Amor que duele [Lumity]

Capítulo 14

Luz

Desde que era niña sufrí maltratos y bullying por parte de mis compañeros debido a mi condición.

Déjenme explicarles el por qué, yo poseo a los dos miembros de reproducción, y, es por eso que constantemente he pasado por el rechazo de muchas personas, y el único cariño que he obtenido a sido por parte de mis padres y mis dos mejores amigos; Willow y Augustos.

Ellos son los únicos que me aceptaron por como soy y nunca me han tratado mal, por el contrario siempre me apoyaron y estuvieron para mí en mis momentos más solitarios y tristes.

De niña creí que si mis padres me aceptaban las demás personas también lo harían, pero vaya, que equivocada que estuve. Eso lo descubrí de la peor manera a mis 14 años.

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Flashback

—Entonces... ¿Eres una chica?

—Si

—Pero tu no eres como nosotras.

—Solo soy un poco diferente, eso es todo.

—¡Eres un bicho raro!

—¿Eh?

Voltee sorprendida y ví a Sebastián, el bully de nuestro curso.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo y mis manos comenzaron a temblar, todos sabían como era él, se jactaba de tener dinero y padres que lo consentían en todo lo que quería.
Le gustaba burlarse de las personas y nadie tenía el valor de enfrentarlo.

—Eres un bicho raro —comenzó a burlarse.

Las chicas también lo hicieron y, tal vez fué por miedo al inicio pero ya después noté que lo disfrutaban.

Las lágrimas comenzaron a llenar mis ojos y un nudo se formó en mi garganta.

Sebastián se asercó y me empujó con fuerza al suelo.

Yo caí con todo mi peso y apenas me levanté las chicas comenzaron a llamarme de muchas formas horribles.

—Eres una abominación Luz —dijo Elizabeth y comenzó a reír junto con sus amigas.

—Miren ya va a llorar.

—Que patética.

Comenzé a llorar y giré mi rostro para no ver a ninguno de ellos, entonces escuché la voz de Amanda, la chica de mis sueños.

Me gusto apenas la ví entrar por primera vez al salón. Por ella descubrí que soy bisexual, quedé atontada con sus rasgos; cabello castaño, ojos azules, labios gruesos, y un cuerpo precioso, además su estilo elegante la hacía mucho más atractiva.

Ella se acercó a ver la escena y de inmediato todos se apartaron dejandome tirada delante de mi crush.

—¿Luz? ¿Qué te pasó?

—Y-yo...

—Lo que pasa es que Luz es mitad hombre ¿Monstruoso no crees? —rió Sebastián.

—¿Hombre? —dirigió su mirada a mi entrepierna.

Me sentía más que me humillada y no paraba de llorar arrepintiendome de ser tan incrédula y contar mi secreto.

—Bueno ya, no la molesten, y Luz —me miró— me gustaría hablar contigo a la salida ¿Si?

Solo asentí con la cabeza.

Todos se fueron y yo me levanté aún con lágrimas bajando por mis mejillas y murmurando algunas maldiciones para mí misma, camine directo a los baños para lavarme la cara y dirigirme al salon, pues estoy segura de que no falta mucho para volver a las clases.