Amor entre cuerdas Ꞝ Dahmo

Capítulo 25.

—Honestamente, mi idea era que la mochila estuviese hecha de cuero. Le daría un mejor acabado

—Se vería mucho mejor, pero el costo también sería mucho más alto —Alegó Dahyun sin equivocarse mientras me mostraba su teléfono —Mira —Dijo —Hay un tipo de tela que se vería muy linda y no está tan costosa, la podemos comprar por metro y hasta nos saldrían dos mochilas.

—No me gusta —Me quejé. Esa mochila era muy especial y no estaba dispuesta a utilizar cualquier tipo de tela barata —Mira, yo puedo conseguir el cuero y tú la tela para los tirantes.—Propuse — Entre ambas compramos los cierres y podemos ver tutoriales en internet para hacer mochilas con cuero.

Dahyun rodó los ojos otra vez, desde que empezamos a discutir el tema en la escuela me di cuenta que hace eso cada vez que se irrita mucho y no quiere armar un gran escándalo. Me pareció adorable que lo hiciera sin darse cuenta y además, que no reconociera que lo hace ni mil veces después de que le insistí. Es una chica muy terca.

—No es necesario que gastes tanto sólo por un proyecto de una vez en la vida, Hirai Momo.

Mi nombre completo, eso siempre significaba problemas.

—No es sólo un proyecto, Kim Dahyun. —Imité su tono irritado y luego solté un pequeño suspiro —Diseñé esto con valor sentimental, no me importa lo que cueste hacerlo siempre y cuando salga lo mejor posible —Mi voz se escuchaba firme, quería que la idea le quedara muy clara.

Sin embargo sólo se quedó observándome.

—¿Desde cuando haces algo con valor sentimental, tarada? —Escupió aún más irritada que antes mientras negaba con la cabeza —¿Desde las notas o desde tus estúpidas bromas? ¿Esas también eran con valor sentimental? —Gruñó enojada, arrojó el lápiz a la mesa y se levantó para dirigirse directamente al baño.

—Las notas si tenían valor sentimental... —Murmuré tímidamente y dejé que mi espalda se apoyara sin cuidado contra el sillón mientras me tallaba el rostro. Sabía de antemano que trabajar a su lado después de todo lo que pasó sería complicado, pero después de que pudimos hacerlo perfectamente en el salón de clases, no creí que algo fuera distinto estando en mi casa.

Supongo que Dahyun no quería hacer un escándalo en la escuela y que todo el mundo hablara de eso, haciendo preguntas idiotas y sacando teorías fallidas respecto al tema. Lo cual se escuchaba bastante razonable pues a lo poco que la conozco, jamás le ha gustado llamar la atención y que la gente se centre en ella. Cosa curiosa tomando en cuenta que era bastante atractiva y sus notas bastante altas, quedaba perfectamente en el estándar de chica popular que las chicos solamente desearían y las chicas discutirían idiotamente por tener una cita a su lado.

Ahora que lo pensaba, si la chica encajaba tan perfectamente en el papel. ¿Porqué no era popular? ¿Qué defecto podía tener que se lo impedía a pesar de todas sus buenas cualidades?

— ¿Momo? —La voz de Chae surgió desde la cocina.

—¿Si, Chae?

—Dile a Dahyun que la comida está lista, descansen un poco y vengan a comer

—Okay—Me levanté de mi lugar alejando cualquier pensamiento extraño de mi cabeza y me acomodé junto a la puerta del baño dando tres ligeros toques —¿Dahyun?

—Sí oí, en un momento salgo

—No tardes, te esperaré para empezar —Y una vez dicho esto, me fui a la cocina.

—Okay, entonces quedará hecha de cuero con los detalles de violín estampados como calcomanías y los tirantes de color blanco. ¿Cierto?

Dahyun asintió ante mis palabras mientras le daba otro mordisco a su barrita de chocolate y terminaba de guardar sus cosas dentro de su mochila. —Cierto

—Bien. —Proseguí —Tú conseguirás los cierres y los tirantes, yo conseguiré la piel y los estampados. ¿Correcto?

—Yep —Se colocó la mochila y suspiró suavemente, mirándome. —Oh, también anota la idea de un compartimiento escondido para golosinas —Señaló varias veces mi cuaderno con una sonrisita, haciéndome sonreír también.

—Lo tomaré en cuenta... —Anoté la idea a la orilla de la página y luego cerré el cuaderno, comenzando a levantarme del suelo —Bueno —Gemí mientras estiraba los músculos de la espalda —Mañana seguimos con esto saliendo de clases, ahora deja te acompaño a tu casa...

—¡No! —Chilló inmediatamente haciéndome sobresaltar un poco, luego carraspeó la garganta —Quiero decir, no hace falta.

Esta era la segunda vez que se ponía tan alterada al mencionarme visitando su casa. Así como si en ella tuviese algo escondido que nadie debía ver ¿un tesoro escondido, tal vez?

—Dahyun, en serio... Quiero ser amable —Insistí un poco, ahora tenía muchísima curiosidad por conocer su casa.

—No vengas a hablarme de amabilidad ahora, ¿quieres? —Reprochó, como siempre hacía para evitarme hacer algo que ella no quería. —Nos vemos mañana

Se levantó de su lugar con su barrita de chocolate y despidió a Chae amablemente antes de irse, dejándome parada a mitad de la sala.

Siendo sincera, esto de que utilizara mis idioteces del pasado contra mí en el presente era algo que comenzaba a ser cansado y extremadamente repetitivo. Como si fuese su excusa de último recurso para callarme y hacer lo que quisiera sin poder obtener quejas de mi parte. Al principio lo entendía, se sentía muy dolido por todo y su forma para desquitarse cuando por fin consiguió la oportunidad era restregándomelo en la cara, haciéndome sentir mal con todo el arrepentimiento. Pero ahora, después de todo lo que a pasado y las mil y un veces que me he disculpado con ella... Simplemente dejó de tener sentido.

Y estaba convencida de que para la próxima, iría directo a su casa y se lo haría saber fuerte y claro.