Vivir a tu lado [IneffableHusbands] [GoodOmens] {AziraCrow}

Capítulo 5 - Cita [R+18]

No pasaron muchos días después, Crowley extrañaba el tacto de su ángel, una parte muy fuerte en él quería repetir aquella noche. También estuvo pensando, que todo aquella vez sucedió tan rápido que lo único especial o romántico fueron las velas que a Crowley se le ocurrió hacer aparecer de repente. Él sabía que su ángel se merecía algo mejor que eso. Y ahí fue cuando se le ocurrió una brillante idea.

- Ángel, ¿te gustaría que tuvieramos una cita?

- ¿Una cita?

- Sii, como en las películas y libros ¿no te gusta la idea?

- Pero si ya hacemos lo que se suele hacer en las citas, vamos a cenar a sitios de lujo, damos paseos por el parque, miramos tiendas...

- Si pero, esas las hacemos por costumbre.. verlo como una cita le dará esa sensación de estar en una cita ¿sabes?

- Puede ser ¿y qué tienes pensado?

- Es una sorpresa - dijo sonriente - hazme un favor y ve a comprar unas cosas - le pasó una lista.

- Claro, aunque tardaré un poco con el transporte público...

Crowley se rió, entendiendo lo que su ángel le estaba pidiendo de forma indirecta - ve con el Bentley - le lanza las llaves del coche.

- Gracias, eso ha sido muy amable de tu parte - se acerca y le da un beso en la mejilla a Crowley, este se lo devuelve pero en los labios.

- Suerte ángel y no cambies el color de mi bentley, puedo notar si le haces algo raro ¿si? - se despiden.

Aziraphale estaba agotado, las cosas de la lista de Crowley estaban en distintos sitios que se encontraban lejos de los otros, así que tuvo que dar varios viajes. Eso le hizo regresar casi de noche. Crowley interceptó con la mirada a Aziraphale, salió de la librería y fue a por él.

- Dame las bolsas ángel - decía mientras las cogía de una en una - y hazme un favor y cierra los ojos. - El ángel confió en Crowley y le hizo caso, el pelirrojo lo fue guiando hacia la librería - No los abras todavía - dijo Crowley mientras se alejaba para dejar las bolsas en algún lugar donde no estorbaran. Guió a su ángel unos pasos más, esta vez tapandole la cara con sus manos para asegurarse de que no viera nada. - Ya puedes abrirlos.

Aziraphale no podía creer lo que sus ojos veían, Crowley se había pasado todo el día ordenando los libros nuevos que habían llegado, había limpiado todo y lo había decorado. La mesa del comedor tenía un mantel blanco con un sobremantel de color rojo vino, en el centro de la mesa había un florero lleno de rosas, también habían velas de aroma a lavanda que estaban posicionadas en la mesa de una forma simétrica que le daba ese toque romántico al ambiente. Los cubiertos y platos eran antiguos pero preciosos, le recordaban a los que se usaban en las cenas de gala en el siglo XVIII. De fondo se escuchaba Nocturne No. 19, una de las canciones que más relajaba a Aziraphale. Crowley había creado una cita romántica con toque antiguo, algo que cautivó a Aziraphale, todo el esfuerzo que su demonio había hecho, poniendo detalle en todo lo que le gustaba. Aziraphale comenzó a llorar de felicidad, todo estaba meticulosamente hecho para ser la cita perfecta para ese ángel. Que bien que lo conocía Crowley pensaba.

- Oh mierda Azi - fue corriendo hacia su ángel - ¿estás bien?

- Sí, sí - rió - es solo que me pillaste por sorpresa - lo beso - es precioso, gracias.

- Pues empezaré a hacer la cena con lo que trajiste, te va a encantar - le guiña un ojo - es tu favorito. Lee un poco, te lo dejé todo listo en la sala.

Aziraphale fue a la sala donde se encontró en la mesita dos libros nuevos que todavía no se había leído, pero de los que había hablado un montón con entusiasmo a Crowley, junto a una copa de vino y otra rosa individual puesta en un recipiente más pequeño. La sala también estaba iluminada por velas, pero no aromatizadas como las del comedor, si no velas como las que usaron aquella vez en la cama, aquella vez que ambos se unieron.. Aziraphale lo recordó todo y se puso algo nervioso. Él también añoraba el tacto del pelirrojo.