Mi pequeño alfita (sungsun)

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Sunoo había podido sobrevivir a duras penas, su piel se veía pálida, sus ojeras estaban marcadas y su cuerpo estaba débil por la gran cantidad de sangre que había perdido. Heeseung, se encontraban arrodillado en el suelo, agradeciéndole a los doctores y a la diosa luna por haber permitido que Sunoo saliera vivo de esto.... Y bueno, con respecto a la bebé, había sido una niña hermosa y rica en salud, de piel pálida por cierto, igual a la de Sunghoon,

Sunoo aún seguía inconsistente y dijeron que podía pasar hasta dos días así, por lo que el mayor era quien se estaba encargando de todo. De sus cuidados, limpieza, sacar leche con el extractor para poder alimentar a la bebé, encargarse de bañarla, vestirla y darle mucho cariño. Realmente no le molestaba en lo absoluto encargarse de esto el solo, el prometió que estaría para él siempre que lo necesitara. Le hizo una promesa a Sunoo y no iba a romperla por nada del mundo.

Los padres del omega habían vuelto a París por lo del nacimiento de Sung-Hee. No solo Heeseung se había quedado cautivado por la belleza de aquella pequeña de apenas un día y medio de vida, sinó también los padres de Sunoo, Nicholas, Ej y los doctores.

Era realmente parecida a Sunghoon, por lo que Heeseung río mientras la veía tocar su cara tranquilamente. Sunoo iba a armar un berrinche, pues dijo que no quería que esta fuera idéntica a su ex y lo era, pero era increíblemente hermosa.

—Gracias por tanto Heeseung— dijo el omega mayor acercándose hacia él, mientras ponía su mano en el hombro del alfa en señal de apoyo.—Ve a descansar un poco, yo cuido de Sung-Hee.— sonrió Jungkook, mientras veía al menor negar dulcemente.

—¿Como podría hacerlo cuando necesitan de mi?, apenas llegaron a París, debió haber sido un viaje largo y seguro mecesitan descansar, no se preocupen en serio, una vez que duerma a la niña entonces iré a descansar un rato en la habitación de Sun.

—Deja se ser tan dulce y por una vez piensa en ti, te enfemarás si sigues así— dijo el padre de Sunoo mientas tomaba a la niña entre sus brazos para que este fuera a descansar.

—Sabes que está en buenas manos— sonrió el omega, mientras dejaba un besito en la mejilla de la cachorra.

—Lo se perfectamente— sonrió el menor para después hacerle una reverencia e irse hacia la habitación de Sunoo.

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♡ Primer mes ♡

Había sido difícil, tanto para Sunoo como para Heeseung, Sung-Hee era una niña que requería mucha atención y cuidado, incluso dormía con ambos, por si necesitaba alguna cosa en la madrugada. Le gustaba mucho ser consentida e incluso lloraba si alguno de los dos no la abrazaba o besaba sus mejillas mientras la dormían.

Ese primer mes, hicieron una sesión de fotos para ella, llevaba una corona de flores moradas y un vestido del mismo color con detalles de flores y mariposas. Ella lucía como toda una princesa, como si hubiese sido sacada de un cuento de hadas.

—¿Como crees que será cuando esté un poco más grande?—preguntó Sunoo con delicadeza, mientras la veía dormir entre sus brazos con tanta tranquilidad, haciendo que ambos mueran de ternura por aquella imagen tan preciosa.

—Será la niña más linda y más amada de este mundo, no tengo duda de ello— dijo Heeseung besando la cabecita del omega, quien lo miraba con una tierna sonrisa en sus labios.

—Gracias por todo Hee, no se que haría sin ti— murmuró el omega con una sonrisa, mientras veía la linda y tímida sonrisa del alfa posarse en sus labios.

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♡ Segundo mes ♡