14° FAMILIA

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Son un matrimonio muy jóven, se conocen desde el colegio, nadie imaginó que terminarían juntos y es que al parecer, no tienen nada en común, pero, "los opuestos se atraen" ¿No?

Últimamente a Grell se le ha metido en la cabeza, la idea tener un hijo, está consciente de su situación, jamás podría tener hijos con su amado.

Realmente a William no le importaba eso, él no era mucho de niños, pero amaba mucho a Grell y sabía bien, lo importante que el tema era para su pareja, el no poder hacerle plenamente feliz, era un peso en su corazón.

Intentaron adoptar, sin embargo, su solicitud fue rechazada, Grell quedó devastado, armó un escándalo en el orfanato, les acusó de discriminación y después, todo fue un drama en la casa, quizá su inestabilidad emocional influyó un poquito en la decisión de la institución. Pero no sé darían por vencidos.

Tiempo después lo volvieron a intentar, la directora del lugar, a la cual llamaban Madam Red, de inmediato congenió con Grell y en poco tiempo su solicitud fue aprobada.

Grell quería un bebé, para William fue complicado hacerle entender que un niño un poco mayor sería lo ideal, para no batallar con pañales y esas cosas, Grell estaba renuente, insistía en un bebé, William se presionó las sienes, una discusión se avecinaba, pero...

En cuanto Grell vió al pequeño, ahí sentadito, en silencio, quedó cautivado. Un niñito de unos 5 años, cabello negro, grandes ojos verdes, él era el indicado, cabello oscuro como el de Will, ojos de un verde intenso como el de ambos, además de que también llevaba unas pequeñas gafas, al igual que ellos. No podía apartar la mirada de él.

--Su nombre es Ronald-- les dijo una de las cuidadoras que notó su interés en el infante.

--Lo quiero a él-- el pelirrojo estaba a punto de correr en dirección al niño, Grell siempre era demasiado impulsivo.

--Grell Sutclif, ¡Relájate! No es mercancía, no estás en una boutique-- le reprendió su esposo, quien le sujetó del antebrazo, no quería otro inconveniente como el de la vez pasada.

...

El rostro de Grell irradiaba una felicidad inconmensurable. En sus brazos llevaba cargando al niño quien le abraza por el cuello y reposa su cabeza en su hombro.

--Él ya es lo suficientemente grande para caminar.

--Oh Will, tan sólo es un bebé, déjame disfrutarlo, crecen tan rápido.

Ronald no se despegaba de Grell, para todo era "Mamá esto y mamá lo otro, mamá, mamá y mamá.

--No debes consentirlo tanto, será un problema cuando deba ir a la escuela-- dijo William con severidad sin embargo, Grell lo ignoró por completo, nadie le separaría de su pequeño Ronnie, William suspiró y se ajustó las gafas.

--Sólo estás celoso, cariño~-- Grell río y abrazó fuertemente al pequeño, para nuevamente levantarlo en brazos y llenarlo de besos, era su bebé Ronnie.

--Honestamente.

...

Una ocasión en que Grell estaba muy enferma y no podía ir por Ronald a la guardería, William tenía que hacerse cargo, el hombre se encontraba estresado, era tarde y aún no podía salir del trabajo, para recoger a su pequeño hijo. Cuando por fin fue libre, salió corriendo y tomó un taxi. Una hora tarde, para él, que la puntualidad era esencial en su vida, esto era un crímen, finalmente llegó, el niño estaba sentado en un banquito, platicando con una de las niñeras, en cuanto divisó a su padre, corrió hasta él. --¡Papito!-- gritó el pequeño Ron y estiró los brazos para ser cargado. William de inmediato lo abrazó con fuerza y cargó, el niño lo llenó de besos. Todo el camino William lo llevo en brazos.

QUE NI LA MUERTE NOS SEPAREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora