Capítulo 7 - Sentecia [R+18]

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Se hizo de día, Aziraphale escogió la ropa que llevaría Crowley y Crowley la que se pondría Aziraphale, y cuando bajaron a desayunar, empezaron a actuar como el otro. Estaban totalmente metidos en el papel, ya que en cualquier momento podrían ir a por ellos. Hablaban como el otro hablaría, se movían como lo haría el otro. Era demasiado creíble, al fin y al cabo, los dos se conocían lo suficientemente bien, como para ser el otro durante el tiempo que hiciera falta. La última vez fueron varios días, así que no les costaría repetirlo.

(Aclaración para los lectores: los nombres entre comillas hacen referencia a los cuerpos, es decir, lo que se ve desde el exterior, y al lado irá el nombre entre paréntesis de quién es quién en realidad. Recuerden que en estas escenas todavía tienen sus cuerpos intercambiados.)

Llegó el momento, los Arcángeles entraron cuando la pareja estaba desayunando.

- ¿Vendréis con nosotros o tendremos que llevaros a la fuerza? - preguntó Gabriel.

- Iremos sin causar problema - dijo “Aziraphale” (Crowley)

- Como sea - continuó “Crowley” (Aziraphale) mientras se levantaba de la silla.

Subieron en el ascensor al Cielo, era todo muy blanco, cegador dirían muchos. Los llevaron hacia el espacio donde sucedería todo. Había dos asientos, uno para el ángel y otro para el demonio, y enfrente, una corte como la de los humanos; todo de un blanco perla precioso. En el centro, Metatrón y a su lado derecho representando al cielo, los Arcángeles Gabriel y Michael, y en el lado izquierdo representando al infierno, Shax y Hastur. 

Y ahí comenzó todo. Empezó la representación del cielo, aportando los hechos y algunas pruebas de los actos de Aziraphale contra la voluntad de Dios y en contra de las órdenes directas del Cielo. Después continuó la representación del infierno que explicaron todas las mentiras y traiciones por parte de Crowley hacia el Infierno. Antes de la sentencia, que iba a ser decretada sin tomar en cuenta la palabra de los acusados, en este caso, nuestra pareja favorita. “Crowley” decidió hablar.

- Eehh y nosotros no tenemos derecho a hablar - “Crowley” 

- Calla tu sucia boca traidor del averno - gritó Hastur

- Lamento decir que mi compañero tiene razón, en los juicios, los acusados también tienen derecho a hablar y defenderse. ¿O pensabais que era justo juzgarnos y castigarnos sin dejarnos explicar? - aclaró “Aziraphale”

- Exacto y la ejecución sin más no os sirvió de nada al final - rió “Crowley”

- ¿Y qué tenéis vosotros que decir? - preguntó Gabriel.

Empezó la defensa “Aziraphale” y después tomó ayuda y apoyo en “Crowley”, hacían demasiado bien el papel del otro, esos bastardos se lo estaban tragando.
Soltaron todo lo practicado durante la semana con una perfección notora, no se lo creían, pensaban que en algún momento entrarían en pánico y serían descubiertos, pero les estaba saliendo mejor de lo que estaba planeado.
Ante esto, tanto Gabriel como Hastur se hartaron y ambos dijeron a la vez - ¡Callaros de una vez y morid!

La sala se quedó en un silencio completo. Metatrón no opinó, salió de ahí para pensar su sentencia. Todos estaban incómodos esperando en la sala. Hastur se acercó a “Crowley” - Te llegará la destrucción que te mereces traidor.

Por parte de los Arcángeles no habían muchas palabras, preferían mirar con caras de superioridad al resto de los presentes.
El Metatrón regresó rápido, sentenció a ambos con destrucción con fuego para el ángel y agua bendita para el demonio, como la última vez. Pensó que esta vez funcionaría pero se equivocó. Igual que la primera vez, “Crowley” se burló bañado en agua bendita y “Aziraphale” disfrutó del calor de las llamas. A pesar de que ya lo habían visto una vez, no podían creerse que hubiera vuelto a pasar. Y en este caso, el Metatrón que no estuvo la primera vez, si estaba ahora, quedó anonadado ante esa imagen, nunca antes había visto algo parecido. 

Vivir a tu lado [IneffableHusbands] [GoodOmens] {AziraCrow}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora