Alessandro se sintió mal al ver llorar tan desconsoladamente a Abril, él no sabía qué decir para hacer que se calmara, él suspiró pesadamente y le dijo.
- Deja de llorar, si lo que deseas es quedarte en este lugar puedes hacerlo.-
Las lágrimas de Abril cesaron y preguntó.
- ¿En verdad me puedo quedar aquí? -
- Si. -
- ¿Ya nadie me molestará? -
- Enviaré al mayordomo de vez en cuando para que se asegure de que no te falte nada, si no quieres que las sirvientas vengan no lo harán. -
Abril agachó su cabeza y le dijo.
- Muchas gracias. -
Alessandro dio media vuelta, se dirigió a la puerta y antes de salir dirigió su mirada por última vez a la princesa y le dijo.
- Gracias por salvarme en el bosque hace unos días. -
- De nada. -
Alessandro se marchó y dio sus nuevas órdenes al mayordomo, después de esa visita las sirvientas dejaron de ir a molestar a Abril devolviéndole así sus días tranquilos.
El mayordomo era el único que iba de vez en cuando, él le había llevado ropa y zapatos cómodos, también le llevaba comida y algunas especias para cocinar.
Ese invierno Abril lo paso muy bien, como tenía ropas y zapatos que abrigaban pudo salir de su casa y jugar con la nieve, cuando lo hizo se sintió tan feliz como una niña pequeña, ella ya no recordaba cuándo había sido la última vez que había disfrutado del invierno de esa manera, si es que alguna vez lo había hecho.Abril estaba haciendo un muñeco de nieve cuando un hombre se acercó a ella y le preguntó.
- ¿Quién eres? -
Abril se quedó mirando aquel hombre, tenía un cierto parecido a su esposo, aunque él se veía más joven, ella continúo haciendo su muñeco y devolvió la pregunta.
- ¿No debería ser yo la que preguntara quién eres tú? -
- ¿Soy Cassian, Y tú quién eres? -
- Me llamo Abril. -
Cassian había salido a caminar, perdido en sus pensamientos, él no había prestado mucha atención por dónde iba y al final había llegado a esa parte tan alejada del palacio, cuando había visto
aquel cabello rojo que resaltaba aún más en aquel paisaje gris, él se acercó con curiosidad preguntándose quién sería esa persona, cuando vio el rostro de aquella mujer él se quedó extasiado, era una joven muy hermosa.- ¿Y qué haces aquí? -
Abril señaló la pequeña casa en la que vivía y respondió.
- Vivo aquí. -
- ¿Tú sola? -
- Si. -
Cassian se acercó un poco más para ver a Abril de cerca, él tocó y estiró su cabello para ver si era real.
- ¿Qué estás haciendo? -
- Tu cabello, es real. -
- Por supuesto que lo es. -
- Entonces tú debes ser la hija del rey Venobich. -
Cassian estiró del cabello de Abril al recordar que por culpa de ese hombre él había estado a punto de morir.
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Esposa Olvidada (Lazos De Sangre)
Novela JuvenilAbril era la primera hija del rey de Venobich, un hombre cruel y despiadado que veía a todos sus hijos como simples herramientas... En su quinceavo cumpleaños, ella es obligada a casarse con el rey Alessandro enemigo jurado de su padre, ahí el...