xxi. La mesa en la que nadie se quiere sentar

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-Ready?

-¡Eh! ¡Eh! ¡Quieto!

-What?

USA había tenido la osadía de apoyar su mano en su espalda baja, gesto que el omega mal interpreto, creyendo que su novio quería apretar su trasero... otra vez.

-Las manos donde pueda verlas.

-Solo iba a escoltarte, honey- USA abogó por su inocencia, pero no pudo evitar la sonrisa al ver a su tierno y hermoso novio fruncir el ceño. Perú colérico era temible, pero el Perú molesto era adorable- Maybe like this?

Ofreció su mano y sonrió de lado, divertido y enternecido por las reacciones del omega, quien entrecerró los ojos, desconfiado.

-No intentes pasarte de listo- lo amenazó señalándolo con el dedo antes de bajar la mano.

-Never, my cute little boyfriend- el americano sonrió por su triunfo y como ya era típico en su personalidad de "me das la mano y te jalo el pie", fue un poco más lejos al entrelazar sus dedos y jalar al omega, depositando un beso travieso en la coronilla de su novio, encantado de verlo sonrojarse.

El insulto se quedó atorado en la garganta del peruano, todo porque su pecho se había vuelto papilla. 

-Perú, am, por cierto... Si te sientes mal, no dudes en decirme. Se que estar con mi papá podría no ser agradable- esta vez el alfa acarició su mejilla con su mano libre.

-Estaré bien, USA- afirmó el peruano.

Si su novio podía aguantar las constantes humillaciones de su padre, malas miradas de sus hermanos y hasta amenazas de Italia, Perú podría tolerar unas horas a UK. Se lo debía.

-Okey, just checking- USA acomodó sus hombros y respiró hondo, tal parecía estar un poco más ansioso que el omega.

El clan Franco era, sin exagerar, uno de los más influyentes del continente. Sus raíces se remontaban hasta duques, reyes, comisarios de renombre y comerciantes destacados. El apellido era viejo y fuertemente acuñado por su participación en la historia. 

La esplendorosa familia tenía empresarios, funcionarios, médicos, etc. En cada sector económico, por lo menos, algún miembro del clan estaría involucrado.

Sin embargo, al ser un apellido tan añejo a la par de vigente, sus portadores se movían entre la linea de la modernidad y las convicciones antiguas; eran renuentes a seguir las liberales tendencias del modernismo pero no lo suficientemente tercos como para impedir ciertas libertades.

Vaya, la mejor política del clan era, es y siempre será, evitar escándalos y dar la mejor cara a la sociedad. 

-CSM- Perú luchó para impedir que su boca se cayera al suelo. 

Los invitados paseaban por un enorme jardín de estilo renacentista haciendo gala de sus ropas más caras o elegantes. Los arbustos eran rectos, los arboles estaban dispuestos a distancias calculadas y las flores parecían siempre florecer. Vaya, uno podría cerrar los ojos y fingir que se encontraba en una película de época. 

Al fondo, se erguía una opulenta mansión de estilo europeo, blanca, con pilares griegos y acabados intricados en las ventanas.

Adicional, todo el lugar había sido decorado con telas, globos y manteles dorados, todas las rosas eran azules, seguramente teñidas; habían tres altas torres de copas de champan y pasteles gigantescos reposaban ostentosos en bandejas de oro. 

El anfitrión y festejado justamente era conocido por despilfarrar, por ser un viejo excéntrico que, de no ser por la prudencia de sus hijos y nietos, se hubiese acabado toda la fortuna del clan.

El acuerdo (Canadá & Ucrania)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora