Capítulo 28 "¿Qué es lo que ha cambiado?"

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Cassian sintió que sobraba, él se levantó y dijo.

-Yo tengo algo urgente que hacer, nos vemos.-

Después de que Cassian se fuera, Alessandro se sentó en el borde de la cama y puso su mano sobre la frente de Abril para comprobar que no tuviera fiebre, él había empezado a hacerlo
cada vez que volvía a sus aposentos, poco importaba que ella dijera que estaba bien.

-¿Cómo está tu herida?, ¿Duele?-

-Aún duele.-

-Me gustaría ver tu herida, ¿Puedo?-

Abril asintió con la cabeza. Como ella no podía moverse muy bien todavía, Alessandro retiró las mantas y le ayudó a subir el camisón, él podía ver sus piernas desnudas y su ropa interior, él la miró a la cara para ver que expresión estaba haciendo, ella
parecía tranquila, no había ni rastro de vergüenza en su rostro.

Ya me lo esperaba.
Pensó Alessandro mientras la ayudaba a sentarse para quitar el vendaje.

Al sentarse Abril se quejó del dolor.

-Eso duele-

-Lo siento.-

Alessandro pensó que la herida sanaría más pronto por sus poderes, sin embargo, no fue así, su herida estaba sanando lentamente.

-¿Tus heridas siempre tardan tanto en sanar?-

-Si, aunque creo que es lo normal.-

Alessandro puso un vendaje nuevo y preguntó.

-¿Te sueles enfermar seguido?-

-Ahora casi no, pero cuando era joven sí, casi siempre tenía fiebre, no tenía una buena salud, pero cuando llegué cuando crecí eso cambió, ahora casi nunca me enfermo.-

Al terminar de poner el vendaje Alessandro se percató de que
Abril tenía unas pequeñas cicatrices en las piernas, él las toco con la yema de los dedos, Abril se sonrojo, eso fue nuevo para él, aunque ella no se avergonzaba de que viera su cuerpo, si lo hacía cuando la tocaba.

-Cómo te hiciste estas cicatrices?-

-Fue cuando caí a los rosales hace tres años.-

Alessandro recordó que ese día él no le ayudó, que a pesar de ser ella la que estaba herida, él la había castigado.

-Acuéstate.-

Abril volvió a acostarse, Alessandro bajó su camisón y la cubrió con las mantas.

-Debes quedarte en la cama hasta que te recuperes, procura no moverte mucho.-

-Si.-

-Si necesitas algo pídeselo a las sirvientas y si alguna es grosera
contigo dímelo.-

-Está bien.-

-Debo irme, descansa, te veré en la noche.-

Para Abril él que el rey fuera tan amable y se preocupara tanto
por ella lo consideraba extraño, si hubiera sido al principio de su
matrimonio quizás hubiera pensado que era porque ella era su esposa, pero después de ser ignorada y olvidada durante tres años, eso era algo difícil de creer, ella se preguntó si era por que
el hijo que ella debía darle, pero también desestimó esa razón.

Abril miró su mano izquierda en la que se veía la marca de matrimonio, si ella hubiera muerto, si el rey no hubiera llegado en el momento justo, él estaría libre de ese lazo invisible que los
unía y él podría volver a casarse con su prometida.

Abril dio un largo suspiro y se preguntó.

-¿Qué es lo que ha cambiado?, no lo entiendo, hasta hace nada su majestad me quería muerta, ¿Por qué ahora se preocupa tanto por mí?-

Abril tenía tantas preguntas en su mente, tantas cosas que quería preguntarle al rey, pero tampoco quería hacer las preguntas por miedo a la respuesta que recibiría, ella decidió
que lo mejor era quedarse callada y pasar desapercibida hasta que se recuperara.

Alessandro mandó llamar a Sirius, cuando él entró le preguntó.

-¿Por qué su herida está tardando tanto en sanar?, cuando me herí la mano en dos días mi herida había desaparecido, ella tiene una semana y su herida esta sanando muy lento, además tiene varias cicatrices, a mí no me quedo marca.-

-Quizás su magia no puede curar sus propias heridas.-

-La magia de sanación tampoco ha funcionado en ella.-

-Creo que su magia anula toda magia, por eso no funciona en ella y creo que por eso cuando fue al templo y tocó la esfera de magia, no reaccionó, la esfera es un artículo mágico, creo que ella la anuló y por eso parecía que no poseía magia.-

-¿Y ahora qué?, su herida sigue sin sanar.-

-Solo podemos esperar su majestad.-

-¿Esa herida, Dejará cicatriz?-

-Lo más seguro es que si ya que la magia de curación no funciona en ella.-

-No quiero que tenga otra cicatriz por mi culpa, busca la manera de que no sea así.-

-Pero su majestad, yo soy un mago no un curandero.-

-Pues desde ahora lo serás, así que deja de perder el tiempo y ve hacer lo que te he pedido.-

Sirius salió de la oficina del rey y se preguntó a qué se había referido el rey al decir que no quería que ella tuviera otra cicatriz por su culpa.

Cuando cae la noche Alessandro volvió a su habitación, él pensó que Abril estaría dormida porque era un poco tarde, sin embargo, ella estaba de pie en el balcón mirando hacia la distancia, Alessandro se apresuró llegar a su lado y le dijo.

-¿Qué crees que estás haciendo?, te dije no salieras de la cama.-

Abril no contestó. Alessandro se acercó un poco más, puso su mano sobre su hombro y volvió a llamarla.

-Princesa.-

Abril seguía sin responder, era como si no lo escuchara,Alessandro hizo que se diera la vuelta y descubrió que ella tenía los ojos cerrados.

Él agitó su mano frente a ella y volvió a llamarla.

-Princesa, ¿Qué sucede?-

Abril seguía sin responder, era como si estuviera dormida, él agitó su hombro haciendo que se despertara, al abrir sus ojos Abril se preguntó cómo había llegado al balcón y que estaba
haciendo ahí, ella miró a Alessandro y le preguntó.

-¿Que estoy haciendo aquí?-

-Lo mismo quisiera saber yo.-

Esposa Olvidada (Lazos De Sangre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora