Capítulo 4 - Una ciudad bañada en celeste.

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<<Nos preguntamos el sentido de ver y contemplar. ¿Por qué observar un lugar cuya forma y dimensiones nos son memorizadas y aprendidas? ¿Por qué no, entonces, buscar un nuevo lugar que ver o aferrarse a lo que ya anteriormente hemos visto?
Ser capaces de maravillarse a uno mismo es lo que nos hace capaces de encontrar soluciones. Tanto al mundo, como a nosotros mismos; afrontarlo, vivir, prosperar.

Observar más allá que una mera vista simplista puede darnos respuestas que antes se escondían en pequeños rincones polvorientos. Admirar este pequeño e imperfecto mundo es lo que nos hace caminar más allá, en busca de verdades escondidas... Verdades perfectas...>>- G.


Unas largas y sinuosas figuras eran pintadas y estrechadas en el manto de la noche. Monstruos y bestias nacían de la nada. Para el mudkip, entonces, toda la ciudad ahora era el monstruo que lentamente desaparecía con el caminar del toxtricity por el Distrito.

Llegados a la plaza, él suspiró aliviadamente al encontrarse en una zona familiar. Las flores de la fuente, sin embargo, parecían que observaban directamente a la luna; a su luz celeste que bañaba todo el lugar. Algunos pokémon que estaban allí caminando se pararon para ver la preciosidad que era ver lo no-vivo bañado de tal luz.

Siguiendo a Alkrad, ellos dos llegaron al interior de la tienda de jardinería y agricultura. No era muy difícil de distinguir de otros establecimientos, sobre todo por ser el que tenía un letrero con una preciosa rosa verde pintada en su superficie.

El mudkip caminó entre las pequeñas mesitas en donde varias flores habían sido cultivadas dentro de pequeñas macetas. Todas de distinta forma y color, formando una preciosa imagen variopinta, aun cuando había suciedad por culpa del destrozo acontecido.

Caminaron entre las plantas hasta llegar al mostrador, donde una charmeleon, vestida con un chal blanco, amarrado por un emblema de estrella de cuatro puntas, estaba ayudando a la pobre ivysaur quien estaba sentada cabizbaja y angustiada.

—¿Se encuentra bien? —preguntó la tipo fuego, dándole una ligera caricia en la espalda para poder reconfortarla—. Si quiere usted, puedo traerle alguna baya, algo de agua o...

—No, no. Está bien, Amby... —ella respondió con una voz cansada por la edad—. Muchas gracias por todo, querida... Por favor no te vayas a quedar muy tarde por aquí... Mañana tienes clases, ¿verdad? Por favor, no malgastes tu tiempo, querida.

—No voy a malgastar mi tiempo si al final le ayudo, señorita Leaf —suspiró, su cola salía por debajo del alargado chal. Esa voz dulce, saliendo como notas de un recital, reconfortaba a la pobre Ivysaur, e incluso a los dos pokémons detrás suyo. Pero, incluso así, Tajo pudo notar que entre esa aparente suavidad, había fragilidad.

Tajo pudo ver una marca triangular carmesí en la frente de la lagartija, mientras que ésta se volvía hacia ellos con una mirada sorprendida.

—Oh, lo siento, no os vi —se disculpó formalmente, dando un paso hacia atrás para dejarles avanzar, y también para que ellos estuvieran se acercasen para poder preguntarles—. ¿Qué ha pasado con los forajidos? ¿Han... Escapado?

—Nope —Alkrad respondió con una notable soltura. No solo por la abominable formalidad de la tipo fuego, sino porque él parecía ignorar la melancólica mirada de ella al escuchar su sólida respuesta—. Los han capturado. ¿Pasa algo?

—No, no nada... —sacudió su cabeza, para después tomar un par de pasos hacia delante e irse de la tienda, no sin antes dejar escapar un: 'Qué pasen una buena noche' por debajo.

Los tres miraron como ella se iba. Alkrad todavía quería sentir simpatía por ella, pero ese emblema, signo de grandeza y superioridad sobre todos, era algo que le hacía romper cualquier sentimiento que podría haber compartido. "Todos eran iguales, así que es mejor simplemente atarlos bajo un mismo saco. Ninguno cambia, al fin y al cabo".

Pokémon Mundo Misterioso: Tempus FugitDonde viven las historias. Descúbrelo ahora