Tres.

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Todo lo que se estaba viviendo era entorno en su boda, se habían mandado a elaborar las invitaciones más costosas y detalladas que se pudieron encontrar al igual que los recuerdos, los detalles, las flores, iluminación, cristalería, banquete y bebidas. A pesar de haber acordado que el evento sería algo pequeño, la familia Jeon quería lo mejor de lo mejor para la boda de su único hijo y estaban invirtiendo todo su dinero en ello.

Por su lado, Taehyung se había aparecido contadas veces en las cuales solo preguntaba qué más necesitaban, el alfa les había dejado la rienda suelta para que todo se hiciera al gusto de su prometido, solo el aportando los económicos y dejando en claro que no quería algo con más de 100 personas en el lugar y no sobrepasar la noche en el evento.

Ahora Jungkook estaba en la boutique con una modista contratada para asesorar su arreglo, el omega se probó de nuevo el traje que se había confeccionado a su gusto y medidas resaltando las curvas de su cuerpo, especialmente la de su moldeada cintura.

— Ahora pruebatelo con el saco. — le indicaron las jóvenes ayudantes de la modista, pasándole primero un saco color caqui con leve textura a contra luz. — aquí puede ir un prendedor o la flor que te vaya a obsequiar tu marido ¿te gusta? — Jungkook se miró en los espejos del salón, era bonito, se veía bonito y aún no tenía todos los accesorios puestos.

— Es lindo, ¿qué opinas, mamá?

— Te ves precioso, hijo, casi quiero llorar, ya te puedo imaginar en el altar. — respondió su madre sentada en el sofa secando con una toallita la esquina de su ojo.

— Ahora pruebate este. — la muchacha le quitó el saco y le pasó otro, de la misma calidad, la tela se sentía como la seda, era un color parecido al rosa palo, tenía una leve textura de encaje, igual de lindo que el primer saco. — ¿qué tal? lindo ¿verdad?

— Si, los dos son muy hermosos pero definitivamente amo el rosa.

— Genial, Kook, te aseguro que te verás aún más precioso ese día.

— ¿Y ya tienes los accesorios, lindo? — le preguntó la otra muchacha interesada en ver al omega con sus accesorios.

— Sí, mi prometido me ha obsequiado varios collares, pulseras y aretes pero no sé cuáles usar, ¿me podrían ayudar? no se mucho sobre eso.

— ¡Claro! — respondieron ambas chicas emocionadas, su madre fue por la bolsa donde Jungkook había guardado toda la joyería en sus empaques.

Las chicas se sorprendieron mas no mencionaron nada sobre la cantidad de lujo que le habían sido obsequiadas al omega, que afortunado, seguro tendría la boda de sus sueños.

...

Llegó la noche y por alivio para Jungkook ya estaban en casa después de haber pasado toda la tarde fuera, Jungkook estaba agotado, su cabeza no daba para más, en cada momento trataba de procesar lo que estaba por suceder y la gente no dejaba de agobiarlo preguntando sobre su futuro esposo y cómo era. El omega en esos momentos solo deseaba poder estar casado con su alfa y comenzar con su vida de buen esposo y omega de una vez por todas.

— Claro, Taehyung, adelante, tu siempre serás bienvenido en esta casa. — escuchó a lo lejos, era su padre, diosa luna, Taehyung estaba en su casa y él ya estaba con la pijama puesta.

Por educación y deber bajó rápido a recibir a su prometido, lo único que se había podido cambiar fue el short corto a un pantalón de pijama, no era el momento. Al primero que miró fue al alfa, igual de serio que siempre, este al verlo se acercó a tomar su mano y besarla como lo hacía cada vez que lo visitaba.

— Buenas noches, Jungkook, perdón por haber llegado sin avisar, por lo que miro ya estabas por dormir.

— N-no no, no se preocupe, esta bien. — respondió nervioso, el intenso aroma del alfa lo envolvía ignorando completamente el de su padre, Taehyung definitivamente estaba en un rango más alto para poder tener un aroma más penetrante que el de su padre. — pase, por favor.

— Con su permiso, Jeon.

— Adelante, Tae, los dejo, tengo que terminar unas cosas.

— Que tengas buenas noches.

El omega quiso chillar cuando escuchó que su padre se iría, no quería quedarse a solas con el alfa, lo ponía demasiado nervioso, hasta alerta, no sabía que decirle, ni cómo tratarlo y eso lo decepcionaba por completo, tantos años para que no supiera como tratar a su alfa.
Si su madre estuviera ahí, ella correría para atender al alfa como él debería si no fuera porque estaba ocupada organizando las invitaciones.

— ¿Cómo has estado, Jungkook? ¿todo está en orden? — le preguntó el alfa sentándose en los ya conocidos sillones de la sala, aflojó su corbata y se recostó poniéndose cómodo por el momento, suspiró, le ponía de nervios mirar tan inquieto al omega.

— Sí, t-todo está bien, señor Kim, mi mamá y yo fuimos por el traje.

— ¿Qué más?

— Escogimos la joyería también. — completó tratando de ignorar el hecho de que las piernas largas del alfa estaban abiertas como escuadras dándole un toque atractivo que ponía a su omega inquieto.

— ¿Eso es todo? ¿no te ha disgustado algo?

— N-no, señor, ¿por qué?

— Solo quiero saber, ¿te he despertado?

— No, señor, s-solo estaba acostado. — Jungkook tragó saliva, el alfa no dijo nada más por ese momento, Jungkook aprovechó a mirarlo mientras el otro miraba su reloj, brillaba con la tenue luz de la sala, hacía que las venas de su mano se notaran.

— Tienes un buen aroma, Jungkook. — Jungkook dio un brinco cuando la ronca voz le hizo eco en el oído, ¿cuánto tiempo lo estuvo mirando? no recordaba que la noche estuviera tan silenciosa como ahora. — ¿por qué lo has estado reprimiendo?

— Perdón, alfa. — bajó la cabeza en disculpa, sintiéndose avergonzado y triste, le había estado reprimiendo su aroma al alfa y un omega jamás debía de hacer aquello mucho menos cuando estaban por casarse. — no volverá a suceder.

— No tengo nada que perdonarte, Jungkook. Se me hace tarde, tengo que retirarme, solo quería pasar a ver cómo marchaban las cosas.

— Esta bien, alfa. — el omega se levantó rápidamente en espera del alfa.

Taehyung se levantó con algo de pereza, se acercó al omega y lo tomó por lo hombros para detenerlo antes de que este saliera casi corriendo a la puerta, quitó de su frente algunos cabellos de su fleco y dejó un corto beso ahí, separándose rápidamente.

— Ten dulces sueños, Jungkook, nos vemos en una semana. — le dijo antes de irse, dejando un rastro de su olor en el camino y en el omega.

Taehyung lo había dejado envuelto en su olor, el omega con todas sus emociones a flor de piel no aguantó más y mutó a su forma animal, un pomposo animalito peludo con grandes orejas y colita de bombón brincó sobre el sofá, bajándose de ahí y corriendo entre saltos hasta su habitación donde se hizo bolita debajo de la cama, dormiría ahí, estaba cansado, solo así podría dar un respiro de sus emociones.

housewife. tkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora