11. Our Town

17 3 3
                                    

Hoy era un día especial, un día que seguramente sería un festejo nacional en el futuro. 

Hoy era el cumpleaños de Caroline.

Y realmente pintaba como un buen día, el clima era agradable, el sol brillaba con tanta intencidad como si intentara opacar la luz de mi mejor amiga, los pajaros cantaban, el aroma de las flores aun inundaban el alrededor y había un aura de calma que envolvía el entorno.

Era un buen día, pero aunque quisiera disfrutarlo, mi mente no me permitía descansar. 

Había pasado toda la noche metiendo los regalos de Caroline en una enorme caja—sí, los regalos—, en un intento fallido de alejar los labios de Damon de mi mente. Creí que ya lo había superado, que mi interés en Damon se había marchado, quiero decir, sé que lo había traicionado al ayudar a matar a Mikael, y que lo defendí ante Klaus un par de veces, pero pasé todo el verano entre asesinatos, alcohol y testosterona, ni siquiera me había puesto a pensar si aun sentía algo romantico por él, creía que mis acciones eran solo afecto. Pero el beso de anoche había despertado antiguas emociones y algunas nuevas.

Lo que me había llevado a un mar de pensamientos quee avivaban la emoción secreta que bullia dentro de mi. ¿Como era posible que me sintiera de esa manera? o con más exactoitud ¿Como era posible que Damon se siguiera sintiendo de esa manera? Ya no era la misma Ciara de antes del verano, esa Ciara no había vuelto del ritual. 

Yo era la Ciara que Klaus había creado.

°°°

La mañana fue... interesante.

Elena parecía atormentada por la consecuencia de su decisión por lo que la encontré golpeando el saco de mi sala de estar mientras respondía con gruñidos y monosílabos. No la presioné, iba a dejar que aceptara su culpa.

Sin embargo lo que me inquietó fue la total ausencia de Caroline en la escuela. Los pasillos parecían anodinos sin ella y la decoración en su casillero parecía un chiste sin sentido, lo que me hacía sentir desilucionada por no poder mostrarle lo que Bonnie, Elena y yo hicimos por ella, pero aun más, me hacía sentir preocupada. Caroline no se perdería su cumpleaños por nada del mundo, no era propio de su parte, especialmente cuando el año que nos conocimos no dejó de decir lo importante que su cumpleaños debía de ser para mi.

Por lo que Matt, Bonnie, Elena y yo tomamos la decisión de llevar la sorpresa a su casa.

—¡Sorpresa!—los cuatro salimos de la cocina, exclamando con emoción, al escucharla llegar—. Feliz cumpleaños.

Pero ella no parecía muy emocionada.

—¿Qué están haciendo aquí?—nos preguntó confundida.

—Pues, te perdiste de nuestra celebración en la escuela—Elena se encogió de hombros.

—Y no fuiste a la clase de artes—me acerqué a ella quitandome la pequeña corona morada que traía para ponersela a ella—. Feliz cumpleaños presiosa.

Besé su mejilla y ella me dió una pequeña sonrisa.

—Ponte ropa calida, iremos a las cascadas.

—Fogata y malvaviscos—Bonnie explicó.

—Igual que cuando eras niña—Elena sonrió.

—Pero con tequila—Matt cantó y yo noté que Caroline no parecía muuy emocionada con la idea.

—¿Qué ocurre?—pregunté tomando su mano.

SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora