11° MONOCROMÁTICO

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¿Sabe?, yo sé de alguien que adoraría ese look— dice Ronald, secándose el sudor de la frente, hace tanto calor en la sede, que no hay forma en que logren refrescarse. —Ya puedo escucharle, ¡Oh Will, te ves tan apuesto! Tu cabello igual que en nuestros años en la academia— se ríe a carcajadas.

—¿Por qué tienes que dirigir todas nuestras conversaciones, hacía "esa cosa"?— le mira con irritación, mientras trata de acomodar el  cabello que cae en su frente; con un clima tan bochornoso, es difícil mantener una apariencia pulcra.

—Bueno, no es como que podamos hablar de otra cosa— se rasca la nuca —Usted nunca sigue mi conversación sobre mujeres lindas, el único con el que podía charlar de eso, era Eric, pero se unió al club de los mojigatos y pues, jefe, o hablamos de trabajo o hablamos de Grell~. Y la verdad no quiero hablar sobre trabajo, estoy bastante agobiado por tanto calor.

—Pues entonces no hables— le reprende William.

...

Te amo Will— Grell le abraza con cariño, pero como siempre, no recibe respuesta de su amado jefe.            
Después de tantos años, creo que aún no logro entenderte.

—No necesito que me entiendas.

—Tan frío y cruel~, ¿De qué te sirve abrazarte a la soledad?, ¿De qué intentas protejerte?

...

—William...— un nombre igual al suyo, es lo último que se escucha de esos labios. El carrete termina de reproducirse, una vida sin valor, igual a todas. El sello de "completado" es plasmado.

Aquél largo cabello, del mismo color rojo, que el de ella, un jarrón sobre la mesa, con flores rojas ya marchitas. Todo luce del mismo color que ella, ese día.

...

Un cenotafio es eregido en honor a la parca carmesí.

"Dado por muerto pero aún en pie".

William no acudió al homenaje, Es estúpido visitar una tumba vacia, si no encontraron el cuerpo, entonces, no puede estár muerta. Se miente a sí mismo.

Los gritos finalmente se callaron, la paz que tanto anheló.

...

Siempre se percató de cómo su hilo rojo se iba soltando,
debió mantenerlo apretado para siempre, más no lo hizo, una vez que se perdió para siempre, intentó recuperarlo. Hoy se ríe de su propia estupidez.

En cada cinematic a juzgar, puede ver el color de ella, la busca, pero no la encuentra, le escucha gritar su nombre, pero su voz ya sólo es un  murmullo, un recuerdo que igual a una película antigua, se ira borrando de su memoria con el tiempo.

El siguiente cuerpo, se parece tanto a ella. —Algún día nos tomaremos de la mano nuevamente.

...

—Un rollo final, húmedo por lágrimas amargas. Las películas monocromáticas no cantan— Dice el enterrador, a espaldas de la parca oscura.

¿Por qué la cara larga? Después de todo, estabas harto de su hostigante "amor", los únicos que la querían eran ese muchacho tuyo, que la creía invencible, ¿Cuál es su nombre? Ah, Ronald y el loco de Otelo— dice con una sonrisa cruel —tú deseabas paz y olvidarte de ella, limpiar su mancha de tu inmaculado expediente, ¿No? Ten cuidado con lo que deseas, nunca sabes quién puede estarte escuchando. William le mira por un instante pero guarda silencio regresa la mirada al libro en sus manos.

—Un niño descuidado, jugaste con tu muñeca favorita, hasta que la rompiste.

—¿A qué debo su visita?— Spears finalmente habla, aunque suena muy educado, en el fondo se está desesperando con los comentarios del respetable segador jubilado.

Sé lo que estás pensando su tono de voz se vuelve serio. —Sin un cuerpo no puedo hacer nada William.
Cuidado nuevamente con lo que deseas, el cómo planteas tus deseos, debes ser muy específico, o la respuesta  a tus plegarias puede resultar todo lo contrario.
No importa si logras conseguir las mil grullas, ella no regresará.

...

Eric está por entrar a la oficina de William, la puerta está entreabierta, puede escuchar murmullos, una voz familiar llama su atención, entra. En el asiento de William se encuentra sentada Grell, su mirada es gélida,  William le aprieta afectuosamente el hombro, se inclina para susurrarle algo al oído, sin embargo, la pelirroja se percata de su público, se levanta en silencio y se dispone a salir. Eric ingresa totalmente, no puede creer lo que ve.

¿Grell?— llama pero es ignorado,  al rosar su hombro con la parca roja, puede sentir un terrible escalofrío.

La puerta se cierra con brusquedad —¿Qué ocurrió?, William, ¡eso no es Grell!

Si tenía los colores de Grell, tenía que ser Grell. La culpa le tenía cegado.

—Eric Slingby, enfoquese en sus propios asuntos.

—¡Esa cosa no puede quedarse!— dice alarmado. —¡No es Grell, Grell murió!

—"Esa cosa", como le llamas, ¡es Grell Sutcliff y se queda!

—¡¿Qué rayos hicistes William?

En esta ocasión no lo arruinaría, sostendrá su hilo rojo, hasta que duela y ni así le soltará nuevamente.

Los sueños siempre serán sueños
La paz siempre está en los sueños.



...........


Mil grullas. Una antigua leyenda japonesa promete que cualquiera que haga mil grullas de papel recibirá un deseo, tal como una vida larga o la recuperación de una enfermedad. (Eso me hizo pensar mucho en las mil almas que Eric recolectó para la salud de Alan) 😩💔😭

QUE NI LA MUERTE NOS SEPAREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora