47. mi estrella

30 1 0
                                    

—Mary, ¿que sucede? —pregunte nervioso—

—Yo.. tengo noticias de tu padre.. biológico.. —comento sacando una carta de su bolsillo pero negue—

—lo lamento Mary, pero ese hombre está muerto para mí. —suspire retrocediendo unos pasos y está así tío guardando la carta—

—¿puedo preguntar por qué?

—el me abandono, a mi, a Alana, y a mamá.. sobre todo cuando ella estaba a punto de morir.

—esta bien Conrad —suspiro dejando las cosas sobre el mueble y asentí ayudándola pero deteniéndose en cuanto mi móvil comenzó a sonar—

—Buenas tardes, habla Conrad Miller —respondí escuchando una voz caótica para mi cuerpo del otro lado—

—¿como estas conejito?

—mucho mejor ahora que puedo oírte —sonreí saliendo de la cocina

—¿puedes venir esta noche?—pregunto con algo de nervio en su tono—

—¿Que tienes planeado Azora?

—es una sorpresa niño. —se escucho una severa risita— no puedo ir a por ti, Bleu tendrá el auto pero yo te pagaré el taxi ¿Esta bien?

—no te preocupes Zeta —sonreí feliz apretando mi suéter con emoción— ¿a que hora nos vemos?

—a las 9 en punto —aviso—

—asi será..

—a bientôt Mon lapin.

Entre nuevamente a la cocina con una sonrisa viendo la hora en el reloj, marcando precisamente las 6 y 43.

—¿Quién te llamaba? —pregunto Mary con curiosidad—

—Azora... —sonreí— iré a practicar piano..

—por supuesto mi niño, ¿quieres batido de frambuesas? —pregunto con ternura y asentí hiperactivamente— enseguida lo subó

—gracias Mary —sonreí subiendo los escalones, topándome con Alana en mi habitación.—

—¿podemos hablar? —pregunto recostada en mi cama—

—¿De que? —murmure sentándome en el taburete frente al piano—

—de la carpeta que había en el despacho de papá..

—no hablaré de eso.

—por qué evades el tema Conrad..—pregunto con un tono frágil—

—porque esos papeles solo me confirman lo útiles que le fuimos a los Miller y lo inútil que fue nuestro padre real en abandonarnos aquí.. —suspire—

—tu y yo tenemos puntos de vistas muy diferentes. —murmuro— yo no creo que vivir aquí sea tan malo..

—no lo es cuando eres tú la hija preferida —me volteo a verla y ella asintió poco convencida. La puerta fue tocada y tras un vago "adelante" Mary entro con dos batidos y lqgo salió de la habitación—

—Por cierto, sigues evitando mi pregunta respecto a tu reconciliación con Azora.. —sonrió sentándose en la cama— ¿como fue?

—conversamos —sonreí intentando tocar el piano—

—¿conversaron por 18 horas y 3 minutos? —asentí confundido bebiendo un poco de batido— ¿conversaron mientras lo hicieron?

Me atragante con el jugo y comencé a toser con agresividad con mi semblante teñido de carmín, evitando su mirada.

Metanoia. (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora