"Una lágrima la luna dio
Así se hizo el Chaway
También el sol lloró
Lágrimas de oro y amor.
El sol se encuentra triste
Y dolido ha estado su corazón
Quiere besar y tomar su mano
Pasa el tiempo y no la olvida"
(Canción mapuche de amor entre el Sol...
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09 de febrero de 2030.
BELEN
Otra vez, aquí por la conchasumadre. Consultorio del gine que atendió el parto de Maylén, que nos mira con curiosidad, mientras atisba en el ecografo.
--Belén, ¿Cómo se ha sentido?
--Más o menos...
--¿Planificaron este embarazo?
--Eh, no doctor, no...
--¿Le falló el método anticonceptivo?
--Bueno, no falla el método, fallan las personas que usan el método, si yo sé que la responsabilidad es nuestra.
—Ósea, debe haber sido un descuido, una vez que no usaron preservativo y un día en que usted no se tomó la píldora anticonceptiva.
--Si, fue eso, por la fecha, coincidió cuando me ofrecieron ir al Festival de Viña.
--Claro, pero, un descuido, produce esto.-suspiró el doc.-veamos entonces, que nos trae el tercero o la tercera.
--¿Y tú por qué estás tan callado, Pedro?
--Belén...-responde alzando una ceja y cruzando los brazos.
--Pero el descuido no fue sólo mío y tú estás muy callado.-le espeté.-ven.
Pedro continua en silencio, en ese silencio culposo, porque él es consciente que no quiero ser mamá de nuevo. Es decir, quiero pero no quiero, tener un tercer hijo no estaba en nuestros planes. Me siento mal, vomito hasta el alma y el maravilloso embarazo de Maylén parece un recuerdo vago.
--Entonces, hay que tomar un método definitivo, si se les olvida usar preservativo y tomar la pastilla, ¿Esta sería la última guagüita?
Y odié que el doctor mirara a Pedro, como si él tomara la decisión, cuando la que sufre todo soy yo, él estaba con la mirada baja, en el suelo y con los brazos cruzados, pero al ser consultado, subió la vista y frunció los labios, disociado de la conversación.
--¿Sorry?...
--¿Esta es la última guagua que quieren tener?
--Supongo que sí, ¿Belén que piensas?
--Sí, de todas maneras.
--La solución es que usted se amarre las trompas Belén o que Pedro se realice una vasectomía, pueden discutirlo y una vez que lo decidan, vienen a hablar conmigo.
Pedro asintió y yo suspiré, quería llorar, pero me tragué las lágrimas. El doctor siguió atisbando, de pronto entrecerró el ceño y presionó el botón del doppler.
--¿Escuchan?
Y sonaba un latido extraño, era como disonante. Alcé la vista al techo y rompí en llanto.
