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-El mundo es una mierda.
-Pero contigo todo es mejor.

 -Pero contigo todo es mejor

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Desperto, ¿Por que razón?

Se cambió, ¿Por que razón?

Comió, ¿Por que razón?

No había razón para ninguna, ya no la había.

-Jan.. ¿Ya te iras?

-Quieres que me vaya, amor?

-Quiero estar solo...

-Bien, ¿Dónde dices que es la casa de tu amiguito?

-Ya te anote la dirección, esta en la mesa.

-En ese caso, te veo más tarde. Te tengo un sorpresa.

-Okey..

Jan quiso dejar un beso en la frente de Daniel, pero lo único que recibió fue un manotazo.

-¡Auch!

-¡No me toques!

-Si, precioso.. Perdón, nos vemos después.—Dijo sosteniendose la nariz.

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Jan llegó a la casa de Otto, el estaba si como si nada. Sentado en su sillón, viendo el celular.

Como lo logro ver? Su ventana era grande, se podía visualizar casi toda la sala.

Jan toco la puerta, y espero.

-Jan! Pero que sorpresa, ven pa‐ —Fue interrumpido por Jan.— ¿Que te sucede?

Otto quedó en silencio.

-No te entiendo.

-No, nada—tuvo una mejor idea, ¿Por que no mejor hacerce el tonto?

Otto le hizo pasar, y Jan quiso entablar una conversación con el.

-Otto, tanto tiempo.—Hablo con esa típica sonrisa grande y feliz.

-Claro, amigo. Oye, paso algo con Daniel.

-Dime.

-Ustedes se pelearon?

-Ya no, ¿Por que?

-Vino a llorar aquí en mi casa, pobre.

-¿Y que más paso después de eso?

-Ah, bueno.. luego tomamos un té.

-Ah..

-Si, Jan.

-¿Por que me mientes?

-No.. yo no te mentí.

-Claro, Otto. Escucha bien, Daniel me llamó llorando a mares. Y sabes que dijo?

-Am, no..

-Pues que tu lo tocaste.

Amor mío-ToboaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora