A la mañana siguiente me desperté temprano, Per seguía dormido, la abertura de las cortinas dejaba asomar un pequeño destello de luz que aterrizaba en el rostro de Per, lo que lo hacia ver como un dios griego con hermosos cabellos de oro. Lo admire durante un buen rato y luego sali a tomarme un café. En la mesa del comedor solo estaba Laura y Chris.
-Buenos días.- Comente mientras me servia agua caliente en una taza.
-Hola.- Dijo Chris sacándose un pedazo de pan de la boca. Me senté en la mesa junto a ellos, los dos me miraban sin decir ni una palabra. Se notaban bastante cansados.
-¿Que ocurre? Parecen sonámbulos. ¿Anoche no durmieron?- Dije bromeando. Ellos se miraron y se rieron, de inmediato me acorde de anoche y pare de reírme. Por la gran puerta entro Sodo.
-Buenos días, hola amor.- Me dio un beso, le respondí tímidamente. Después de conversar un rato llegaron los chicos faltantes.
-Parece que se divirtieron anoche, ¿no es así?- Dijo Jutty sin ningún cuidado. Per y yo nos miramos.
-Eh, bueno el plan de hoy es hacer senderismo por la montaña.- Dije cambiando rápidamente de tema. Luego de desayunar nos vestimos y fuimos a el senderismo. Caminamos por horas y llegamos a un pequeño rio, cocinamos carne en la parrilla eléctrica y descansamos un buen rato. Luego de esto seguimos hasta el final del recorrido y allí nos tomamos fotos. Por la noche volvimos a la cabaña y vimos na película entre todos. Así pasaron los tres días restantes y luego volvimos a Santiago para después cada uno irse a sus países hogares.
Sodo y yo tomamos el mismo vuelo a España, al llegar a Barcelona me acompaño hasta mi departamento, y vimos Netflix. Decidió pasar la noche en mi apartamento, al día siguiente tomamos desayuno y se fue a su departamento. En la tarde me quede buscar departamentos mas grandes para vivir.
Encontré uno muy bonito, lo mejor era que estaba cerca del departamento de Per. Al día siguiente fui a ver el departamento, finalmente el vendedor me convenció y lo compre. Durante la mudanza me pude ver muy seguido con Per, almorzábamos casi todos los días juntos y pasábamos horas y horas hablando y riendo, ya que como el tour había terminado, estábamos de vacaciones. No nos faltaba nada ya que el dinero de la banda nos alcanzaba para todo, incluso nos podíamos dar pequeños lujos de vez en cuando. Estaba realmente feliz.
El viernes por la noche mientras caminábamos bajo el suave resplandor de las luces de la cuidad invite a Sodo a un pequeño café con encanto. Mientras las notas de una canción suave llenaban el ambiente, compartimos risas y recuerdos de los momentos que nos habían llevado hasta allí.
Después del café decidimos dar un paseo por un parque lleno de faroles tenues que lo iluminaban. Bajo el cielo estrellado, el suave rose de nuestras manos me producía sensaciones nunca antes experimentadas, era un mezcla de amor, admiración y deseo de tener cerca a Sodo.
Per tomo mi mano, así creando un vinculo aun mas fuerte entre los dos. Nos detuvimos en un rincón tranquilo, allí saque un pequeño regalo envuelto con esmero. Al abrirlo, Sodo descubrió un libro de poesía personalizado, con pequeños versos que reflejaban la historia única de nuestro amor. Cada pagina estaba adornada con fotos de momentos especiales que habíamos compartido, capturados por la cámara de Jutty. Sodo sintió la sinceridad y dedicación detrás de ese regalo, y en ese instante, el amor entre nosotros floreció aun mas.
Con el susurro de las hojas moviéndose suavemente en la brisa nocturna, nos sentamos en un banco. Sodo recito algunos versos del libro que le había regalado, mientras yo admiraba las estrellas y me perdía en la melodía de sus palabras. Sodo termino dándome un suave beso, en ese momento, el tiempo precio detenerse y los dos nos dimos cuenta de la magia que producíamos.
El paseo de regreso fue lleno de risas, historias compartidas y lindas promesas de un futuro juntos.
Al día siguiente Cos me llamo, nos dio la noticia de que se iba a casar, estaba muy contenta por el y de inmediato le organice una despedida de soltero. Como Sodo era su mejor amigo lo conocía muy bien, por lo que el me ayudo a organizar todo. Lo invitamos a España para así darle la mejor fiesta de su vida, en esta no serian solo hombres, a Cosmo no le gustaba mucho eso. Seria con todos nuestros amigos y amigas.
El fin de semana siguiente llego Cosmo y los chicos de la banda, incluido Tobías. El plan era ir a la discoteca mas famosa de Barcelona y alocarnos como nunca antes. Nos reunimos en un restaurante, allí estaba Cosmo, Hayden, Randy, Mad, Laura, Olivia, Tobías, Jutty, Sodo, Chris y yo. Como estaban todos, decidimos contarle lo nuestro con Sodo, a nuestros amigos. Mientras yo hablaba Sodo me tomo de la mano. Por suerte todos lo tomaron muy positivamente. Al principio pude ver la cara algo preocupada de Tobías, pero por suerte la cambio de inmediato y nos felicito.
Llego la noche y todos nos empezamos a arreglar para la fiesta.
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Decidí vestirme así con unas largas botas negras. El lugar de la fiesta quedaba un poco lejos, por lo que nos tuvimos que ir en auto. Como eramos once, tuvimos que ir en dos autos. Sobraba una persona por lo que me tuve que sentar en las piernas de Sodo. En el camino pusieron música muy alta y todos íbamos cantando y disfrutando.
—¿Te gusta como me vestí amor? Lo hice pensando en ti.— le dije a Sodo en voz baja.
—Por dios C, te ves como una diosa.— Me acaricio la pierna.
Jutty iba hablando con Hayden por lo que no se dio cuenta que había un resalto y el auto dio un gran y brusco salto. Per me agarro de la cintura y yo di un fuerte salto arriba de Sodo.
—Ah~ C, cuidado.— Susurro a mi oído.
—¡Jutty! ten mas cuidado quieres.— Dijo Sodo algo molesto. Jutty se disculpo. Amaba ver a Sodo enojado, me hacia mucha gracia, por lo que decidí molestarlo un poco. Hice que se me cayera mi teléfono "accidentalmente" por lo que me agache a recogerlo. Per miro discretamente mi trasero y poso sus manos en mi cadera.
—Cata me estas provocando.— Susurro.
—¿Ah si?— Comencé a moverme discretamente. Los chicos estaban distraídos conversando y cantando los uno con los otros, por lo que no nos veían.
—Dios...C...detente por favor. No me calientes al lado de nuestros amigos.— Solo reí y obviamente me detuve.
—¿Sabes?— Dijo Sodo. —Eres como un rayo de sol en mi vida.— Esto me pareció realmente lindo.
—¿En serio? ¿Porque? ¿ilumino tu día?—
-No, porque a veces me haces sudar y me pones de una manera.-
Me reí. —Por Satán Sodo, vez que tu igual me provocas.—
Después de unos minutos llegamos a la disco, quedamos con la boca abierta. Era gigantesca, por todos lados habían personas como locas, disfrutando, bailando, bebiendo y besándose. Había demasiada gente y todo estaba lleno de luces, esto nos encanto ya que el plan era que nadie nos reconociera. De inmediato la locura comenzó.
