿Xavi? — Íker le susurró asustado, y él, como un engranaje, se separó, notando al instante la falta de calor en su mejilla, echándola de menos al instante.
Íker se incorporó, viendo como el mayor se tapaba la cara, y más que culpa sintió satisfacción, estaba rojo por él.
Quizás Pablo no estaba tan loco.
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BON NADAL
Mi pequeño regalo 🫶
Feliz navidaad
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No soy ella [XAVIKER]
FanfictionRetrocedamos un tiempo, al verano del 99, donde un joven portero no sabe por que le apena lo bien que le va en el amor a su mejor amigo. donde a un centrocampista promesa se le rompen los esquemas mlm !Desde el respeto y mi imaginación, si no te i...