𝓒. 04

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Taylor 🌙

Mi mirada estaba fija en el de trenzas el cual estaba frente a mi, me miraba de forma tan seria que provocaba un escalofrío en mi cuerpo, no tenía ese brillo pícaro qué normalmente decoraba sus ojos, no reía de esa forma tan burlona qué me hacía estremecer, solo estaba frente a mi con su mirada fija y escalofriante.

- A ver niña, necesitamos aclarar algo importante - El de trenzas tomo aire para volver a hablar. - Desde que llegaste aquí he sido muy amable y esa cambiará, ¿Entendido?

- Si Tom, lo entiendo...

- Tienes dos opciones, te conviertes en una puta más o aprendes a ser como yo - Tom se acercó más a mi y su mirada seguía siendo escalofriante provocando que mi corazón se acelere. - Y creeme que mi vida es muy difícil y peligrosa niña

- Oh wow que opciones tan increíbles señor Tom, que hermoso - Le dije bromeando entre risas.

- Conmigo no juegues niña, te haces la inocente pero me das una vibra mala, una vibra de que eres aun peor que yo - El de trenzas hablaba con curiosidad como si hubiera algo en mi que le interesaba.

- Ni que fuera vibrador para darte malas vibras.

El de trenzas rodó los ojos y se puso de pie para salir de la habitación, soltó ese suspiro típico que siempre salía de sus labios, ese suspiro de frustración que yo le provocaba con mis actitudes desafiantes y rebeldes.

Antes de salir completamente de la habitación se giró hacia mi, esa mirada tan seria que me hacia saber que estaba en problemas y que no tenía que seguir con esas actitudes, esa mirada de advertencia.

- Niña, te lo estoy pidiendo de favor, comportate bien.

- Lo que digas Tom, de todos modos no es de mucha importancia para ti.

- Niña se que soy tu secuestrador pero me preocupas. Se que no me vas a creer pero siento compasión por ti, aprovecha. - Sonrio de forma ladina pero triste a la vez, sentí alto raro como si mi corazón hubiera dado un vuelvo.

- De acuerdo Tom, gracias supongo...

El de trenzas rápidamente se puso serio nuevamente al darse cuenta lo que estaba diciendo y la sonrisa que salió de sus labios inconscientemente.

- No tienes que agradecerme nada, solo comportate.

Finalmente Tom salió de la habitación dejándome sola perdida en mis pensamientos, aveces era tan amable pero otras veces era tan serio que podía decir cosas verdaderamente hirientes.

No lo entendia pero tampoco tenía derecho de decir algo sobre eso, después de todo era un mafioso qué no debía desafiar su persona pero algo en el me hacía querer dominarlo. Sentía esa extraña sensación de que tal vez en el fondo tenía un buen corazón y no era tan malo y frío como parecía ser con los demás.

Decidí que le pediría permiso a Tom para salir un rato, no importa si le tengo que rogar para hacerlo pero necesitaba un respiro, salí de la habitación y me dirigí a su oficina.

- Tom, ¿puedo salir un rato? Por favor...

- No niña, es muy peligroso que salgas y en verdad no quiero que escapes - Dijo el de trenzas con voz firme y decidida.

- Tom pero estoy encerrada y necesito un respiro, mandame con uno de tus guardias aun que sea - Insistí con voz desesperada ya que quería que Tom entendiera mi ansiedad.

- De acuerdo te llevará uno de mis guardias al centro comercial, al parque, donde sea que quieras ir pero cuidado con lo que haces Taylor - Advirtió el mayor y llamo a uno de sus guardias para informarle.

Después de una larga explicación y advertencias de Tom me dirigí hacia el auto junto a su guardia para ir a un centro comercial para distraerme un rato de todo el encierro.

Era difícil, fue un golpe muy duro cambiar una vida llena de traumas y problemas a una vida mafiosa y llena de dinero, ambas eran malas vidas pero aveces sentía que Tom me entendía más que mi padre.

Nunca pensé que un hombre peligroso pudiera entenderme más que mi propio padre, mi sangre, pero debía aceptar mi situación y no pensar tanto en ello o si no sería más difícil y doloroso, solo quedaba aceptarlo.














( ... )

















Narrador omnisciente

- ¡Taylor maldita sea contesta el teléfono! - Decía el mensaje del mayor que había enviado por texto hacia la menor.

El de trenzas tenía una sensación de preocupación y frustración ya que eran las 7 de la noche y Taylor aún no llegaba, habían acordado que llegaría aproximadamente a las 5 de la tarde pero aun no había señales de Taylor.

Derrepente se escucho la puerta principal de aquella casa, Tom estaba listo para regañar a Taylor, odiaba que le llevarán la contra y más cuando era Taylor.

Sintió la presencia detrás de él pero no se tomó el tiempo de darse la vuelta para mirar, solo estaba interesado de darle su merecido.

- ¡Maldita mocosa!, ¿Crees que puedes desobedecerme como se te de la puta gana! - Exclamó el mayor con claro tono de molestia en su voz.

- Niña te he dado demasiada liberación y no me parece justo que te des el gusto de hacer lo que quieras - El de trenzas seguía gritándole a la menor sin tomarse el tiempo de darse la vuelta, no tenía interés de hacerlo. - Desde ahora me volveré más serio, te lo digo en serio.

- Tranquilo hermanito, ¿Por que tan enojado? - Hablo el hombre detrás de Tom, el de trenzas conocía perfectamente esa voz que provocaba un escalofrío por toda su espalda, lo hacía estremecer.

Se dio la vuelta para quedar cara a cara con su hermano, era idéntico a él, solamente que su hermano traía unas rastas rubias, la mayoría del tiempo usaba gorras y ropa aún más holgada que el, lo que tenían en común era que les gustaba la vida fácil, la vida peligrosa y llena de adrenalina, les gustaba estar llenos de mujeres sin reclamo alguno.

- Nick... ¿Que haces aquí? - El de trenzas tartamudeo por un momento, jamás le había tenido tanto temor a alguien como su hermano gemelo, era el único con el que podía tener compasión sin importar lo que pasara o el peligro que corriera.








𝐴𝑛𝑡𝑜𝑛𝑖𝑡𝑎✮
No lo hice tan largo pero meh, supongo que quedo bien🙆🏻‍♀️

give meaning to my life  𝒇𝒕. 𝑻𝒐𝒎 𝑲𝒂𝒖𝒍𝒊𝒕𝒛.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora