Capítulo 39 "No Puedo Negarme"

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Cassian había ido al campo de entrenamiento ese día, él había tomado una espada y se había puesto a chocar espadas con uno de los soldados, él había sido un espadachín en el pasado, pero después de recibir esa lesión en la pierna eso se había acabado, pero gracias a la magia de Abril se había recuperado mucho, él dolor ya no era un problema y la pierna había dejado de fallarle, ese día él quiso desahogarse con su espada como lo había hecho
incontables veces en el pasado y después de mucho tiempo, volvía a sostener una espada.

La presión que sentía cada vez que su espada chocaba con la de su oponente, el leve dolor en sus manos que se habían vuelto demasiado delicadas para ser las de un guerrero, todo eso le
trajo muchos recuerdos de cuando había tocado una espada por primera vez.

Después de que terminara su pequeño entrenamiento Cassian tenía los brazos adoloridos y las manos le ardían.

Alessandro quien le había estado observando desde la distancia se acercó a él y le dijo.

-Hace mucho que no te veía sostener una espada.-

Cassian se sorprendió al ver a su hermano.

Alessandro se sentó al lado de Cassian y le dijo.

-¿Como te encuentras?-

-Me duelen las manos, esto me recuerda a la primera vez que toque una espada.-

-Entrenaste hasta que tus manos se llenaron de ampollas, recuerdo que madre se molestó mucho contigo.-

-Es verdad.-

Alessandro suspiro profundamente y le dijo.

-A veces desearía poder volver a esos días y ser solo un niño que corretea sin preocuparse de nada, ser un adulto es un incordio.-

-Yo también extraño esos días, extraño mucho ser el hombre que era antes de...

Cassian apretó su pierna.

Aunque Cassian no había terminado de
decir lo que estaba diciendo Alessandro sabía muy bien a qué se refería, a antes de ese fatídico día en el que había recibido esa lesión.

-Cuando Abril pueda controlar su magia le pediremos que cure tu lesión, estoy seguro de que no se negara hacerlo y tú podrás volver a hacer lo que te gustaba, lo que te apasiona, volverás a ser el loco de la espada Cassian.-

-Así que el loco de la espada, mamá siempre me llamaba así.-

-Es que no soltabas tu espada ni para dormir, ella odiaba eso.-

-En ese entonces quería ser el mejor, pero no me sirvió de nada, el rey Venobich me venció con facilidad. -

-Ese tipo es un monstruo.-

-Lo sé, pero me hubiera gustado poder ganarle.-

-Algún día lo haremos hermano, mataremos a ese maldito desgraciado, acabaremos con él, te lo prometo.-

-¿Qué crees que diga la princesa cuando eso ocurra?-

-No creo que ella se ponga de su parte, él le ha hecho mucho daño.-

-Aun así él es su padre.-

-Uno que nunca se comportó como tal, ella es sólo otra víctima del rey Venobich, pero no sigamos hablando de ese hombre, hace que se me revuelvan las entrañas, mejor hablemos de otra
cosa.-

-¿Sobre qué?-

-Pronto tendré que ir a hacer una inspección en el reino, le prometí a la princesa que la llevaría conmigo.-

-¿Que?-

-Se que si estás lejos de ella más de un día el dolor de tu pierna vuelve, por eso quería pedirte que nos acompañaras.-

-Sabes que no me gusta salir de palacio.-

-Lo sé, pero creo que tú también necesitas salir y por cierto, si no vienes tampoco lo hará la princesa, no puedo dejar que tu sufras.-

Cassian odiaba salir del palacio, no le gustaba que los demás lo vieran cojeando mientras caminaba, él le dijo.

-Lo pensaré.-

-De acuerdo, dímelo cuando te hayas decidido, aún queda tiempo para que llegue ese día.-

Alessandro se puso en pie y le dijo.

-Tengo que ir a trabajar, te veo en la cena. -

Después de que Alessandro Cassian fue a buscar a Abril, él no quería estar con ellos durante la cena, el verlos coquetear frente a él era doloroso.

Cuando Cassian preguntó por Abril, una de las sirvientas le dijo que estaba desayunando en el jardín y lo guio
donde ella estaba.

Ese día Abril llevaba puesto un vestido amarillo con decoraciones de encaje blanco, llevaba su larga cabellera rojiza atada en una trenza con una cinta blanca, se veía hermosa.

Abril al verlo levantó su mano y lo llamó.

-Hola Cassian.-

Él le estaba sonriendo y en esemomento él sintió que eran los únicos que estaban, era como si todo lo demás hubiera dejado de importar.

Cassian se acercó a ella y la saludo.

-Buenos días Abril, ¿Qué haces?-

-Hoy está haciendo un día maravilloso así que decidí desayunar fuera, ¿Ya has desayunado?-

-Aun no lo he hecho.-

-¿Quieres unirte?-

-Si, me encantaría. -

Una de las sirvientas fue a buscar una silla para Cassian, mientras esperaban a que volviera Cassian vio que Abril estaba tirando comida debajo de la mesa y le preguntó.

-¿Qué estás haciendo?-

Abril levantó el mantel y le dijo.

-Dándole de comer a Koda, no quiere salir de debajo de la mesa.-

Cuando la sirvienta volvió con la silla Cassian se sentó frente a la princesa, ella le dijo.

-Su majestad me ha dicho que me llevara a la próxima inspección, estoy muy emocionada por eso.-

Le contó Abril con una gran sonrisa dibujada en los labios.

-Te hace ilusión acompañarlo?-

-Desde que llegué aquí solo he salido una vez, fue cuando fui al templo, esa vez estaba muy nerviosa de lo que fuera a suceder así que no pude apreciar nada.-

-Sera aburrido el estar con mi hermano durante su inspección, además solo irán a pequeños pueblos, ahí no hay nada que valga la pena ver.-

-Quizás, pero será la primera vez que salga así que lo estoy esperando con ansias, siempre he estado encerrada, tanto aquí como en el reino de Laios, por eso, aunque sea aburrido o no
haya nada para ver, deseó salir y comprobarlo con mis propios ojos.-

Después de escuchar a Abril lo mucho que estaba esperando el salir del castillo, Cassian no podía negarse a ir, ella le preguntó.

-¿Tú también irás? -

-Si, también iré con vosotros.-

Abril sonrió ampliamente y le dijo.

-Estoy deseando que llegue ese día, seguro nos lo pasaremos muy bien.-

Esposa Olvidada (Lazos De Sangre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora