Pokémon Mundo Misterioso: Tempus Fugit

Capítulo 2 - Renacido del agua, el cordero se levanta.

<<La magia no es más que otro ente que vive en los confines más profundos de nuestra mente. Alimentada por maná, una energía que pocos llegan a alcanzar y obtener (y por ende son los llamados 'dotados'), la magia es traída a nuestra realidad.
No obstante, este ente es curioso y hambriento... Si ignoras sus necesidades y no le das sustento, entonces, nos carcomerá por dentro.>>
-El entendimiento de la magia -G.

Mi vida nunca fue regalada. Cada cosa tuvo su debido coste y sacrificio, yo siendo algunas veces quien tenía que servir de moneda de pago para este destino. Nunca había pedido yo vivir de esta manera, pero al final, fue dónde las mareas me trajeron por este largo río que era la vida. Y, para mi mala suerte, acabé en un cauce que no tenía salida.

Estaba tendido en el suelo mientras mis ojos miraban arriba hacia las farolas, en cuyos interiores se encontraban bombillas que iluminaban la escena, y a la vez añadían nuevas sombras que hacían todo más difícil de ver.

La larga calle ahora estaba vacía a excepción de yo, la lluvia, las casas, cuyas figuras originales se perdían en lo más recóndito de la noche, transformándose en monstruos y bestias de formas alargadas, los bosques de farolas, las vertientes del agua de la lluvia, y el señor que me miraba mientras sostenía su 'herramienta de negocios'.

La sombra del sombrero tornaba sus rasgos faciales en mera nada. No obstante, yo no necesitaba verle la cara para saber y sentir su ira y decepción por el plan fallido que tuve.

Fui yo, una vez, adoptado de maneras forzosas en aquella familia. Una familia cuyos lazos se construían a base de negocios y cadáveres, donde los hilos no importaban más allá que los hechos dados entre ellos. Todo era pragmático, si no habían hechos que justificarían la relación que nos uniera, entonces no sería verdadera.

Habiendo perdido mi primera familia por la segunda, meramente no tuve más elección que vivir en su lecho, apartado de la vida de una familia de pescadores, cuyas casas siempre estaban llenas de herramientas de pesca, a la vida de una familia cuyas herramientas estaban siempre llenas de sangre. Dónde yo aprendí a utilizar los 'negocios' para mi propia ventaja, o más bien, para la ventaja de la familia.

Por ello, ya podía intuir el sentimiento de fracaso que tendría el padre al mirarme otra vez, como si estuviese observando a su amigo que le acababa de robar todo, y lo hubiese incinerado en frente suya.

El plan de escapar de la ciudad llena de serpientes de humo negro fue en vano. Tanto en planeación como en la práctica. Nunca tuve la capacidad de escapar del cauce, y ahora me quedaba yo como una gota apartada del río, secándose, lentamente.

—Y esperaba tantas cosas de ti, qué pena que tengamos que acabar esto de tal manera... —comentó el señor, alzando su herramienta, y apuntándola hacia mí—. Esperemos que en la próxima vida no seas otro inútil.

Presionó el gatillo antes de que pudiera decir nada más, todo se tornó de una luz amarilla a la absoluta oscuridad... Y, de esa oscuridad, una luz se empezó formar...

{...}

De una sacudida, el Mudkip se levantó hiperventilando. Se encontraba encima de una cama mullida de heno y paja, con una sábana blanca sobre él. Miró a todos sus lados, estaba dentro de una habitación desconocida, en un ambiente completamente ajeno al que recordaba... Espera, ¿qué recordaba si quiera?

Por la ventana al lado suya, la clara luz del Sol llegaba a iluminar el espacio desordenado en donde estaba. Se sacudió la cabeza, y abrió y cerró sus ojos un par de veces para adaptarse a sus alrededores.