Mi pequeño alfita (sungsun)

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Sentí que por un momento el mundo se me venía encima, las miradas de todos de posaron en mi, mientras mi hija apretaba mi pierna fuertemente con una sonrisa. Yo solo podía ver a Sunghoon quien parecía voltearse en cámara lenta hacia mi, su mirada de dolor y decepción se conectó con la mía lo que hizo que quisiera salir de ese lugar y ocultarme para siempre como un niño pequeño.

Si bien hace mucho había terminado con mi "alfa" (destinado), no iba a negar que me hacía falta su presencia, pero en el pasado fui lastimado de la peor manera. Había recibido humillaciones y gritos, me había arrodillado ante varias personas e incluso fui abofeteado solo para conseguir un corazón para Jungwon, y todo para ser pagado de la peor forma por mi alfa.

Sintí como todos aquellos momentos se revivieron una y otra vez en mi cabeza arrugando mi corazón por completo. Recordé cuando ví a Sunghoon besarse con aquella omega en la cocina de aquel hogar que había sido comprado por mi, cuando me terminó de la peor forma posible y el día en el que tuve que huír de Corea con mi corazón vuelto trizas, pero también recordé todo lo feliz que había vivido Sunghoon.

Quería llorar, no lo iba a negar, mis piernas no estaban respondiendo correctamente y sentía como si en algún momento fuese a caer de rodillas.   Vi a Sunghoon acercarse a mi con una molestia notable en su mirada, pero no iba a dejarme intimidar, cuando ya había pasado por tanto por su culpa.

Su mano tocó la mía, lo que hizo que sintiera un corriente eléctrica recorrer por todo mi cuerpo y de repente, sentí mi brazos ser tirado por Sunghoon.

No volteé a los lados, no quería mirar a nadie y menos por lo incómoda que estaba siendo situación. Mientras me alejaba, pude oír los gritos de mi pequeña y también sus pequeñas pisadas tratando de alcanzarnos así que volteé, para ver como mi padre la toma entre sus brazos y se la llevaba seguramente a su oficina.

Muchas emociones se mezclaron, el resentimiento, dolor y un poco de añoranza al volver a sentir su delicioso aroma, pero eso no me iba a hacer doblegar ante él.

—Puedo caminar solo— dije soltándome bruscamente de su agarre mientras subíamos las escaleras, ya se a donde se estaba dirigiendo así que no tenía porqué seguir tocándome.

Sunghoon no dijo nada, solo permaneció callado hasta que llegamos a la zotea del edificio. Sabía que estaba furioso, pude olerlo y la verdad yo también lo estaba.

De la nada los gritos empezaron, ambos estábamos peleando mientras llorabamos por la situación. —¿¡Como crees que me siento al saber que soy padre y que me privaste del derecho se estar con MÍ hija durante todos estos años!?— gritó Sunghoon haciéndo énfasis en la palabra "mí".

Sunoo solo lo miró con decepción en su rostro, mientras se acercaba lentamente a él y le respondía de la misma forma, mientras ponía su dedo en el pecho del alfa para empujarlo a medida que iban saliendo sus palabras— ¿¡Como crees que se sintió enterarme que estábamos por tener una hija y que el día que iba a decírtelo te haya encontrado besándote con otra!?— gritó Sunoo, mientras veía el rostro destrozado de Sunghoon.

—¿¡Por qué no puedes simplemente desaparecer de mi vida así que como hiciste durante esos 4 años!?. No te necesité y mucho menos lo hago ahora, estamos felices de la manera en la que nos encontramos — volvió a gritar Sunoo al ver que Sunghoon se había quedado callado al oír aquella confesión.

—¡Porque te sigo amando y porque te he extrañado cada minuto y cada maldito segundo desde que te fuiste!— confesó Sunghoon haciendo a sunoo callarse inmediatamente.

No voy a negar que mi corazón palpita fuertemente al escuchar sus palabras, pero también dolieron como el infierno. —Por favor, ya para de lastimarme— suplicó Sunoo mientras se alejaba un poco de Sunghoon.