25 de Octubre
París, FranciaLa nostalgia era una de las cosas que Alexandra más odiaba sentir.
¿Si ya pasó por qué tengo que seguir recordándolo?
Odiaba que los malos recuerdos opacaran todo lo demás, odiaba creer que lo había superado y de nuevo se sentía de aquella manera.
Habían tenido unas últimas semanas geniales, incluso aquel viaje había ido genial, todo iba de maravilla ¿Por que de pronto se sentía...
—Chéri, comienzo a creer que nos perdimos.
—¿Huh?
Perdida, si, eso era.
—Estoy casi segura que esa cafetería que dices no está por aquí ¡Además llevo hablándote y tu no reaccionas! ¿Qué pasa por tu cabeza, uh? —dijo Charlotte con humor, antes de resignarse a buscar por sí misma en el mapa donde estaba aquel lugar.
Y es que era cierto, se suponía que Alexandra las estaba guiando, pero en algún momento solo se perdió entre el lúgubre hilo de sus pensamientos y caminaron sin rumbo durante unos minutos.
Aunque por supuesto, no estaban pérdidas, Alex sabía bien donde estaba.
El camino a su antiguo apartamento era difícil de olvidar aun de manera inconsciente. El edificio permanecía igual que como lo recordaba, con aquella misma pintura desgastada, los balcones dándole el toque parisino al edificio residencial, mientras que el octavo piso un letrero de "disponible" junto a un número telefónico adornaban el balcón del que fue hogar durante 4 años.
No podía olvidar los años que pasó entre esas cuatro paredes, como el primer día en que llegó y nadie le había advertido que el edificio no tenía ascensor, así que no tuvo más remedio que arrastrar sus maletas 6 pisos por las escaleras.
O aquella chica de intercambio en gastronomía que fue su vecina un año antes del fallecimiento de su madre y que a diario le daba a probar sus creaciones. Fue una pena cuando su intercambio acabó y debió regresar a su país. A pesar de que la chica portuguesa no hablaba inglés ni francés, siempre aparecía con sus pasteles y galletas alegando en un enredado francés que la cocina no necesitaba palabras y lo comprobaba cada vez que su rostro se derretía ante las deliciosas preparaciones. Realmente fue una lástima cuando su intercambio término.
Los días que solía pintar en aquel mismo balcón mientras bebía alguna cantidad insana de café. Estaba segura de que en la mudanza a Mónaco perdió aquella libreta.
Recordaba vagamente como cada que su madre llamaba solían tomar la merienda juntas por videollamada.
También aquel camino que hacía a diario a la facultad donde sin falta pasaba a la misma cafetería por su café matutino y siempre terminaba tentándose por algún bollo, pero esos solo los reservaba para las meriendas con su madre, donde la dueña siempre le recomendaba los mejores de la vitrina.
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Controverse | Sebastian Vettel
Fanfic❝Entonces...¿Voy a ser algo así como tu controversial novia joven?❞ ❝Por Dios, no lo digas así❞ En donde Alexandra y Sebastian no tienen absolutamente nada en común, salvo que son la persona correcta, en el momento incorrecto, o eso creen ambos. O e...