❝Entonces...¿Voy a ser algo así como tu controversial novia joven?❞
❝Por Dios, no lo digas así❞
En donde Alexandra y Sebastian no tienen absolutamente nada en común, salvo que son la persona correcta, en el momento incorrecto, o eso creen ambos.
O e...
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10 de Octubre, 2020
German Grand Prix
Race Day
—Cuñada, ¿Otra vez sola?
—¿Acabas de llamarme cuñada?
Alexandra se quedó estática ante el apodo, ni siquiera había notado su presencia mientras caminaba en dirección a los motorhome, mientras que el menor de los Vettel parecía ir en dirección contraria.
—Puedes llamarme cuñado también —agregó el menor con una sonrisa a lo que la castaña rodó los ojos con una sonrisa ladina.
—¿Sabes? Tu y Seb son iguales.
—Oye no me ofendas así.
La castaña rio bajito negando con la cabeza. Hacía tan solo unas horas habían almorzado con los padres de Sebastian, fue agradable, y era divertido ver como ambos hermanos discutían por cualquier cosa posible mientras Heike intentaba detenerlos alegando que debería darles vergüenza actuar así a su edad y frente a una chica, aunque Alexandra simplemente reía y ayudaba a poner fin a las discusiones.
—Lamento que debas presenciar sus peleas, han sido así desde siempre —dijo Heike como disculpa.
—No, no, es divertido. No tengo hermanos así nunca tuve a nadie con quien discutir así, se que Seb lo quiere aunque discutan.
—Bueno, eres bienvenida a la familia ahora, cariño, los verás discutir tanto que ya no querrás hermanos —dijo la mujer en tono cariñoso a lo que la francesa agradeció con una punzada en el corazón.
¿Por qué eran tan buenos con ella?
Casi termina aceptando más almuerzos y cenas familiares con los Vettel por sugerencia de su madre de no ser porque el alemán se apresuró a decir que ya tenían planes de seguir mostrándole la ciudad a la castaña y casi soltó un suspiro de alivio cuando el piloto dijo que era momento de irse. A pesar de que la familia Vettel le agradaba no se sentía correcto seguir relacionándose con ellos como si realmente fuera parte de su familia ¡Era justamente lo que quería evitar y lo primero que terminaba haciendo!
—Seb tuvo que irse a una reunión, iré a su motorhome a descansar un rato ¿Qué hay de ti?
—Tengo cosas que hacer, pero nos veremos luego. Adiós, cuñada —dijo el alemán en tono burlón.
—Adiós, cuñado —repitió Alexandra rendida ante el apodo antes de seguir su camino.
Había pasado la noche anterior sin dormir, realmente estaba agotada. Solo había dado vuelta tras vuelta en su cama sin ser capaz de conciliar el sueño, pensó en llamar a Charlotte pero no quería oír lo que ya sabía.
