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KIMLEEHAN
Me desperté por el sonido insoportable de la alarma, que me recordaba todos los días que tenía que acabar con mis neuronas otras 6 horas más escuchando a Riwoo suspirar por el delegado del aula, Sungho.
Me levanté de mi cama porque a parte de que no podía perder más tiempo, el sol me estaba dando tan fuerte que en cualquier momento me iba a empezar a freír.
¿¡POR QUÉ HABÍA TANTO SOL A LA MAÑANA?!
Quien sabe, quizás fué culpa del Gobierno. Bueno, fuí al baño y me aseé, me puse mi uniforme, le di de comer a mis hijitos, y listo el pollo.
Bajé a la cocina para agarrar unas galletitas y una botella de agua para así irme a la escuela, saludé a mi hermana, agarré las cosas y me fuí a la parada donde seguro Riwoo me estaba esperando con un regalo nuevo que dejaría en secreto a su amorcito.
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Llegué a la parada y vi a Riwoo rubio, me sorprendí, pero no dije nada, era probable que fuese por sus impulsos.
-¡Hola Woonnie! ¿Todo bien?-le dije a penas llegué a su lado aunque estuviese de espaldas.
-... ¿¡Qué 'Woonnie' ni qué *ocho cuartos, desubicado irresponsable!?, ¡Quedamos en llamarnos a las 7 para hacer la tarea y te esfumaste como Jaehyun cuando hay que pasar al pizarrón!-masculló mientras se volteaba como la nena del exorcista.
¡Y bueno, si, me olvidé! Pero antes de que me miren mal, tenía que comprarle cosas a mis peces. Mis hijitos necesitaban un cambio de pecera.
-¡Bueno, bueno, frená el tren! Me olvidé, si, pero no es como si no tuviésemos tiempo antes de clases o en el recreo, eran dos *boludeces, no es para tanto amigo. Calm down- contesté, necesitaba que se calmara antes de subir al *colectivo porque si no iba a empezar a hacer un *quilombo de la San puta y no quería más problemas.
-Boe, dale, ¡Pero más te vale que cuando lleguemos no te pongas a *pelotudearcon JaeHyun porque te reviento!-retomó la palabra mi amigo.
