Capitulo 9:Conspiración contra el todopoderoso

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Hay el imperio romano fundado según nuestra tradición por los hermanos Romulo y Remo, muchos desean con ansias ser el responsable de un gran poder de un poderoso imperio y que cualquier orden que des se cumpla de inmediato todos lo desean hombres, mujeres, jóvenes y niños, pero que pasa cuando alguien ama más el poder que lo que se le dio por criar pues recibe un doloroso castigo.
Sobrino del emperador Caligula hermano de mi madre Agripina, nací con el nombre de Nerón durante mi periodo de vida en la tierra viví en el glorioso imperio romano lugar donde abundan las mentiras, las traiciones pero sobre todo la hipocresía que desafortunado soy, haber nacido aquí es una condena preferiría haber nacido en los campos de una familia de esclavos que ser parte de la realeza todo lo que te apasione en esta vida y que te hace querer vivir de eso pues tu sangre azul te impedirá hacerlo, ya que pertenecer a la familia imperial es quedarse pudriéndose en un trono mientras velas el constante cuidado de seres que planean tu muerte y quedarse con todo lo que te a beneficiado. Mi pasión siempre fueron las artes cada día me esforzaba por traer algo hermoso dedicaba a eso durante toda mi infancia y mi niñez hasta que llego mi adolescencia las conspiraciones eran más frecuentes, Caligula sospechaba cada vez más de sus ciudadanos si yo también sospechara de mis ciudadanos después de miles de conspiraciones que buscaban mi muerte pero nunca debes de bajar la guardia en esos momentos ni siquiera con tus familiares y eso fue lo que acabo con su vida.
Estaba en mi mayor apogeo de mis grandes talentos artísticos, tenía todo lo que podría desear un gran relación con el emperador, una buena educación, vestimenta de excelente calidad, suculenta comida, una excelente servidumbre y una calida relación con mi familia pero fue un deseo codicioso que me hizo ver la verdadera naturaleza de la sangre romana.
Durante la noche exactamente en el aniversario de mi nacimiento se me organizo una fiesta para felitarme y mejor iva a dar una interpretación musical de una pieza al terminar, estaba tan emocionado por ese momento no se lo puden imaginar, que decepción.
-¿Emocionado querido hijo?- me dijo con mucha "amabilidad"
-Si madre ¡estoy muy emocionado!, no puedo creer que mi tío halla invitado a los ciudadanos después de las miles de conspiraciones que habido.
-Hmmm, pues parece que a perdonado a los traidores es algo muy noble de su parte.
-¿Es algo muy raro?
-No lo es, esque tu tío se ablandado un poco con la llegada de los cristianos al lugar parece que escucho uno de esos de discursos.
-¿Son los que hablan del "Nazareno"?, pues a mi me parece muy noble su causa.
-Si lo es, pero hoy es una fecha muy importante para ti hijo.
-¿Crees que les guste mi espectáculo?- si estaba emocionado pero también tenía el temor de que mi interpretación no fuera del agrado del público.
-Hijo no tienes que tener miedo, un miembro de la familia imperial no le debe de importar la opinión de los demás solo debes de enfocarte en lo que te estás concentrando- de las pocas verdades que me has dicho mujer. -sólo relájate estoy segura de que será excelente.
-Muchas gracias madre- le agradecí mientras ella me acomodaba mi peinado.
-¿Tu quieres mucho a tu tío, verdad?.- esa pregunta me sorprendió pero le respondí.
-Si, le tengo mucho respeto a el, estamos en deuda con el por habernos acogido después de la muerte de mi padre, ¿por que no le tendría respeto?.
-¿Te quieres dedicar a las artes, verdad?
-Si me parecen muy hermosas, nadie puede volver a ser que florezcan desde sus cenizas.
-¿De sus cenizas?, pero si no han muerto aún.
-Nafie lo ve madre, todos los actores, músicos, poetas y escritores que tenemos son sólo aficionados que no saben nada del arte.
-Bueno si tu sabes más de las artes pues tu eres el único que lo que esta incorrecto pues espero que corrigas lo que eta mal, hijo ¿que piensas de ser emperador?
-Am, pues la verdad es que no me interesa no creo poder mantener a un gran imperio, si alguna vez obtengo ese mando se lo dejaría a alguno de mis primos yo solo quiero vivir de lo que amo.
-Bueno si el sobrino desea eso entonces se le tiene que cumplir- ella siempre me consentía desde que era un simple feto su calido amor de madre era muy dulce y reconfortante, eso era lo que creeia que gran actriz eres Agripina, y fue cuando me dio una copa de vino y me pidió un favor. -los sirvientes me dijeron que le llevaras a tu tío esta copa de vino.
-¿Yo?, bueno un pequeño favor no hace daño a alguien.- y comenzó mi celebración.
Era numerosa la cantidad de personas invitadas a mi celebración para ellos yo era un don nadie nadie conocía mi nombre, había grandes hogueras con un fuego bello a los ojos, bailarines profesionales, músicos, una gran variedad de alimentos sobre una gran mesa, los ciudadanos se veían felices disfrutaban este gran banquete acompañado de melodiosas notas musicales de arpas nadie parecía estar planeando algo en contra del emperador que tranquilidad hasta los guardias lo sabian estando recostados en las escaleras del palacio con sus armas tiradas en ellas sin ninguna preocupación, esa armonía sincronizada era tan relajante.
-Hola Nerón ¿que hace el festejado fuera de su habitación?- hay ese idiota de Tiberio.
-¿Qué pasa Tiberio? ¿qué quieres?
-Primero responde a mi pregunta ¿que haces fuera de tu habitación?
-Algo que no te importa Tiberio.
-Oye, oye no me hables así dime que haces aquí a la vista de todos estos plebeyos.
-Me ofrecí para atender a los invitados, además primo yo soy el festejado, no tu.
-¿Y?
-Qué nadie me da ordenes y yo decido que hacer en mi fiesta.
-No me importa si te están celebrando yo soy el hijo del emperador.
-¿Y eso te da derecho a molestarme?.
-Pues obvio soy el hijo del mandamás, y al ser descendiente de él, tengo que satisfacer mis caprichos, bueno ya me canse de esto, ve a ser un buen sirviente divierte idiota- y intento tirar la bandeja donde traía el vino, ojalá no lo ubiera evitado.
Ya estaba cerca de mi tío, estaba sentado en su trono disfrutando de una suculenta comida.
-¡Nerón!, ven acá.- me hablo energeticamente como si fuera un amigo mio.
-Tío Caligula, vaya esa carne de cerdo se ve muy apetitosa.
-Lo es, ¿que haces aqui? aun bo empieza lo mejor.
-Ah pues estoy aquí por que la servidumbre te preparo este vino.
-Ah vino- se le miraba un poco disgustado -gracias Nerón no tenias que venir aquí para satisfacer mi apetito.
-¿No vas a tomar el vino? ¿tiene algo que te disguste?- mi respeto ante el eran tan grande.
-No, no, no me degusta nada esta copa de vino, solo es que ya tome demasiado mucho por el momento, ¿disfrutas de la fiesta Nerón?.
-Bueno la verdad no había salido de mi cuarto y no se que decir pero se ve que se están divirtiendo.
-Si, se les ve divertirse, por cierto tu presentación ya casi está por iniciar ¿estas nervioso?
-Un poco, una pregunta tío.
-Dila Nerón.
-¿Por que invitaste a todos los ciudadanos si últimamente varios de ellos te han intentado matar?, dime ¿por qué lo hicistes?.
-Pues la verdad los invite porque quiero llevarme bien con ellos, un buen emperador no es un buen emperador si sus súbditos no lo respetan, y la única manera que encontré es invitarlos cordialmente a un evento de la familia imperial y ya me canse de que ellos se dejen llevar por la ambición del poder de tener lo que quieras con solo decirlo, es una ambición mediocre, solo quiero que reine la armonía.
-Y si fracasas.
-El que no pone su lucha en marcha es que siempre será un perdedor, es lo único que vale la pena.
Ya terminado de contarme su sermón me dirigi al lugar donde daría el espectaculo, todos los invitados estaban en lo suyo y todas las antorcha se apagaron y yo ya estaba listo, empece a tocar mi arpa de forma tranquila u todas las antorchas volvieron a encenderse, bajaba poco a poco los escalones, mi armonía era acompañada por otros músicos llendo al ritmo de una joven entonando su melodiosa voz, solo quería deleitar los invitados, las notas musicales eran divinas todos me estaban observando ya había capturado su atención a la primera, muchos de ellos no sabían quien era yo pero otros sabían mi identidad, no podían creer que yo tuviera un increíble talento siendo un miembro de la familia imperial unos me elogiaban pero otros murmureaban entre ellos, decían que dedicarse al arte era una perdida y que mejor se lo dejara a los plebeyos pero no les hacía caso solo hacía que mis notas musicales l9s sorprendiera aún más, admiración y repudio era lo veía en las expresiones de esos inútiles, pero solo seguía con lo mío.
-Vaya, Nerón si que tiene mucho talento dentro, muy bien a este, es mucho mejor que los demás músicos del pueblo no le llegan a hacerle competencia, es hermoso un buen vino acompana
El agarro la copa y bebió de ella, un trago refrescante que acabo con su vida en unos minutos empezaron a retorcerse por un dolor estomacal. Ese fue su error, de que después de muchas conspiraciones nunca sospecho de sí sus familiares quisieran quitarle el poder, el cayó de su trono por el dolor estomacal que le había provocado el veneno que contenía esa bebida, ¿pero quien de sus familiares habría envenado la copa para quitarle el control de todo el imperio? la respuesta es: mi madre Agripina años atrás hiso una conspiracion contra mi padre por si mi tío una vez moría ella ocuparía automáticamente el puesto de emperatriz pero vine yo a arruinar sus planes con mi nacimiento. El temblaba en el suelo, se aferraba a la vida tratando de vómitar el veneno, pero era inútil ya era muy tarde todos interaron ayudarlo. Con su mano en su cuello pronunció sus últimas palabras mirando fijamente a mi madre Nerón en ti confío, el imperio depende de ti tu eres el único que es capaz de mantener estable a Roma, el responsable está entre ustedes esa serpiente busca el poder— nadie comprendía lo que estaba pasando, todo esto fue tan fugaz, ahora la prosperidad y estabilidad del imperio estaba de repente sobre mis hombros, soy heredero fugaz de Caligula.
—¿Qué está pasando?, esto no puede estar pasando, yo ¿emperador?— tan solo pronunciar temblorosamente  eso las miradas de su mujer, de su descendiente, de los invitados y de los guardias atravesaron la mía.
—¡Los cristianos!, ¡fueron los cristianos!, los cocineros del palacio son cristianos ellos me entregaron la copa, ellos la ¡envenenaron para matar al emperador!— nadie sospecho de ella, por ser la hermana del emperador le creyeron lo que recin había revelado.
E inmediatamente los guardias tomaron sus armas y entraron al palacio por los supuestos culpables, y los invitados que eran cristianos huyeron del lugar por este momento repentino difícil de comprender. A la mañana siguiente yo estaba aún confundido por lo que paso ayer, ni siquiera sabía si lo que presenci fue real o fue una alucinación del alcohol, muy difícil de digerir para mi, Caligula fue la única figura paterna que tuve, el pueblo no tardo en saber la muerte de él y tampoco tardo en revelarse que yo sería su sucesor.
Tan solo ver los rayos del solo entrando a mi cuarto me levante de prisa, fui a la fuente más cercana y me lave la cara rápidamente se oía las trompetas funerales, había tardado en levantarme para asistir al funeral de Caligula, decidí en vez de ir a su funeral ir al jurado que se estaba realizando a la par que el funeral. Fui vestido de manera casual, durante todo el camino estaba temblando por la idea de ahora ser el nuevo emperador, todos los plebeyos se me quedaban viendo, ahora ya sabían quien era yo.
Estaba sudando todo era real no  era ninguna alucinación, pensé que llegaría tarde al jurado pero al entrar estaba en silencio con todos los ancianos y jueces viendo fijamente a la puerta esperando pacientemente mi entrada, sin duda de la noche a la mañana ya era oficialmente emperador.
—Dis, dis, disc, disculpen mi tardanza to, to, todos me había quedado dormido.— tartamudeaba timimidamente esperando un regaño de los presentes.
—No se preocupe joven emperador Nerón, lo estábamos esperando la tardanza empieza cuando llega usted.
—¿Como?
—Osea que no llego tarde,de hecho si alguien llega después de usted ese sujeto ya llego tarde.— dijo un juez.
Ya todo estaba a mi merced, no sabia como lidiar con esto ese entonces y solo me sente en el asiento donde anteriormente había estado en los pasados juicios.
—Desea estar ahí emperador, ¿por que su trono esta allá?— Dijo un anciano que estaba alado mio.
—Aquí estoy bien, gracias señor.— era como si le encargaran a una criá de lobo cazar al más grande y temible cazador, ese era el pánico que estaba ante mis espaldas.
Y las puertas se abrieron y entraron los soldados con el supuesto culpable, era un hombre de avanzada edad que tampoco comprendía lo que había pasado, ambos compartíamos el mismo pánico.
—Su majestad se le acusa a este cristiano de haber envenado la copa que estaba destinada a beber el gran Caligula y de querer el poder del imperio a base de conspiraciones— Dijo uno de los jueces.
—No es cierto, yo nunca envenenaria al emperador Caligula, se lo juro gran Neron, lo juro por Jesucristo.— su miedo ya rebasaba el mio.
—¡Silencio cristiano!, no niegues de lo que eres responsable.— dijo mi madre
—Lo juro no estoy mintiendo.
—¿Eres el cocinero del palacio?.— dije más aclarada mi voz, tratando de hacer bien mi nuevo cargo.
—Si lo soy, emperador Nerón yo nunca en mi vida arrebataria una vida por querer controlar un gran poder como el que ahora posee usted.
—Acabas de decir que eres el cocinero de la familia imperial, entonces tu eres el responsable de este crimen.— dijo Tiberio.
—No, no, yo no puse veneno en la copa del emperador, lo juro— estaba muy asustado.— señor emperador Nerón tenta piedad de mi, por favor tenga un poco de empatia.
—Silencio maldito traidor.
—Por favor joven Nerón, tengo familia ellos ne están esperando, no los he visto en días.
—Pues deviste pensar en eso antes de traicionarlo.— mi madre seguía acusandolo insistentemente.
—Pues no veo ninguna culpabilidad en este hombre, así que creo que...
—Callate Nerón es totalmente culpable de lo que le pasó a mi padre, además no eres aún completamente emperador.— Maldito Tiberio.
—Cállate tu Tiberio, no le faltes el respeto a nuestro primo puedes terminar tu con pena de muerte.— dijo mi prima Livila.
—Malditas leyes de mierda.
—Además no tienen pruebas que demuestren que yo lo envenene.
—Tienes razón plebeyo, el caso a termina....
—Momento, Nerón yo tengo algo que demuestra que el fue el culpable.
Maldita mentirosa, en el juicio saco de un saco el cadáver de una serpiente.
—¡Miren, miren, miren!, esta serpiente se le estrajo el veneno con que mataron a Caligula, fue encontrada en la cocina de este hombre, ya todo está muy claro ¡el fue el asesino!.
—¡No es mentira!.
—¿Es cierto eso guardias?.
—Es verdad emperador Nerón, nosotros la encontramos en su cocina.— dijo uno de ellos.
Difícil decisión, no sabia en ese entonces que eso estaba planeado para que no sospecharan de ella, pero mi veredicto fue la pena de muerte al anciano, no tenis opción. Esa fue mi primer mandato como emperador.

Shūmatsu no Valkyrie:ApocalypseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora