—Kim Sunoo— suspiró su padre mientras llevaba su mano al puente de su nariz masajeando este por unos segundos, para lugeo voltear a ver los ojitos de su omega cristalizándose, mientras hacía aquel tierno puchero que acostumbraba a hacer desde que era un niño.
—Perdóname.— murmuró Sunoo mientras limpiaba sus lágrimas y hacía una reverencia. Lo sé, tal vez estaba haciendo el papel de ridículo, su padre no era malo, pero aún así, sabía que debía estar molesto por no haberle mencionado sobre su relación con Sunghoon.
Un gran suspiro salió de los labios de su padre, para luego acercarse a el. En un princípio tenía pensado en reclamarle la razón por la cual jamás nombró su relación, pero al verlo tan fragil y al borde del colpso, supo que solo tenía que entenderlo y darle su espacio, porque después de todo, Sunoo ya era un adulto capaz de tomar y hacerse responsable de sus decisiones. —No hay nada que perdonar. Lo único que importa aquí es... ¿Lo amas?— preguntó su padre mientras se acercaba a su hijo para limpiar sus lágrimas.
—Mucho— sorbió su nariz Sunoo, mientras mantenía en sus labios aquel tierno puchero que había hecho desde que vió a su padre con un semblante serio.
—Eso está perfecto. ¿Es un buen alfa?— preguntó su padre mientras ayudaba a Sunoo para que se sentara en el sillón. Sabía que estaba nervioso, su olor lo delataba y jugar con sus manos cuando estaba asustado, era una costumbre había cogido desde muy niño, así que solo trató de hacerlo sentir mejor.
—Si, es muy dulce y me trata bien. Me cuida mucho y me ama tanto como yo lo amo a él. — murmuró Sunoo jugando con sus manitos.— ¿Te molesta que esté con alguien que no tenga dinero?— preguntó Sunoo con temor, mientras escuchaba a su padre carcajear ante lo recién preguntado.
—Creo que eso ni siquiera es importante. Si es dulce y te trata tan bien como lo mereces, voy a estar feliz por ti y apoyaré su relación. Siempre y cuando no se aproveche de tu bondad.— mencionó su padre dándole un abrazo a su hijo, pues sabía que lo necesitaba. —Estoy un poco enojado porque no lo me dijiste tu personalmente, pero ya eres un adulto y puedes tomar tus propias decisiones, yo no interferiré en tu relación a menos que ese alfa te haga daño.— dijo su padre con una sonrisa, mientras veía a Sunoo asentir lentamente ante cada una de sus palabras.—No le hagas caso a lo que diga la gente, siempre y cuando tu seas feliz, entonces todo lo vale.
—Muchísimas gracias por comprenderme y aunque jamás te haya mencionado algo al respecto— agradeció Sunoo, mientras abrazaba a su padre y pensaba que tal vez le debió de haber dicho en un principio sobre lo suyo con Sunghoon.
—Pero Sunoo, escúchame. Hay problemas en la empresa que está en París y necesito a alguien que vaya un tiempo para allá. Preferiblemente tu, igual tu decides si aceptar o no, pues como están las cosas, es mejor que te quedes con tu alfa.
—Prometo que algún día lo llevaré a casa— sonrió Sunoo, mientras juntaba su meñique con el de su padre, prometiéndole que algún día lo presentaría formalmente ante ellos.
El padre de Sunoo se quedó analizando a su hijo por unos segundos con sospecha, pues llevaba un olor más dulce y ademá, olía minimamente a leche materna.
—¿Te estás cuidando bien cielito o al menos alimentando de la manera correcta?— preguntó su padre, pues estaba empezando a sospechar algo que seguramente su hijo aún ni sabía.—Estos días han sido estresantes, así que no creo que me esté cuidando lo suficientemente bien y he comido muy poco, ¿por qué?— preguntó Sunoo, mirando con extrañeza a su padre.
—Necesitarás estar sano, los embarazos lo requieren— dijo su padre de la nada, mientras se levantaba con una enorme sonrisa para empezar a caminar hacia la puerta de la oficina de Sunoo.

ESTÁS LEYENDO
Mi pequeño alfita (sungsun)
ContoSunoo era un empresario un tanto malhumorado, a veces solía ser frío con sus empleados. Era estricto y para muchos, era una persona sin corazón. Todo lo contrario a Sunghoon, un alfa lleno de dulzura y amor para dar, aún cuando la vida estaba apunt...