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Daniel rebuscada entre sus cosas, desesperado por encontrar su celular

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Daniel rebuscada entre sus cosas, desesperado por encontrar su celular.

Las lágrimas salían agresivamente, estaba pálido. Sus ojos estaban rojos y sus ojeras se podían notar más.

Eso es normal cuando lloras aproximadamente 3 horas seguidas.. y al fin, ahí estaba su celular, suspiró para intentar tranquilizarse pero no pudo, sus jadeos inundaban el baño completo.

Estaba teniendo un ataque de ansiedad.

Quería llamar a Jan, o al menos escribirle. El sabia como controlar esta situación.

Su primer idea fue llamarlo, y eso hizo. Pero al parecer este lo mando al buzón de voz, no dudo en dejarle un mensaje de voz.

"J-jan.. ayudame, llamame. Búscame de nuevo te lo suplico, te necesito ahora..."

Sus nervios aumentaban, y sus ganas de llorar le impedían respirar bien. Necesitaba abrazar ese cuerpo grande, necesitaba sentir las manos de ese hombre rodearlo y decirle que todo estaría bien.

-N-no.. en que cosas piensas Daniel.

Y ahí, la segunda idea, cortarse.

Así es, lastimarse a el mismo para tranquilizarse el mismo. Vio una navaja guillete que tenía, trago saliva y se acerco poco a poco.

La desenvolvio y lo miró fijamente, la acerco a su pierna
Y lo hizo, vio la sangre fluirse y salir de aquella herida que no parecía ser tan profunda.

-Que hize!-Agarro un poco de papel y se limpio la sangre.-No volveré a hacer esto, nunca más. Que me sucede..-Por más que se haya cortado, sus lágrimas seguían cayendo y la tristeza lo consumía.

Se levantó y se miró en el espejo, bien. La tercera idea, mandarle muchos mensajes a Jan.

"Jan, donde estas?"

"Estas bien?"

"Perdón"

"Te lo ruego.."

"Te necesito por favor vuelve"

"Amor mio, nos prometimos amarnos"

"Lo recuerdas?"

"Cariño.."

"Espera, se que podemos volver a amarnos."

Se sentía desesperado, que no podía más.

¿No podría más acaso?

Y ahí, la cuarta idea.. Matarse.

Si, matarse.

-Por favor..-Río sarcasticamente-No sabía que si me dejaba Jan, me volvería loco.-Dijo indignado y aún llorando.

Amor mío-ToboaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora