En aquel tiempo, un bello joven de 17 años. Daniel Noboa, conoció a un chico misterioso, carismático y de bonita sonrisa. Jan topic, de 21 años.
Desgraciadamente, el más alto conoció a otra hermosa dama que se enamoró. Si, a escondidas del menor; Es...
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Daniel pensaba, ¿en que? Bueno. Ya no tenía tiempo para pensar en Jan, pensaba en cómo destruir a Luisa y el llegar a la presidencia del Ecuador.
Pero, ¿Como?. Era difícil, ella tenía a medio Ecuador rendido a sus pies, todos estos pensamientos se fueron desvaneciendo al oir sucelular vibrar, contestó. Grave error.
-Hola, Daniel? Necesito hablar..
Daniel por impulso tiro el celular encima de la mesa, asustado se alejó.
-Dani? Daniel. ¿Estas ahí?
Daniel tapo su cara, y contestó.
-Si.. Que necesita, candidato Topic?
-Daniel, escucha. Lo siento, lo siento mucho. Te daría el mundo entero solo para que me perdones, mi corazón te necesita.. mi cuerpo te necesita, yo te necesito. Tengo que besar esos lindos cachetes, ver tus hermosos ojitos. Ahh..
-Y-yo..
-Amor, déjame demostrarte que esta vez no será igual. Te prometo que no dejaré que te rompan el corazón otra vez, mucho menos yo. Te amo, te amo, mucho. Entiéndelo.
-Jan, nunca fue fácil, entiéndelo tu. No sabes lo que me cuesta solo levantarme de la cama, no soporto. No soporto a nadie, mucho menos a mi.
-Ven a mi oficina, te haré el hombre más feliz del mundo.
-Ah, que?
-Lo que oíste.
-Jan Topic, me estás diciendo que me vas a dar una cogida?
-Y una buena.
-Pues, yo.. mierda, esta bien.
[...]
No sabía cómo ni cuando había llegado a esa elegante y fría oficina, pero le encantaba como Jan acariciaba y besaba su espalda.
-Me dices cuando quieres que empiece.
-Si..
Seguía repartiendo besos en su cuello y espalda, las manos de Topic sostenían la linda cintura del menor.
-Ya.
Jan volteo a Daniel, besandolo salvajemente. Como su hubieran esperado eso por años, solo un beso logró hacer que un bulto se formará en la entrepierna de Daniel.
-Oh, mirate. ¿Que pasa, Danielito?
-Ah, esque estas tan bueno..-volvió a juntar sus labios, Jan paseaba sus manos por los glúteos de Daniel, haciendo que este se aferrara más a el, poniendo más intenso el beso.
Se separaron por falta de aire, Daniel cayó rendido a los brazos de Jan.
