Capítulo 32 "Una Suave Brisa Veraniega"

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Abril no entendía al rey, él era severo, pero también dulce, eso hacía que ella se sintiera confundida.

Alessandro le regreso el libro y le dijo.

Cuando te hable, no me ignores, no me gusta.

-Si.

Alessandro se puso cómodo y se metió en la cama, él sintió algo extraño que se movía debajo de las mantas, él lo atrapó, lo sacó de debajo de las sábanas, era un zorro, él le preguntó.

-¿Qué es esto?-

-Es un zorro, Koda, mi mascota.-

-¿Y qué está haciendo esta bola de pelos en mi cama?-

-Antes dormía conmigo, es la costumbre.-

Alessandro lo dejó en el suelo y le dijo.

-No lo quiero en mi cama.-

-¿Pero se puede quedar?-

-Si, pero no lo dejes que suba a mi cama.-

-Está bien.-

-Es tarde, vamos a dormir.-

Abril acomodó su cabeza en la almohada y le dijo.

-Gracias.-

-¿Por qué me estás dando las gracias?-

-Por dejar que Koda se quede conmigo.-

-Te dije que te daría lo que quisieras.-

-Si, pero puedo preguntar, ¿Por qué?-

-¿A qué te refieres?-

-¿Porque su majestad desea complacer mis deseos?, No lo entiendo.-

-No necesito una razón para hacerlo.-

-Alessandro.-

-¿Que?

-Quedamos que me llamarías por mi nombre.-

Alessandro estiró su mano y acarició su cabello suavemente y le dijo.

-¿Por qué no puedes aceptar lo que te doy sin cuestionarlo?-

-Porque nunca he recibido amabilidad de nadie.-

Alessandro la besó y le dijo.

-Cualquiera en tu lugar tomaría lo que doy sin cuestionarlo todo.-

-A mí también me gustaría hacerlo, pero no puedo dejar de pensar que todo esto tendrá un coste y creo que me da miedo acostumbrarme a lo que me da, porque no sé cuánto tiempo durara esto, yo he estado sola toda mi vida y me he acostumbrado a la soledad, no quiero acostumbrarme a esto, a los cuidados de su majestad, a su preocupación y que llegue el día en el que vuelva a estar como al principio, olvidada en algún rincón del palacio.-

-Eso no sucederá, ya te lo he dicho muchas veces.-

Alessandro la abrazó y le dijo.

-Deja de pensar en el pasado y vive el ahora, ya que es eso lo que tenemos en estos momentos.-

Aunque el rey le dijera eso, Abril no podía evitar tener miedo de lo que vendría.

Un mes después la herida de Abril había mejorado mucho y con la llegada del verano su deseo de salir se había vuelto mayor.

Esa noche cuando Alessandro volvió a la habitación Abril lo esperó de pie en el balcón disfrutando de la suave y fresca brisa veraniega que aliviaba el calor sofocante de la habitación.

Esposa Olvidada (Lazos De Sangre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora