Pasé mi adolescencia de ciudad en ciudad, mudándome por el deseo de venganza de mi padre. Nunca había logrado crear vínculos con una ciudad, la idea del apego emocional era ridículo si era consiente que terminaría dejando el lugar en un par de meses o con suerte en un año, sin embargo las cosas fueron distintas cuando llegamos a Mystic Falls, de pronto los vínculos ya no eran tan ridículos, habíamos entrado al núcleo sobrenatural pero se sentía más a un hogar de lo que Carolina del norte o Boston se había sentido en toda mi vida.
Cuando dejé aquel pueblo problemático sentí como mi alma se quedaba con mi familia, me había quedado vacía desde ese día y no lo supe hasta tiempo después, cuando en las noches fantaseaba con pasear en las calles, ver una película con mi padre como de costumbre, reír con Elena, Caroline y Bonnie, dibujar con Jeremy y sentarme frente a la chimenea con Damon. Fue ahí cuando supe que era mi hogar, deseaba volver y dejar de ser la esclava de Klaus, pero ahora, lo único que quería hacer era poner mucha distancia entre nosotros y el pueblo, pero ya era tarde para eso.
Miré el edificio frente a nosotros, las sombras de los árboles ocultaba las pancartas con el logo de la mascota escolar, pese a ser de noche, sabía que habían alumnos en el interior, hoy era la noche de bromas del último año. Caroline solía contarme con emoción las cosas que haríamos para comenzar el año escolar como todas unas senior, ahora solo parecía el escenario perfecto para una masacre.
Los quejidos de Stefan me hicieron girarme a él y acercarme a ayudarlo. Luego de que Klaus nos informará que habíamos vuelto a Mystic Falls se ensañó tanto con Stefan que le rompía el cuello a penas él despertaba, sabía que quería hacer lo mismo conmigo, pero dijo estar muy ocupado para decidir si aún valía la pena.
—Ah, ya estás vivo—Rebekah lo miró con una sonrisa.
—¿Que pasó?
—Te golpearon—respondí ayudándole a ponerse de pie.
—Mi hermano te ha estado rompiendo el cuello todo el día, está molesto.
—¿Por qué volvimos aquí?—miró el lugar—A Mystic Falls.
—Ya puedes dejar de fingir, Klaus no tardó mucho en saber que era lo que escondían.
Tensé la mandíbula y evité la mirada de Stefan.
—No escondemos nada, hemos hecho todo lo que Klaus ha pedido.
—No—le contradijo—, los tres sabemos que no es cierto.
—Sabe que Elena está viva—suspiré mirando a Stefan.
—¿Dónde está Klaus ahora?—exigió con seriedad.
—Arrancándole la cabeza a esa perra, espero.
Stefan se tensó y me hice a un lado. Se abalanzó sobre Rebekah y ambos cayeron al suelo. Había esperado a Stefan para esto por la simple razón de que yo no podía usar mi magia con ella pues aunque sabía que podía hacerle daño, yo no iba a detenerla.
—¡¿Dónde está?!.
—De verdad la amas ¿No es así?—lo empujó contra el camión y tomó un tubo para golpearlo—Considérame celosa.
Lo apuñaló y se marchó.
—Creí que me ayudarías—se quejó cuando le quité el tubo del estómago.
—Mi magia está débil, Stefan—me disculpé—. No he comido en días y me han golpeado en ese periodo, la sangre de vampiro no lo hace mejor.
—¿Estás bien?—me preguntó jadeando.
—No importa—le tendí mi muñeca—. Ten.
—No—negó—, debemos ir por Elena.
—Lo haremos, pero de nada me sirves herido—hablé con firmeza—, bebe.
ESTÁS LEYENDO
Sombras
FanfictionNo importa cuanto corras, el destino siempre te alcanza. Los tiempos cambiaron, todos nosotros lo hicimos, las emociones se ponen en juego mientras peleamos contra las aguas turbulentas de la destrucción y caos, una bomba de tiempo a punto de explot...