— Taylor
— Un elefante muy elegante uhhh. — Cantamos al unisono con tono de ebriedad.
— Amor, es mi imaginación o ahí hay un elefante muy elegante. — Pregunto Tom apuntando hacia una pared.
— No amor, soy yo en tanga.
Nos reímos a carcajadas por unos minutos hasta jadear en busca de aire, la ebriedad nubló nuestros sentidos
— Amor, ¿Sabes que te amo mucho? — El de trenzas me abrazo y se acurrucó en mi cuerpo como un bebé.
— Yo también te amo Tom y a tu hermano Nick también. — Conteste entre risas sarcásticas.
Este se enfado, se levantó de la cama y salió de la habitación con sus brazos cruzados y haciendo un tierno puchero de frustración.
Salí detrás de él pero no lo encontré, mire hacia todos lados de la casa pero no estaba en ninguna parte.
Miro hacia abajo y me doy cuenta que esta arrodillado frente a mi, su tierno puchero seguía ahí, sus ojos mirándome con inocencia y como si me estuviera suplicando algo que no sabía lo que era.
— ¿Que cosa quieres cariño? — Pregunte con una sonrisa ladina.
— Qué follemos como conejos. — Contesto con su voz de niño tierno.
— No, deja de decir cochinadas y ve a leer la biblia, calenturiento. — Mi mirada se volvió seria y la suya se volvió más suplicante. — Vamos a dormir, ¿Si?
Tom asintió de mala gana y volvió a la habitación, me acurruque bajo las sábanas y el de trenzas copio mi acción, se acurrucó a mi lado.
Rodó sobre su espalda y agarro mis caderas para ponerme encima de su regazo, me miro, me guiño un beso y me tiro un ojo, espera así no era.
— Tom, estas muy borracho y tienes que dormir — Dije con un bostezo de cansancio.
— Me voy a dormir pero quedate encima mio por lo menos para soñar que estamos follando hasta quedarnos sin sentido. — Murmuró con voz seductora.
Rodé los ojos en broma y asentí con la cabeza. Me quede encima suyo por unos minutos, moviendo mis caderas de lado a lado mientras me reía al notar su reacción ante mis movimientos.
Su erección se formó de manera inmediata lo que me hacía reír aún más por el control que tenía sobre el cuando hacía cosas como estas, ¿Recuerdas al Tom qué decía que no era el rey de mis caprichos?
Aquí esta otro Tom, el Tom sumiso, el rey de mis caprichos que con tan solo una follada consigo lo que quiera, espera eso no era...
Después de un rato finalmente se quedó dormido en un sueño profundo, había sido una tarde cansadora y de mucha pero mucha fiesta, se beso como con 10 rubias y bueno yo eh... ¿Poliamor? (bromita)
Habíamos tomado demasiado y ya era hora de descansar, me baje de su regazo, este soltó un gemido de frustración pero no volví a la posición anterior.
Me acurruque a su lado, puse su cabeza en mi pecho y comencé a acariciar su cabeza, ¿En que momento había pasado esto? Me enamore literalmente de mi secuestrador.
Lo se, era raro, ¿como te puedes enamorar de alguien que te hizo daño?, No, Tom no me hizo daño al contrario el me saco de un infierno y ahora el me da un cariño de pareja, amigo e incluso el cariño que jamás tuve de mi padre.
Ahora no lo necesitaba, ahora tenía a Tom dándome el cariño, lujos, escuchándome cuando más lo necesitaba e incluso cuando no se lo pedía, aun que yo estuviera molesta y no quisiera hablar, lo saco a patadas de la habitación pero el aun así, no me dejaba sola porque quería saber las razones de mi sufrimiento, de mi malestar, de mi malhumor.
[ … ]
— Tom Kaulitz.
Me encontraba en una reunión de negocios, estaba hablando tranquilamente con mis socios sobre los trabajos pendiente y otros que teníamos por comenzar recientemente.
Mientras hablaba me di cuenta como Taylor jugaba cariñosamente con uno de los hijos de un socio, reían, corrían, cualquier tontería.
Sentí como los celos crecían dentro de mi al verla tan feliz y cariñosa con ese niño, cruce mis brazos y mi mandíbula se tenso inmediatamente por la furia qué corría por mis sentidos.
Ella no se fijo en mi mirada, solo se concentró en seguir jugando con el pequeño niño que parecía tan malditamente feliz al lado de Taylor.
En un momento de Taylor corriendo por todos lados con aquello niño, ella pasa frente de mi.
Agarre sus caderas impidiendo qué siguiera jugando con el niño y la senté en mi regazo, ella intento zafarse de mi agarre pero solo apreté más sus caderas dejándola en mi regazo a la fuerza.
— ¿Por que jugabas con ese niño?, no te di permiso de hacerlo. — Hable con voz ronca y firme.
— No seas ridículo, solo es un niño. — Contesto entre risas.
— Solo puedes hablar conmigo, no necesitas a nadie más, solo yo. — Solté un pequeño gruñido de enfado.
— ¿Y que harás cuando tengamos un hijo?
— Ojalá sea niña porque si es hombre creeme que no voy a compartir tus lindas tetas con alguien más. — Apreté mi agarre en sus caderas y la miré dejándole en claro que no estaba bromeando.
Esta mordió su labio intentando no reírse de mis celos "Ridículos", Taylor solo es mía y de nadie más, si, solo era un niño PERO ES HOMBRE, yo soy el único hombre en la vida de Tay.
— Tom, solo estas siendo celoso e incluso tóxico por ponerte así solo por un niño. — Se encogió de hombros con indiferencia.
— ¿Lo prefieres a él? De acuerdo, en la casa veremos, de paso ya comprate la silla de ruedas eh bonita. — Reí burlon. — Porque cuando lleguemos a casa, lo único que podrás recordar es como actuaste con indiferencia a mis celos y te vas a arrepentir tanto que vas a suplicar piedad a gritos, ¿Oiste? A GRITOS.
Sentí como Taylor trago saliva por los nervios, el escalofrío corriendo por toda su espalda haciéndola estremecer, me hizo reír aun más.
Apreté sus muslos con fuerza dejando la marca de mis dedos en ellos, Taylor se quejo de dolor al apretarlos tan fuertes pero no me detuve.
Mire hacia todos lados asegurándome de que nadie estuviera atento a nuestra escena, subí mis manos hacia sus pechos y le di un fuerte pellizco en sus pezones haciéndola gemir de dolor.
— Es solo el principio princesa, cuando lleguemos a casa vas a gritar que todos te van a escuchar, van a escuchar que eres totalmente mía mientras te follo en todas las malditas posiciones hasta dejarte templando hija de puta.
— T-tom pero yo... — Tartamudeo con miedo.
— ¿Pero que? Pero nada Tay, con Tom Kaulitz no se juega y te darás cuenta el grave error que cometiste. — Le di una mirada penetrante para ver si me seguía desafiando.
Taylor solo asintió e intento levantarse de mi regazo pero apreté más mi agarre.
— ¿Te di permiso de que te levantaras? — Pregunte con seriedad y ella solo nego con la cabeza. — Entonces no te levantes hasta que yo diga, ¡¿Entiendes?!
— S-si Tom, entiendo... — Dijo con voz temblorosa.
𝐴𝑛𝑡𝑜𝑛𝑖𝑡𝑎✮
Que combinación de mie-
Taylor masoquista y Tom celoso de un niño
Que esquizofrenicos 🤗
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give meaning to my life 𝒇𝒕. 𝑻𝒐𝒎 𝑲𝒂𝒖𝒍𝒊𝒕𝒛.
Fanfiction𝐆𝐢𝐯𝐞 𝐦𝐞𝐚𝐧𝐢𝐧𝐠 𝐭𝐨 𝐦𝐲 𝐥𝐢𝐟𝐞 | ೃ࿔₊• 𝗧𝗮𝘆𝗹𝗼𝗿 una niña qué con tan solo 17 años cayo en las manos de el mafioso más peligroso de Alemania debido a la gran deuda que tenia su padre con este hombre jodidamente peligroso, si, hablamos...