Vivir a tu lado [IneffableHusbands] [GoodOmens] {AziraCrow}

Capítulo 1 - Mudanza [Parte 2]

A la mañana siguiente Aziraphael se despertó más cansado de lo habitual y con ojeras, no pudo dormir bien debido a lo que sucedió por la noche, salió nervioso de su cuarto cuando sorprendido vio el cuarto de Crowley con la puerta abierta y vacío, las cosas del demonio seguían ahí pero faltaba él, "estará abajo supongo" pensó. Para su sorpresa al bajar no estaba, solo había una nota en su silla que decía: "Buenos días, hice desayuno para ti también, regresaré tarde. Crowley".

A pesar de odiar madrugar, ese paso se lo saltó, ya que no pudo dormir en toda la noche, tenía sentimientos encontrados y no sabía que iba a hacer ahora que tendrían esa incomodidad que él tanto quería evitar. Salió a las seis de la mañana a pasear, por ese parque que ambos frecuentaban, le dio de comer a los patos guisantes, mientras pensaba en lo que había sucedido. Tras su vuelta, la mujer que trabajaba en la cafetería de enfrente lo frenó llamando su atención.

- A si que por fin disteis el paso - dijo Nina mientras limpiaba una mesa.

- ¿Perdona?

- Tu y tu novio, por fin os mudásteis juntos digo, os ví entrar las cosas el otro día.

- Él no es.. no, él es solo un ángel muy amable.. - dijo con voz melancólica.

- Pues no lo parece desde aquí, si me preguntas, te diría que parece que sois pareja desde hace mucho, sois la viva imagen del amor.

- No exageres, solo somos viejos amigos .

- Pues no se yo, plantéatelo, porque la forma en la que os miráis el uno al otro es.. intensa y diferente - Nina se fue después de eso, ya que tenía que atender a más clientes.

En ese momento, Crowley se sentó y empezó a pensar en las palabras de Nina, ¿y si tenía razón? ¿y si había amor en el fondo de esa larga amistad? Pensó bastante pero no le costó darse cuenta que llevaba enamorado de su ángel desde hacía milenios, eso le alivió muchos de los pensamiento que le habían atormentado desde la noche anterior, pero también le asustaba, conociendo a su ángel ese amor no iba a ser correspondido, y no quería fastidiar la amistad que tenía con él, era todo muy confuso, no sabía qué hacer ahora que descifró sus sentimientos. Decidió mantener sus sentimientos en secreto por el momento y que al volver a la librería sólo hablaría con el ángel sobre lo de anoche, no se podían permitir estar incómodos entre ellos ya que se verían cada mañana y cada noche al vivir juntos, al menos eso había que solucionar.

Mientras tanto, en la librería, Aziraphale había intentado ponerse a leer para distraer su mente pero no lo conseguía, no podía parar de pensar en el beso de anoche y lo que ello suponía, había sucumbido a la tentación, había pecado. Besar a un demonio, a quién se le ocurriría, eran enemigos naturales, una amistad era pasable, pero un beso... Cierto es que ninguno de los dos formaba parte ya del cielo o del infierno, y ya no tenían que acatar sus normas; eran en cierto modo libres, pero, una parte de él le decía que eso no estaba bien. Pero mientras se tocaba los labios con la yema de sus dedos, también había algo que le provocaba un sentimiento confuso, en si no le disgustaba el beso, es más, lo disfrutó, pero no quería aceptarlo, al menos no lo hizo hasta que vi entrar por la puerta a Crowley, en ese momento, el ángel no pudo negarlo más, su corazón dió un vuelco y su estómago se revolvía al verlo, pero que haría al respecto, él era un ángel y Crowley..

- Hola ángel - dijo Crowley algo serio, llevaba una bolsa llena de botellas de vino.

- Ho..Hola.. - pronunció Aziraphale nervioso, todavía estaba confuso con sus sentimientos tan diferentes, una parte de él quería volver a besarlo, pero se supo controlar.

- ¿Qué tal tu día? - preguntó el demonio, ya era de noche, a ambos les tomó todo un día para reflexionar sobre sus emociones, la diferencia es que Crowley ya sabía lo que sentía, y a Aziraphale le costaba un poco admitirlo aunque notaba todos esas emociones que en los libros expresan amor, él no podía creérselo aún.