30. mermelada

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—¿Azora?.. —camine en busca de el fuera de la habitación, este estaba en su balcón, sentado en la baranda, otra vez.— ¡joder!, ¡bajate de ahí!

—No grites —demandó— Bleu debe dormir, y Alana también.

—Pero es peligroso —murmure con cierta preocupación y este rió—

—Es una mala costumbre que tenemos con Bleu, nos gustan las alturas.

—Ya veo.. —mis ojos se posaron en su espalda desnuda, viendo aquellas manchas que me fascinaban, pero a su vez teniéndolo de espaldas pude percibir su rechazo hacia mi.— ¿estas bien?..

—Si.

—¿Por que te comportas así?.. —pregunté con cierto recelo—

—se el porqué, pero no pienso decírtelo. —respondió y se encogió de hombros—

—¿Me das un beso? —pregunte y este negó— Azora, que sucede—me senté a su lado y este soltó un gruñido que parecía ser más dirigido a si mismo, su cuerpo se tenso, y yo no entendí muy bien el por qué que pero creía entenderlo.—

—Lo siento —demando y dejó un beso poco suave en mi labios.—

—¿Vas a decirme que tienes? —pregunté apoyando mi cabeza en su hombro—

—No, estoy intentando entender esta nueva emoción, cada vez que estas cerca aparecen emociones nuevas, unas que no sabía que tenía por lo tanto no se como sobrellevar.. —aquel chico reposo su cabeza en la mía y suspire—

—¿Por que no sabes nada de romance? —me atreví a preguntar y este suspiro antes des responder, como siempre sin una pizca de sentimiento en su tono.—

—Jamás tuve un ejemplo de amor más que el de mi hermana, Conrad. Ella es como una madre y hermana a la vez.. —tomo una pequeña pausa y continuo— el único ejemplo de amor que tuve fue el de mis padres, esos viejos se drogaban todo el día y tenían sexo en el sofá sin importar la hora y si estábamos presentes. Su amor eran golpes, gritos, y sexo. Yo nunca logré entender el amor de ninguna otra forma por lo tanto esa definición de "romance" no era de mi interés, por qué era la única que conocía...hasta ahora.—sus ojos me miraron con ternura y con ese brillo pero siendo apagados recordando lo siguiente que me iba a contar— y ahora que se que esto es un "romance" —hizo las comillas con los dedos— no tengo idea de como hacer que sea bonito, no tengo más referencias que las de ese libro en mi habitación.

—Yo siento que lo estas haciendo muy bien, aunque tus evidentes celos me enloquecen Azora

—No son celos.—me miro confundido y asentí sonriendo—

—son celos de Marck. —murmure y este cambio su expresión nuevamente— ¿ya ves? el no te agrada..

—No, no me agrada que te haya llevado a una fiesta para escapar de tu padre, sinceramente hay más sitios a los que ir. —demandó con su molesto semblante y reí— y no siento nada bueno de su persona.

—Lo lamento, no lo pensé —me disculpe y este negó—

—No soy dueño de tu vida Conrad, tu eres lo suficientemente grande como para saber lo que esta bien y lo que no. —habló de forma tosca, bajando de la baranda con facilidad y caminando dentro—

—Azora —lo abracé por la espalda y este simplemente se dejó— te quiero..

—et moi à toi

—¿Que?.. —pregunté y este sonrió caminando a la cocina— ¡que significa! —supliqué en un susurro—

—Averígualo mocoso.

—¿Que harás? —pregunté y este sonrió sacando un trozo de tarta de la nevera—

Metanoia. (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora