❝Entonces...¿Voy a ser algo así como tu controversial novia joven?❞
❝Por Dios, no lo digas así❞
En donde Alexandra y Sebastian no tienen absolutamente nada en común, salvo que son la persona correcta, en el momento incorrecto, o eso creen ambos.
O e...
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El sábado de clasificación del fin de semana del Gran Premio de la Toscana no empezó de la mejor manera para Sebastian, un aplastante resultado de P18 en las prácticas había terminado con todas sus esperanzas de dar una buena carrera el domingo. Apenas era mediodía y ya sentía como el estrés comenzaba a consumirlo.
Mientras que para Alex el día tampoco iba de maravilla, desde el día anterior todo había sido un lío, desde explicarle todo a Charlotte en el paddock, evitar más preguntas de Charles, y luego de vuelta en el hotel notar que su aparición había causado todo un revuelo en los medios y ahora viendo todo aquello que decían los fans acerca de Seb y ella. Charlotte le había dicho que no bajo ningún motivo debía ver los comentarios y claro que se arrepentía de no haber seguido su consejo.
Ni siquiera era una pareja real pero mierda, ser comparada con la ex siempre era un golpe duro: desde que lo suyo era un amorío desde hace meses y que por ello Seb se divorció, hasta aquellos que la trataban de aprovechada y roba fama ¡Y todo simplemente a raíz de una fotografía de ella llegando al Paddock junto a Britta! ¡Solo aquello bastó para que los fans enloquecieron confirmando que era novia de Sebastian!
—Alexa, espero no te moleste pero le he pedido tu número a Seb, he visto los comentarios y todo eso ¿Cuídate, si? No creas todo lo que leas. Seb fue imprudente en llevarte al paddock de ese modo —fueron las palabras Britta durante una llamada que Alex agradeció infinitamente, desde el día anterior había sido muy amable, Seb debía darle un aumento o algo a la mujer por ser tan buena.
Esa mujer realmente era una santa y parecía ser la única persona en el mundo que la aceptaba como pareja del alemán, aun si ella no tenía idea de que todo era falso.
—Britta, ¿Podrías decirle a Seb que me quedaré en el hotel hoy? Debo terminar algunos pendientes y prepararme para la gala.
—Claro, le diré, descansa, y en serio, te recomiendo apagar tu móvil.
Fue así como la francesa decidió hacer caso en ese momento. No vería ningún comentario más y se concentraría en lo realmente importante.
Gracias al dinero de Seb podría pagar todas aquellas deudas que la persiguen, aquellas que con un empleo normal jamás podría cubrir y así todo estaría en orden.
Nada de deudas hospitalarias.
Nada de deudas universitarias.
Nada de gastos de vuelos entre Barcelona y París que pagar.
Fue un alivio poder notar que finalmente ya no corría riesgo de ser encarcelada o peor, el alemán no tenía ni idea de cuánto la había ayudado y ahora solo quedaba cumplir su parte y ayudar a Seb tanto como pudiese.
Con eso en mente decidió que seguir durmiendo era su mejor opción, no quería saber nada de Seb en esos momentos, ni tampoco de sus amigos, suficiente tenía ya ignorando sus mensajes preguntando si todo aquel embrollo era cierto, Charlotte era la única que sabía la verdad de todo y no le apetecía mentirle al resto en ese momento. Simplemente se dispuso a dormir hasta olvidar todos sus problemas o hasta que el causante de sus problemas viniera a recogerla para la fiesta.
