¿Existe El Amor A Primera Vista? (Personaje femenino x Per/Sodo Ericksson)

¿Una, una cita?

Ya han pasado un par de meses y todo ha ido muy bien, el público me adora y me siento muy feliz con la banda. Durante este tiempo he podido conversar con todos y cada uno de la banda, nos hemos conocido profundamente y podría decir que con algunos ya tengo mucha confianza. Mi mejor amigo es Jutty, pasamos la mayoría del tiempo juntos hablando y riéndonos, Randy y yo también nos llevamos de maravillas, lo del beso nunca se menciono y hasta hoy es uno de mis mejores amigos. Cosmo ya perdió la timidez y somos muy buenos amigos. De las chicas con la que más conecte fue con Olivia, es una gran amiga.

 Y Sodo...bueno con Sodo he podido hablar muchísimo, casi todas las mañanas me despierto temprano para ir a la azotea del hotel a tomar aire y ver el amanecer, y ahí me lo encuentro, fumando un cigarro. Esto sucede todas la mañanas desde que entre a la banda, por lo que hemos hablado muchísimo. 

Ya conozco casi todo de el y a la inversa, de hecho hasta me puso un apodo, me llama C. Es una gran persona, me encanta su personalidad, es una persona muy humilde, empática y amable. Realmente creo que me estoy enamorando cada vez más de Sodo. 

Lo bueno es que ya supere la tristeza de saber que el y yo nunca podremos estar juntos. Supongo que ahora disidí concentrarme más en mi. Aunque no puedo negar que algunas noches me imagino cómo sería la vida junto a él.

Para este show nos quedamos en un hotel bastante lujoso. Llegamos a eso de las siete de la tarde. Olivia y yo decidimos compartir habitación. Olivia se quedo dormida casi inmediatamente, se sentia mal, le dolia la cabeza y tenia bastantes nauseas. Supongo que fue por el largo viaje. Busque medicamentos en mi maleta pero no habian asi que decidi ir al hall a pedirle al conserje. 

Al llegar abajo le dije al conserje lo que susedio y fue a buscar los medicamnetos a la enfermeria del hotel. Mientras lo esperaba mire hacia un lado y estaba Sodo leyendo una revista. Me acerque y lo salude.

—Hola, ¿Que haces aca?—

—¡Hola! estaba demasiado aburrido en mi habitacion asi que decidi bajar para poder distraerme un poco y quizas beber un cafe... ¿Y tu?—

—A Olivia le dolia bastante la cabeza asi que baje a buscarle medicamentos.—

—Hmm ya veo...— Iba a decirle alo pero justo el conserje nos interrumpio.

—Disculpe señorita, me temo que ya no quedan medicamnetos.—

—Mierda ahora qur hago.— Dije entre dientes.

—Le puedes comprar medicamentos en alguna farmacia cercana.— Sugerio Sodo. —Si quieres...si quieres te puedo acompañar, ¿que dices?— Le sonreii y asenti suavemente. Salimos del hotel y buscamos farmacias cercanas. Llgeamos a una y ahi pude comprar los medicamnteos. El camino de vuelt fu lleno de sonrisas, charlas y risas.

Llgemos al hotel y Sodo me acompaño a mi habitacion. Al llegar a la puerta nos miramos a los ojos y pude sentir como los sentimientos que creia que habian desaparecido volvian a emerger y esta vez aun mas fuertes.

—Me gusto esta salida improvisada.— Dijo Sodo y los dos reimos brevemente.

—Muchas gracias por acompañarme Sodo.— El solo asintio y me dirigio una sueve sonrisa. 

—Bueno voy a dejarle esto a Olivia, nos vemos luego Per.— Nos despedimos y el se dirigui al ascensor. Olivia aun seguia dormida y el dia aun seguia con luz solar, todo estaba realemnte aburrido ya que no podiamos salir y tampoco tenia sueño.

Poco a poco emepze a recordar la mirada de Sodo y los sentimientos que hacia que surgierna en mi con cada palabra y sonrisa. De nuevo me entro al pena de pensar que nunca podriamos ser nada. Estba realemnte triste pero no queria ponerme a llorar y que Olivia me viera.

Asi que secidí ir a la azotea a escuchar música para despejar mi mente. Me puse un polerón y subí hasta el último piso. Cuando las puertas de ascensor se abrieron pude ver a Sodo fumado un cigarro. El de inmediato me vio y sonrió.

—¿Que haces acá?, ¿Le diste los medicamentos  Olivia?— dijo mientras yo me acercaba a el.

—Si...— Le respondí algo desanimada.

—¿Que tienes C? no acostumbro a verte así.— pregunto con los ojitos brillantes mientras un hermoso atardecer se asomaba detras nuestro,

—No es nada Per, es solo...Es que a veces me siento apenada, por...por un chico.—

—Ah, ya veo. ¿Y que pasa con ese chico que te apena?—

—Bueno es que el me gusta mucho, y el problema es que yo se que él nunca se fijara en mi, y se que nunca me daría una oportunidad. Por lo que lo único que puedo hacer es verlo y imaginar cómo sería una vida con el.— En este momento un par de lágrimas cayeron de mis ojos. Sodo al darse cuenta de inmediato me abrazo.

—Oye oye, tranquila, no es cierto lo que dices. Es imposible que un tipo rechace a una persona tan buena y hermosa como tu.—

—Es que Sodo no lo entiendes, él es bastante más mayor que yo, y a veces siento que el solo me ve como una hermana menor.—

—Hm, entiendo... ¿Sabes?, a mi me pasa algo parecido...con una chica. Esa chica...es mucho menor que yo, y siento que ella no se interesaría en un viejo como yo, siento que ella prefiere a chicos...ya sabes, de su edad.—

En ese momento un rayito de ilusión apareció frente a mis ojos. ¿Y si se refería a mi? ¿O que habían sido todas esas miradas y coqueteos desde que entre a la banda? Por un momento mientras el aún me tenía pegada a su pecho con su brazo alrededor mío, y su mano acariciando mi cabello, pude reflexionar.

El sol comenzaba su lento descenso en el horizonte. La paleta de colores del atardecer pintaba el cielo con tonos cálidos y dorados. Un suave viento jugueteaba con nuestros cabellos mientras compartíamos ese suave abrazo.

Con la ciudad extendiéndose bajo nosotros, Sodo alzó delicadamente mi mentón con su dedo. Me miro con ojos llenos de complicidad. La tensión en el aire se disolvió cuando lentamente nuestras manos se encontraron. El susurro del viento se mezclaba con el latido acelerado de nuestros corazones.

El sol lanzó sus últimos destellos, tiñendo el cielo de naranjas y rosados. Sodo acercó suavemente su rostro al mío.

—C...esa chica eres tú.—

Acerco aún más su rostro y nuestros labios se encontraron en un beso tierno y apasionado, fue un beso suave pero cargado de significado, un momento mágico donde el tiempo pareció detenerse. Una sensación de mariposas invadió mi estómago. Mi corazón latía con fuerza, casi sincronizado con el ritmo del beso. En mis audífonos sonaba la canción "Lonely Day" justo en el coro, lo que hizo el momento aún más magico. La suavidad y ternura del contacto labial me transmitieron una sensación cálida y reconfortante.

Nos sumergimos en la dulzura de ese beso, dejando que la conexión entre nosotros se fortaleciera en el silencio del instante.
En ese momento, el mundo exterior desapareció, y me sumergí en la magia del primer beso en la mágica azotea con el atardecer como testigo.

Me separé suavemente y lo mire directamente a sus bellos ojos azules.

—Tu también eras el chico Sodo, siempre has
sido tú.— El soltó una pequeña risa tierna y me beso la frente.

—C, escapemos, salgamos de aquí y vayamos algún lugar, solo serán unas horas, no creo que alguien se de cuenta.— Dijo entusiasmado. Al ver sus ojos llenos de ilusión y emoción obviamente no le pude decir que no, después de todo yo estaba tan feliz y emocionada como el.