-Papa?
-Oh- el omega de ojos claros apartó la cara unos segundos para luego mirar a su cachorro y forzar una sonrisa-, Can, what's the matter?
El pequeño niño pelirrojo escondía la mitad de su cuerpo detrás del marco de la puerta y la otra mitad miraba a su papá con una mezcla de dulce timidez e infantil preocupación.
-Do you need something?- preguntó de nuevo el omega, enderezando la espalda y limpiando su rostro con las manos- Es muy tarde, ¿qué haces despierto?
Canadá jamás comprendería como su papá podía ser tan bueno para detener sus lágrimas en un parpadeo. Cuando él lloraba, su padre lo regañaba y le ordenaba dejar de hacerlo, pero eso provocaba que berreara con más fuerza. Deseaba ser tan fuerte como su papi.
-¿Y bien?- insistió.
-Yo... quería un vaso de leche- susurró el niño-. Papi, ¿te sientes mal?
UK apretó los labios y sus claros ojos se humedecieron nuevamente.
-It's nothing, go back to sleep- respondió con voz contenida.
-¿Quieres un abrazo?- preguntó el niño desde el marco.
Las lágrimas aparecen cuando uno está triste y, según Nueva España, los abrazos ayudan para que uno no se sienta triste. El truco funcionaba cuando su amigo abrazaba a su hermano, suponía que podría funcionar también con su papá, ¿no?
Sin embargo, UK soltó un bufido.
-¿Y eso de qué me serviría?
-Para que ya no estés triste- respondió en un susurro tímido y se escondió de nuevo en el marco de la puerta.
UK hizo una mueca. Él no era el tipo de omega cariñoso y ni amante del contacto físico, mucho menos con niños, aun si eran sus hijos... peor tantito cuando se trataba de su cachorro que se parecía excesivamente a su marido, tanto que rayaba en lo grosero.
De no ser por el cabello y las pecas, Canadá sería la viva imagen de Francia.
El inglés cerró los ojos y negó con la cabeza, no era justo que su cachorro pagará los pecados de ese hombre.
-Come here- cedió. El cachorro entró en la habitación con una sonrisa satisfecha.
-Papi, ya no estés triste- recitó el inocente niño mientras usaba sus cortos brazos para rodearlo por la cintura.
Sin embargo, UK mantuvo los brazos levantados y miraba a otro lado. Canadá no era Francia, pero la mayoría de las veces sentía que sí.
¿Por qué le era tan difícil amar a su cachorro? El niño no tenía la culpa de que su nariz, la forma de su rostro, de sus ojos, de sus labios y hasta de sus orejas fueran como las de su marido, era resultado de la genética, no es como si hubiese decidido nacer así.
Es más, tenía el mismo cabello que su abuela y su hermano, ese pelirrojo tan anaranjado y vivido definitivamente provenía de su lado de la familia. Su cachorro había sacado tanto características suyas como de su padre, el resultado era una mezcla casi equitativa de las dos familias.
Tal vez era eso mismo lo que le desagradaba. Ver los dos mundos equilibrados en su niño era un constante recordatorio de que su vida estaba encadenada a los Franco.
Si tuviera el mismo parecido que sus hermanos, con cabello rubio, ojos claros, labios delgados y piel sin manchas...
No lo entendía, tenía un gusto por los pelirrojos, le encantaban esas hebras que reflejaban colores hermosos, como ver las copas de los árboles en otoño o un reconfortante fuego en una noche de invierno.
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El acuerdo (Canadá & Ucrania)
FanfictionCanadá nunca ha sido de las personas que creen que el romance y el amor son conceptos complicados, desgastantes y pesados, de los cuales puede prescindir en su vida y sería feliz, él solo espera pasar sus días en tranquilidad, dinero y sin complicac...