Doce.

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— ¿Jungkook?

Varios minutos han pasado desde que Jungkook está inquieto, su omega no puede tranquilizarse al sentir como el alfa de la casa está irritado, sabe que Taehyung está ahí, encerrado en su despacho sin poder dormir y estresado por aquello que no sabe pero supone. Jungkook aún no logra entender como puede sentir todo aquello, no tienen alguna conexión, no hay marca y Taehyung no lo ha reclamado como suyo.

El aroma de alfa es potente, fuerte y atrayente traspasando la puerta e inundando el salón del cargado olor del romero y uvas, agobiando al omega que rondaba por el pasillo pensando en lo que debía de hacer como el esposo y omega que es.

Del otro lado de la puerta, Taehyung trata de concentrarse más le resulta imposible con el olor del omega insinuando atención, al rededor de unos quince minutos han transcurrido hasta que le resulta molesto y decide llamarlo.

— Jungkook. — su voz resuena entre las paredes, fuerte, exigiendo por su presencia.

Un escalofrío recorre su espalda y sus manos sudan mientras toma la perilla de la puerta más ahí se queda, soltándola y alejándose de nuevo, pensando en si lo mejor sería irse a su habitación y dormir ignorando la situación que está por provocar.

No hay repuesta por parte del omega sin embargo el aroma sobrepasa la puerta y llama al alfa, Taehyung se cubre la nariz y harto de sentir el aroma cosquillear en su interior se levanta de su escritorio y va hasta la puerta abriéndola con una rudeza que asusta al menor.

— Te he hablado, Jungkook, ¿qué haces? — el pequeño omega brinca del susto cuando escucha la puerta tronar y mira salir al alfa parándose frente a él. Ha quedado pasmado. — hace rato te siento inquieto, ¿qué sucede? Deberías de estar en cama. — reprende, está molesto y puede sentirlo.

Jungkook traga saliva y siente su labio inferior temblar, está tratando de no llorar y mantener la mirada en su marido pero le es imposible teniendo a tal alfa mayor intimidándolo con su sola presencia.

— E-es que, no puedo dormir. — miente y suplica en silencio que su mentira sea creíble por mas tonta que haya sonado.

— ¿Y por eso estás aquí? Es más de media noche, hace frío y estoy ocupado. — con un estrés notable Taehyung reclama al omega haciéndolo sentir mal, no ha medido sus palabras ni el tono en el que ha hablado.

Puede notar lo mal que ha actuado cuando ve a Jungkook alejarse de él.

— Yo, yo, estaba preocupado... por usted. — confiesa antes de irse, sus ojos ya están ardiendo y unas lágrimas escurren hasta llegar a sus labios. Las palabras de Taehyung han sonado tan tosca para él que solo ansiaba por saber si se encontraba bien. — usted no, no subió a su habitación, entonces... me preocupé.

Un amargo sabor pica en la boca del alfa y su cabeza comienza a martillar, está seguro que le dará una migraña y puede jurar que ha sentido un leve mareo; Jungkook está llorando de nuevo, por su culpa y él esta ahí, solo mirándolo llorar, tiene que controlar su aroma para acercarse al omega y atraerlo entre sus brazos.

Ambos aromas están amargos y es insoportable para quien no sea alguno de ellos dos, Taehyung tiene algo que lo está molestando y por otro lado Jungkook está llorando desconsoladamente entre sus brazos, siente como el omega se recuesta sobre él y no puede estar más rígido hasta que el olor de Jungkook comienza a atenuarse, oliendo de nuevo a miel y pera, no lo entiende pero siempre ha odiado los aromas de omega y en su vida solo a soportado tres olores; el de su madre, el de su ex prometida y ahora el de Jungkook.

— No lo quise molestar, señor, por favor, perdón. — Jungkook lo saca de sus pensamientos, lo escuchar sorber de su nariz y aferrarse a su espalda.

housewife. tkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora