Capítulo 34 "Conociéndonos Mejor"

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Abril se quedó en el suelo disfrutando de ese momento de libertad que tenía.
El cielo, la brisa, el cantar de los pájaros, todo la hizo sentirse relajada y al final se quedó dormida.
Cuando ella despertó se encontraba en su habitación, ella se preguntó cómo había llegado ahí, fuera el sol ya se había ocultado y su habitación estaba sumida en las sombras y fue por eso que pudo ver las estrellas brillando hermosamente fuera, ella salió al balcón, hacía una noche maravillosa, el cielo estaba despejado y las estrellas parecían brillar con gran intensidad.

Ella se apoyó en la barandilla y se quedó admirando el paisaje nocturno, mientras lo hacía le pareció ver pasar un ave volando en la oscuridad, ella forzó su vista para intentar ver qué tipo de ave era, ella se había inclinado tanto hacia delante que había estado a punto de caer, Alessandro había entrado en ese preciso momento y la sujeto de la cintura.

-¿Qué crees que estás haciendo?, eso es peligroso. -

-Lo siento, es que he visto pasar algo volando y quería saber que era. -

-No hagas nada peligroso. -

-Si.

-Por qué la habitación está a oscuras?-

-Acabo de despertar, quería ver las estrellas así que no encendí las luces.-

-La próxima vez hazlo, no debes ir a oscuras por la habitación, no sabes que se puede esconder en la oscuridad.-

-No volveré a hacerlo.-

-Supongo que aún no has cenado.-

-Aún no.-

-Pediré que nos traigan algo para cenar.-

-¿Su majestad aún no ha cenado? -

-No, hoy cenare contigo, ahora entra y no hagas nada peligroso. -

Alessandro se marchó un momento, al regresar encontró a Abril sentada en el borde de la cama, él le preguntó.

-¿Cómo te encuentras?, ¿Tu herida duele?

-No duele, estoy bien.-

-Me alegro de que así sea-

-¿Mañana también puedo salir a dar un paseo? -

-Ya te he dicho que sí, pero sin excederse y sin quedarse dormida en el suelo.-

- ¿Su majestad me trajo? -

-Si, así que solo da un paseo corto y no te acuestes en el suelo. -

-Está bien, no lo haré. -

Las sirvientas llegaron poco después con la cena, mientras acomodaban todo en una mesa que había en una esquina de la habitación, ella se preguntó por qué habían llevado tanta comida, normalmente ellas solo le llevaban un plato de sopa de verduras, algo de fruta y agua para cenar, pero ese día la cena
era copiosa, había un sin fin de platos diferentes con carne, pescado, pollo y pavo.

Después de terminar de arreglar la mesa Alessandro les ordenó que los dejaran solos, él caminó hacia la mesa y le dijo.

-Ven, vamos a cenar. -

Abril se acercó, Alessandro retiró su silla para que se sentara, eso le pareció extraño a ella, sin embargo, no dijo, nada.
Ella siempre había cenado sola, el tener compañía esa noche hizo que la cena
fuera agradable, el rey le preguntaba cosas triviales como qué platillos le gustaban o si prefería lo dulce de lo salado, era una conversación casual en la que solo hablaban de tonterías, pero
que hacía que se sintiera cómoda.

Al terminar de cenar Alessandro llamo a las sirvientas para que recogieran todo y prepararan el baño, después de preparar una de las sirvientas se ofreció a ayudar al rey a lavar su espalda, sin embargo, él se negó y le dijo que se retirara, que quería estar a
solas con la princesa.

Cuando las sirvientas se fueron Alessandro empezó a quitarse la
ropa y le dijo a la princesa que le ayudara a lavar su espalda.

Alessandro ya estaba dentro de la bañera cuando Abril entró al cuarto de baño, ella se acercó y tomó una esponja, empapo la esponja con el agua de la bañera y empezó a tallar su espalda en silencio, mientras lo hacía pudo ver las cicatrices que habían en
su espalda, había grandes y pequeñas, ella las toco con yema de los dedos sintiendo la aspereza de las cicatrices, Alessandro al sentir sus suaves dedos acariciando su espalda le dijo.

- ¿Qué haces?, ¿Intentas seducirme? -

-No, yo solo estaba viendo las cicatrices, son muchas.-

-Todas son de la guerra. -

-Debió ser doloroso. -

-Si, lo fue, en ese entonces ni siquiera podía pedirle a los magos que me curaran, ellos estaban agotados, tanto física como mentalmente. Ni siquiera podían curar las heridas más pequeñas.-

Abril pasó su mano acariciando su espalda y le dijo.

-Las guerras son aterradoras.-

-Si, lo son.-

-Todo fue por culpa de mi padre, ¿Verdad? -

Alessandro no quiso mentir, habló con total sinceridad.

-Así es, tu padre fue quien dio inicio a esta guerra y ni siquiera sé por qué, su reino es grande y amplio, no entiendo el porqué de la guerra.-

-Mi padre es un hombre cruel, pero nunca hace nada sin razón, por lo menos esa es la impresión que me daba.-

- ¿Cómo era tu padre contigo? -

-Nunca fue un padre amable, por lo menos no conmigo, pero con mi hermana Shyla si lo era, ella posee una gran cantidad de magia, ella es la princesa heredera, cuando era joven siempre era comparada con ella, es inteligente y fuerte, mi padre la hizo
su sucesora cuando se enteró que no poseía magia.-

-¿Espera, tú eras la sucesora antes que tu hermana?-

-Si, pero nunca fue oficial, se supone que el primer hijo hereda el trono, pero yo era muy enfermiza y nunca se me trató como tal, cuando se enteraron de que no tenía magia mi padre me
repudio, me envió a un castillo en ruinas para morir.-

-Los soldados que te trajeron dijeron que tu padre te quería, que eras su hija amada.-

-Jamás lo he sido, el día que me envió aquí incluso me dijo que deseaba que su majestad me matara, aunque no con esas palabras exactamente.-

Abril siguió lavando la espalda de Alessandro y subió hasta sus hombros, él agarró su mano y le dijo.

-Fui muy grosero contigo el día de nuestra boda, lo siento.-

-Soy la hija de su enemigo, me sorprende que su majestad me
dejara con vida, no tiene que disculparse.-

-Yo no sabía nada de esto.-

-Su majestad no tenía manera de saberlo, así que no se preocupe por eso.-

Esposa Olvidada (Lazos De Sangre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora