❝Entonces...¿Voy a ser algo así como tu controversial novia joven?❞
❝Por Dios, no lo digas así❞
En donde Alexandra y Sebastian no tienen absolutamente nada en común, salvo que son la persona correcta, en el momento incorrecto, o eso creen ambos.
O e...
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9 de Octubre, 2020
Gran Premio de Alemania
Day 2
El clima frío del Nürburgring prevalecía tras haber hecho de las suyas el día anterior haciendo que ambas prácticas se cancelasen debido a la lluvia incesante.
Fue una lástima no poder probar los monoplazas cuando el equipo había traído todo un nuevo paquete de modificaciones. Con solo una práctica por delante no era suficiente para probarlas y corregir errores si es que no daban los resultados esperados.
La tarde del día anterior fue bastante tediosa, tanto para los equipos como para los asistentes, pero aún así Alexandra le había subido el humor un poco hablando sobre como un rarito parlanchín le había hecho compañía y por si fuera poco Jenson y Mark volvían a aparecer como sanguijuelas buscando conocer más a Alexandra.
—No te preocupes, Seb. Mark y yo le haremos compañía a esta señorita mientras corres. Ningún rarito volverá a asustarte, bonita —dijo Button guiñándole un ojo a la chica quien solo rio y se limitó a decir que no hacía falta. Pero de todos modos, sabía que el par lo haría de todos modos y no tuvo más opción que resignarse.
En serio, ¿En qué momento estos tres se hicieron tan cercanos? ¡Incluso el amargado Mark parecía encantado!
Y hablando de otros encantados con Alexandra, Lando nuevamente estaba en escena desde el media day, donde recurrentemente el alemán noto a Norris y Alexandra cada que se encontraban casualmente (Seb estaba seguro que Lando daba vueltas específicamente buscando encontrarse con la chica, podría apostar aquello, aunque ignoraba por completo que así como con Norris, Alexandra también se había reunido con Charles, George y Albon, y en efecto, si era casualidad).
Sebastian no tenía nada en contra del niño papaya, era buen piloto, posiblemente a futuro fuera campeón, pero su enamoramiento era más que evidente y Alexandra parecía ignorarlo por completo.
Tenían planeado recorrer otros sitios de Düsseldorf tras las prácticas, pero por supuesto, con la horrible lluvia nada de eso sería posible y se limitaron a cenar en el hotel y ver una película (esto último idea de la chica, claro, Sebastian habría preferido ir directamente a dormir).
Mamma mia no era la clase de película que Sebastian elegiría, pero Alexandra simplemente se emocionó cuando vio que la pasaban en inglés por la televisión de su cuarto y simplemente se resignó a escuchar hora y media de canciones de ABBA (que sin duda eran demasiado pegadizas y se pilló a si mismo tarareando Lay All Your Love on Me durante el desayuno a la mañana siguiente) y disfrutar de la película antes de irse a su propia habitación para descansar.
—Suerte mañana, estoy segura de que tendrás una buena clasificación.
