Capítulo 62 "¿En qué momento pasó?

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Abril se quedó aferrada a Alessandro durante un buen rato
derramando lágrimas de alivio, cuando pudo calmarse un poco y
articular palabra le dijo.

-Gracias por venir a rescatarme, por no abandonarme.-

Alessandro tomó el rostro de Abril entre sus manos, limpió sus
lágrimas y le dijo.

-Tu eres mi esposa, siempre iré a salvarte, no lo dudes nunca.-

Ella quiso darle las gracias más que con simples palabras así que
le dio un beso y volvió a decirle.

-Gracias.-

Alessandro la abrazó con fuerza, él se quedó un rato respirando
el aroma de su cabello, sintiendo el calor de su cuerpo, los latidos de su corazón que aún latía con fuerza, él dio gracias a Dios por haber podido salvarla, por haber llegado a tiempo, en esos momentos él deseo de protegerla creció aún más en Abril, el querer estar a su lado por siempre.

Alessandro se preguntó en
qué momento se había vuelto tan posesivo, en qué momento había empezado a preocuparse tanto por ella.

Mientras Alessandro abrazaba a Abril, ella le dijo.

-Lo siento.-

-¿Por qué te estás disculpando?-

-Por todo, si me hubiera quedado en casa esto no hubiera sucedido.-

Alessandro le acarició el cabello y le dijo.

-No tienes por qué disculparte, no fue tu culpa.-

-Pero si yo no...

-No, en realidad ellos solo querían llegar hacia mí, si hay alguien que deba disculparse soy yo, no tu.-

-¿Qué paso con ese hombre aterrador?-

-No tienes que preocuparte por él, no volverá a hacerte daño nunca más.-

El barco comenzó a moverse, Abril se asustó pensando que era
cosa de los piratas, Alessandro la tranquilizó y le dijo.

-Tranquila, no pasa nada, volvamos a casa.-

Alessandro recordó que Abril tenía heridas en las muñecas y los
tobillos por culpa de las ataduras, él deshizo su abrazo, miró sus muñecas, estabanensangrentadas, él busco vendas para cubrir las heridas, mientras ponía el vendaje en sus muñecas le dijo.

-Lo siento, debí haber llegado antes.-

Abril negó con la cabeza.

-Llegaste justo a tiempo.-

Cuando llegaron al puerto Alessandro le dijo.

-Espera un momento ahora regreso.-

Abril tenía miedo de estar sola, ella se aferró a la ropa de
Alessandro y le dijo.

-No te vayas, por favor, no me dejes sola.-

Aunque ya hubiera pasado el peligro Abril seguía muy afectada
por lo que había pasado, él la tomó en brazos y le dijo.

-Está bien, ahora cierra tus ojos.-

Alessandro salió del camarote del capitán, Cassian estaba liderando a los demás caballeros, Alessandro se acercó a su
hermano y le dijo.

-Puedes encargarte de esto.-

-Si, no te preocupes, puedes volver, yo me encargare de todo.-

-Gracias hermano.-

Alessandro usó su magia de viento para elevarse al cielo y creó una criatura con su magia, tenía la forma de una enorme ave,
mientras se alejaban del pueblo Alessandro le dijo a Abril que abriera los ojos, al hacerlo ella se asustó al verse tan encima del
suelo, él le dijo.

-No te preocupes, no te dejaré caer, te lo prometo.-

Las palabras de Alessandro calmaron a Abril, él le señaló con el dedo y le dijo.

-Mira. -

Abril miró donde él le estaba señalando y se quedó muy
sorprendida al ver la luna reflejada en el mar, se veía tan cerca, que ella sintió que si se acercaban un poco más podría tocarla.

-Me hubiera gustado mostrarte esto en otro momento.-

-No importa, igual me encanta.-

Alessandro le dio un beso en la frente y le dijo.

-No puedo prometerte que no correrás ningún peligro en un
futuro, pero prometo mostrarte la belleza del mundo y cuidar de
ti, no dejaré que nada malo te pase.-

Abril abrazó con más fuerza a Alessandro, esas palabras parecían sinceras, ella las guardó en su corazón y le dijo.

-Gracias. -

Y siguió mirando al horizonte, él mar que parecía infinito y la
hermosa luna reflejada en el agua, con miles de estrellas
brillando encima de su cabeza y a pesar de todo lo que había
pasado, Abril deseo que ese momento fuera eterno.

Cuando llegaron a la mansión Alessandro se percató que Abril se
había quedado dormida, él la llevó en brazos hasta la habitación y la depositó suavemente en la cama, él puso una pomada en las heridas de Abril y volvió a colocar las vendas.

Él la tapó con la sábana y acomodo su cabello, ese día había sido largo, habían pasado muchas cosas y estaba feliz de que al final
hubiera acabado bien.

Alessandro estaba sorprendido con los poderes de Abril, ya que
eran aún mayor de lo que él se había imaginado y no podía
permitir que nadie más supiera de ello y todavía menos el rey
Venobich, él le había dado a Abril solo porque pensaba que era
inútil, un despojo que no necesitaría nunca. Pero ella era un diamante en bruto, bello, hermoso e increíblemente valioso si se llegaba a pulir.

Si ella se mantenía a su lado podía llegar a ser la diferencia entre
ganar o perder la guerra, ya no se trataba solo de usarla para
curar la herida de Cassian, ella podía hacer mucho más.

Alessandro se quedó un buen rato velando su sueño, hasta que
escuchó el sonido de pasos pasando por enfrente de su
habitación debía de ser Cassian, él salió y al verlo le preguntó.

-¿Cómo ha ido todo?-

-Bien, matamos a todos los piratas.-

-¿Y los esclavos?-

-Los hemos dejado en libertad, habían más de los que me había
imaginado.-

-Me alegro de que todo saliera bien.-

-¿Cómo está Abril?-

-Está bien, solo tiene unas cuantas heridas por las cuerdas.-

-Esto fue mi culpa, lo siento Lessan.-

-No es tu culpa, no te dije nada de lo que estaba pasando.-

-No, en realidad si es mi culpa Lessan, desde que sufrí la lesión
en mi pierna ignore todo, deje de hacer mi trabajo y me encerré
en mí mismo, he dejado de ser tu apoyo para convertirme en un
lastre, me convertí en un inútil, aunque no pueda luchar como lo
hacía antes podía haberte ayudado con otras cosas, pero no lo hice, deje que cargaras con todo tu solo, ahora me doy cuenta de
eso.-

-No eres un lastre, ni un inútil Cas, tú has dado mucho por este
reino.-

-Y seguiré haciéndolo, ese es mi deber como príncipe del reino
de Cosset.-

Esposa Olvidada (Lazos De Sangre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora