Capítulo 8 - Bailemos [R+18]

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Pasados cinco días, y tras dos visitas sorpresa de los Arcángeles tal y como el Metatrón había dictado, se dieron cuenta de que ya estaban seguros, así que decidieron volver a sus formas originales. Esta vez se cambiaron con un beso, y la sensación de calma que les llegó a ambos al ver la cara correcta al abrir los ojos fue liberadora.

- Aah mucho mejor - dijo Crowley estirando su cuerpo - Hola - sonríe el demonio.

- Hola - Aziraphale lo besa.

- ¿Te sientes listo para salir a comer?

- Si, quiero disfrutar de nuestros milagros para poder conseguir mesa cuando queramos - ríe, pero se nota que aún está algo afectado.

- Pues no se diga más - dice Crowley agarrando sus llaves.

La comida fue bien, las risas y conversaciones eran normales, ninguno se paró a hablar del destino que les esperaba, preferían vivir el momento y disfrutar de sus últimas semanas como seres celestiales. Fueron a dar un paseo, como era habitual y en el camino de vuelta, mientras Aziraphale miraba un escaparate fascinado, Crowley aprovechó para entrar en una tienda por la que su ángel jamás se atrevería a pasar, una tienda de luces neón que vende diversión para las parejas. Cuando Aziraphale se dió cuenta de que Crowley había regresado, notó la bolsa de color rosado fucsia que llevaba el demonio, la bolsa no tenía el nombre de ninguna tienda, sólo un corazón resaltado.

- ¿Qué has comprado? - pregunta intrigado

- Algo para nosotros, no te preocupes, ya te lo mostraré - le sonríe pícaramente - creeme, te gustará.

Aziraphale no le dió muchas vueltas, por fin había llegado al punto en el que confiaba plenamente en su pareja. Le sonrió de vuelta y se dirigieron al coche para volver a la librería y poder descansar. Crowley subió enseguida a su habitación y cerró la puerta, eso le resultó raro a Aziraphale pues desde que estos dos mejoraron su relación, no habían estado separados desde entonces, aun así no le dió mucha importancia. Aziraphale se puso a preparar la cena para los dos, estaba haciendo pollo al pesto, se preparó una copa de vino para tomar mientras esperaba a su demonio para comer. Por fin, este bajó las escaleras con una sonrisa de oreja a oreja.

- La cena lleva aquí desde hace rato - dice el ángel indignado.

- Lo siento cariño, se lo mucho que detestas esperar para comer - le da un beso en la frente - pero estaba preparando una sorpresa para más tarde - le guiña un ojo.

- ¿Qué tipo de sorpresa?

- De las que tanto te gustan ángel ~ se sienta a su lado y le agarra la pierna.

Aziraphale se sonroja, entendió que clase de sorpresa le esperaba en la cama. Aunque ya estaban acostumbrados a tener sexo, a Aziraphale le puso nervioso saber que su demonio le había preparado algo especial. La intriga lo mataba así que empezó a comer con más ansias.

- Tranquilo ángel - Crowley frena las manos de Aziraphale - si comes tan rápido te sentará mal - lo besa en la mejilla - que impaciente eres, la sorpresa la tendrás, no hace falta que te desesperes.

Aziraphale asiente con la cabeza y vuelve a comer normal. Dos botellas de vino después el ambiente ya estaba perfecto para lo que tanto ansiaban ambos. Subieron a la habitación de Crowley entre besos y caricias que aunque entorpecían sus pasos, les hacía ir más rápido. El deseo era tan fuerte que Crowley agarró a Aziraphale y lo empujó contra la puerta cerrada de su habitación para deleitarse con el beso. Las caricias aumentaban, Aziraphale levantó la pierna para poder sentir el miembro duro de su demonio, Crowley se frotaba con él haciendo un compás que ambos disfrutaban, los gemidos empezaron a incrementar su volumen, y el calor se apoderaba de sus cuerpos.

Vivir a tu lado [IneffableHusbands] [GoodOmens] {AziraCrow}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora