Capítulo nueve: Its ok baby girl, i got you.

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BELEN


[El olor a vino rancio inundaba la cocina, Hugo, el amigo de mi padre seguía bebiendo. Mi papá había ido a buscar las llaves del auto para llevárselo a casa. Yo estaba en Arauco, mi ex me había engañado y quería desaparecer un tiempo de Santiago. Hablé para hacer mi práctica de Trabajadora Social en una escuela del lugar y mi papá estaba feliz de tenerme conmigo. Arauco siempre había sido mi refugio y él siempre acogía a los desamparados y Hugo era un hombre sin dinero y con vicios, tenía animales y mi papá hacía negocios con él. Fui a hacerme un té para luego subir a mi cuarto, me dio un poco de pena verlo en ese estado pero no dije palabra. En eso el hombre, me miró y estiró la mano.

--¿Qué pasa don Hugo?

--Ven, chiquilla, ven.

--¿Quiere algo más?...

Me cogió fuerte de la cintura, pasando sus dedos por mi trasero, me olió fuerte y se pegó a mi cuello, sentí el olor asqueroso de su piel, rancio, alcohólico. Traté de zafarme y no pude. Me apretó más fuerte y dijo.

--Si te llego a follar, seguro te embarazo, estás fértil.

--Suélteme...

--Te deseo Belén...

--Suéltame huevón...

Logró bajar mi pantalón, mi vagina quedó al descubierto, él también se bajó el cierre del suyo y vi su pene, pequeño, asqueroso, tratando inútilmente de penetrarme. Grité de horror y él me tapó la boca con un beso que me hizo querer vomitar. Y en eso entró mi papá, al mismo tiempo que me lo saqué de encima y le espeté.

--¿Quién mierda se cree para tratarme así? Nunca voy a estar para usted...nunca...

La mirada de mi viejo se endureció, mientras veía como lloraba y me subía la ropa, sus ojos de aceituna que brillaban se apagaron de pronto, lo sacó de la casa, diciéndole que haría la denuncia en la policía. Él, se reía diciendo, abrochándose el cierre del pantalón.

--¿Y quién le va a creer? Yo puedo decir que ella me provocó, nadie les creerá, no la violé...

Yo comencé a llorar, hecha un ovillo en el sillón. Mi papá volvió y me abrazó, me contuvo y dijo.

--Todo está bien mi chiquitita, perdón por dejarte sola con él...

--¿Vas a seguir trabajando con él?

--No, que se vaya a la mierda...haré que se vaya de aquí, que venda todos sus animales y se vaya.]


Odiaba soñar con ese momento, acababa vomitando, o llorando o luchando con las sábanas. Pero era la primera vez que tenía esa pesadilla recurrente durmiendo con otro y no pensé en esa posibilidad cuando accedí a dormir con Pedro. Desde que Andrés me engañó y Hugo casi me violó, no había vuelto a dormir con un hombre, en ocho años. Había perdido la costumbre de estar en la misma cama con alguien más. Pedro en medio de la noche, me había abrazado, presionando su masculinidad contra mi cadera y como acto instintivo, reaccioné zafándome y pegándole en el brazo. Esa reacción lo descolocó. Yo seguí durmiendo, él se alejó un poco, pero al instante, decidió resolver lo que estaba ocurriendo, creo que lo intuyó desde la primera noche que pasamos juntos. 

Mi Sono Innamorata (Pedro Pascal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora