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Trece.

Jungkook no sabe en que momento considero como correcto hacer lo que había hecho, se había metido en un lío, era incorrecto, irrespetuoso y mal visto que un omega como él tomara supresores de olor y si su madre se enteraba de lo que había hecho... no quería ni siquiera imaginar la reprenda y la decepción que tendría al saber que le quería ocultar su aroma a su alfa.

— ¿Y bien? Te escucho, Jungkook, ¿cómo conseguiste estos supresores?

Sobre la mesada de la cocina, estaba un paquete de dos pastillas grandes, una abierta partida a la mitad la cual había tomado hace un día y la otra mitad guardada en el propio paquete, la que estuvo a punto de tomar si no hubiera sido por Taehyung quien llegó a la cocina en el momento exacto en el que dejó las pastillas sobre la mesa.

Jungkook no podía mirar a Taehyung después de lo que había hecho, la manera en la que se enteró no era para nada linda y su torpeza para hacer las cosas lo delató dejándolo como un niño pequeño y sus travesuras, de nuevo se sentía tonto y no podía dejar de pensar en lo que pensaría todo el personal si se enteraban de lo que estaba sucediendo.

— Supongo que los has pedido por internet, ¿sabes lo riesgoso que es consumir estas pastillas sin la supervisión de un médico? no es apropiado que consumas estas cosas sin supervisión, Jungkook.

— Pe-perdon, yo, yo, quería-

— ¿Ocultar tu aroma para que pudiéramos dormir en la misma cama? Por la Diosa Luna, Jungkook, no tienes que hacer estas cosas, ¿pensabas decírmelo? Claro que no.

Claro que no pensaba en decírselo pero de una manera u otra Taehyung se tendría que enterar; su olor desaparecería, algunas de las empleadas tendría que confesar que recibió el pedido y claramente Taehyung habría hecho lo que hizo que fue vigilarlo e interrogar lo que había hecho.

— Perdóname por favor, alfa.

— No tengo nada que perdonarte pero por favor no vuelvas a ingerir este tipo de medicamentos sin mi supervisión y la de un médico, cuando te di la libertad de hacer lo que quisieras no me refería a cosas cómo estás, piensa en tu salud y en tu omega.

— ¿Está enojado conmigo? — entre el lloriqueo y su moqueo, Jungkook trata de secar su cara y mirar a su esposo.

— Lo estoy. — firme y sin titubear, Taehyung responde, sabe que ha sido brusco pero la situación le resultaba de gravedad.

Era tan pésimo alfa que Jungkook estaba intentando ocultarle su aroma.

— No volveré a ha-hacerlo.

— Perdóname si he sonado brusco pero me molesta que hayas hecho algo así, hoy mismo iremos con un médico de confianza para que te revise.

— Pe-pero señor yo...

— Es una orden, Jungkook. —  Y Taehyung tiene que admitir que esta vez ha usado su autoridad como alfa.

— Está bien.

— Ve a bañarte, te avisaré cuando salgamos.

Jungkook asiente sin responder algo, cabizbajo sale con rapidez de la cocina, sube las escaleras con prisa mientras llora con mas fuerza y se encierra en su habitación donde se permite seguir llorando sin vergüenza mientras toma un baño con agua tibia.

Taehyung tiene que tomar pastillas para la migraña y esperar controlarse para llamar a su asistente y pedirle que le agende inmediatamente una cita con un médico especializado en omegas, quitándose el saco, sale de la cocina yendo hacia el jardín inhalando el aire fresco, su pulso estaba acelerado, estaba tratando de no consumir tabaco pero la ansiedad le carcomía con los problemas que tenía en el trabajo y Jungkook con sus intentos de agradarle.